Asocian contaminación con riesgo de ictus y ansiedad

La contaminación del aire puede aumentar el riesgo de sufrir un ictus –que causa la muerte de alrededor de cinco millones de personas al año en el mundo– y desencadenar trastornos de ansiedad, según dos investigaciones.
Mujer caminando con una mascarilla puesta
La exposición al aire contaminado aumenta los ingresos hospitalarios y las muertes por ictus

La contaminación del aire puede incrementar el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular o ictus –responsable de la muerte de alrededor de cinco millones de personas cada año en el mundo– y desencadenar trastornos de ansiedad –que globalmente afectan al 16% de la población, y disminuyen la productividad laboral–, según revelan dos nuevas investigaciones.

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Un equipo de científicos de la Universidad de Edimburgo, en Escocia, revisaron 103 estudios publicados sobre la relación entre la contaminación y el ictus, que se habían llevado a cabo en 28 países diferentes, y comprobaron que la exposición a partículas gaseosas como monóxido de carbono, dióxido sulfúrico, dióxido de nitrógeno y ozono, elevaban el número de ingresos hospitalarios o muerte por ictus.

Numerosas investigaciones han puesto de manifiesto que los días con más contaminación se produce un mayor número de accidentes cerebrovasculares

Los autores del trabajo, cuyos resultados se han publicado en British Medical Journal, han declarado que se deberían establecer políticas de salud pública y medioambientales para reducir los niveles de polución con el objetivo de reducir la carga de ictus. De hecho, como ha explicado Jordi Sunyer, director del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental de Barcelona, numerosas investigaciones han puesto de manifiesto que los días con más contaminación se produce un mayor número de accidentes cerebrovasculares.

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Otro estudio, realizado por investigadores de la facultad de Salud Pública de Harvard y de la sección de Psiquiatría del Hospital Brigham and Women, de Boston (EE.UU.), y en el que han participado 71.271 mujeres de entre 57 y 85 años, ha revelado que las que vivían a una distancia de entre 50 y 200 metros de una autopista o una carretera muy transitada eran más propensas a presentar síntomas de ansiedad que las que residían en zonas más alejadas del tráfico. La asociación entre contaminación y ansiedad era más fuerte cuando las mujeres habían estado expuestas a partículas en suspensión mayores de PM 2,5 durante al menos un mes.

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Actualizado: 2 de octubre de 2017

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