Abrasión corneal
La abrasión o úlcera corneal se produce cuando la córnea se lesiona debido a leves rasguños o laceraciones. Proteger los ojos de forma adecuada y unos primeros auxilios a tiempo pueden salvar la vista.

Causas de la abrasión corneal y síntomas

Una mujer se coloca una lentilla
Poner y quitar las lentes de contacto constantemente puede causar una lesión en la córnea.
Alicia Díaz

Por: Alicia Díaz

Enfermera, experta en Primeros Auxilios

Actualizado: 6 de febrero de 2024

Causas de la abrasión corneal: a qué puede deberse

Hay múltiples causas por las que se pueden producir una abrasión corneal o lesión en la córnea, pero las más frecuentes son:

  • Traumatismos directos: como es natural, cualquier golpe podría causar una lesión. Así, un golpe directo en el ojo con un objeto, como una rama de árbol, un dedo durante la práctica deportiva, un bicho, un juguete, una piedra, una herramienta de trabajo, o incluso un pedazo de papel, puede causar una abrasión corneal.
  • Cuerpos extraños: se llama cuerpos extraños a cualquier elemento externo como motas de polvo, pestañas, purpurina, arena, o pequeñas virutas, serrín o metal, que se pueden meter en el ojo y lacerar la córnea al intentar parpadear o frotarse el ojo. Estos arañazos también son peligrosos por el potencial riesgo de infección. 
  • Lentes de contacto: el hecho de poner y quitar constantemente las lentillas hace que frecuentemente se produzcan lesiones. Un uso demasiado prolongado, no mantener una higiene adecuada de los lentes, o colocarlos y retirarlos incorrectamente puede raspar la córnea.
  • Manipulación: a veces nos frotamos los ojos con demasiada fuerza y se daña la córnea, sobre todo si hay partículas pequeñas presentes en el ojo o en las manos. Es muy común en niños muy pequeños que no controlan aún la fuerza.
  • Actividades recreativas y deportivas: la práctica de deportes sin la protección ocular adecuada, especialmente deportes de contacto o aquellos que involucran objetos pequeños y rápidos como pelotas, pueden resultar en abrasiones corneales.
  • Condiciones de la superficie ocular: enfermedades que afectan la superficie del ojo, como el ojo seco o las distrofias corneales, pueden predisponer a la córnea a sufrir abrasiones por la falta de una capa protectora adecuada de lágrimas o por irregularidades en la superficie corneal.
  • Procedimientos quirúrgicos oculares: en raras ocasiones, las intervenciones quirúrgicas en el ojo pueden causar abrasiones corneales como complicación.

  • Exposición a agentes químicos: aunque más comúnmente asociado con quemaduras químicas en el ojo, ciertos agentes irritantes, colas o pegamentos pueden causar también abrasiones al dañar la superficie ocular.

Causas de la abrasión corneal

Signos y síntomas de abrasión corneal

Normalmente nos damos cuenta cuando se nos mete algo en el ojo, y resulta obvio pensar que si al cabo de unas horas sigue irritado es porque se ha producido una lesión. Sin embargo, no siempre es así, y debemos conocer las señales para identificar una abrasión corneal, especialmente en los niños.

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  • Dolor, escozor e irritación ocular con enrojecimiento. A menudo, el primer síntoma notado es un dolor agudo. La córnea es una de las áreas más sensibles del cuerpo debido a su alta densidad de terminaciones nerviosas, por lo que incluso las abrasiones pequeñas pueden ser muy dolorosas.
  • Sensación de tener algo metido en el ojo: puede sentirse como si hubiera arena, polvo o una pestaña atrapada bajo el párpado.
  • Lagrimeo; el ojo produce las lágrimas en un intento de limpiarse y lubricar o eliminar lo que está causando el daño.
  • En los niños se puede observar un pestañeo excesivo en el ojo afectado, o incluso espasmos involuntarios del párpado, y a veces llegan a mantener el párpado cerrado. Es lo que se conoce como espasmo del párpado (blefaroespasmo).
  • Puede aparecer visión borrosa y sensibilidad a la luz. Aunque no siempre ocurre, la abrasión corneal puede afectar temporalmente la claridad de la visión debido a la irregularidad en la superficie de la córnea o por el lagrimeo excesivo.
  • Enrojecimiento: la irritación provocada por la abrasión puede causar que los vasos sanguíneos del ojo se dilaten, resultando en enrojecimiento.
  • Sensibilidad a la luz (fotofobia): la abrasión puede hacer que el ojo sea más sensible a la luz, causando incomodidad o dolor en ambientes brillantes.
  • A veces se acompaña de dolores de cabeza.

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Es importante destacar que estos síntomas pueden variar en gravedad dependiendo del tamaño y la profundidad de la abrasión, y también pueden ser indicativos de otras afecciones oculares. Por lo tanto, ante la presencia de cualquiera de estos síntomas, especialmente si son severos o persisten, es crucial buscar atención médica inmediata para obtener un diagnóstico adecuado y tratamiento oportuno. La atención temprana no solo ayuda a aliviar el dolor y la incomodidad, sino que también puede prevenir complicaciones como la infección o la erosión corneal recurrente.

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Creado: 8 de junio de 2015

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