Propósitos saludables para el 2015, retos de la salud mundial

Las enfermedades no entienden de fronteras y nos afectan a todos, como ha demostrado la reciente epidemia de ébola. Repasamos los principales retos en el mundo de la salud que afrontaremos en 2015.
Propósitos saludables para el 2015
En el 2015 aún nos queda mucho por hacer en cuanto a retos de la salud de la población mundial
Eva Salabert

Por: Eva Salabert

Periodista experta en salud

Actualizado: 5 de mayo de 2023

Las enfermedades no entienden de fronteras y nos afectan a todos, como ha demostrado la reciente epidemia de ébola, que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha causado ya más de 7.000 muertes en África. Ningún país por muy rico que sea está libre de la amenaza que representa la globalización de las patologías transmisibles ni es capaz de afrontarlas en solitario. Únicamente la planificación y el establecimiento de estrategias comunes conseguirá prevenir, detectar y contener a tiempo los problemas de salud.

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Repasamos los diez principales retos en el mundo de la salud que afrontaremos en 2015.

Eliminar la epidemia de ébola y desarrollar una vacuna efectiva contra el virus.

La OMS se ha marcado como uno de sus objetivos prioritarios declarar al África Occidental zona libre de ébola como muy tarde en el verano de 2015. Actualmente hay varias vacunas en estudio, y la revista médica británica The Lancet acaba de publicar que dos de estos fármacos han mostrado resultados positivos durante los primeros ensayos clínicos realizados con adultos sanos en Uganda.

Reducir los niveles de contaminación y el calentamiento global

Factores directamente asociados a la proliferación de enfermedades transmitidas por insectos como mosquitos o chinches (dengue, malaria, enfermedad de Chagas…), y de patologías relacionadas con el aparato respiratorio o cardiovascular. En 2013, según datos del Boletín anual de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) se incrementaron los niveles de dióxido de carbono y se alcanzó un máximo sin precedentes en el nivel de gases de efecto invernadero, lo que hace imprescindible concertar una acción internacional para frenar el cambio climático.

Mejorar la dieta de la población

Paradójicamente, en pleno siglo XXI y mientras cientos de millones de personas pasan hambre, la obesidad se ha convertido en otro tipo de epidemia que también ha llegado a los países en vías de desarrollo, cuya población ha copiado el estilo de vida occidental y ha importado con él los trastornos metabólicos asociados al sedentarismo y a una dieta inadecuada. De esta forma, el reto para 2015 no se limita a intentar cumplir el objetivo de desarrollo del milenio que pretende reducir a la mitad el número de personas hambrientas, sino también concienciar a la población sobre la necesidad de alimentarse de forma equilibrada y saludable.

Reducir la mortalidad materna

A pesar de que la mortalidad materna se ha reducido un 45% desde 1990, se estima que en 2013 todavía fallecieron 289.000 mujeres debido a complicaciones del embarazo o durante el parto. El 60% de estas muertes se concentran en diez países (India, Nigeria, República Democrática del Congo, Etiopía, Indonesia, Pakistán, República Unida de Tanzania, Kenya, China y Uganda). Las matronas previenen la mortalidad de madres y bebés, por lo que desempeñan un papel clave para alcanzar este reto, pero según un informe del Fondo de Población de la ONU en los países de bajos y medios ingresos, que es donde más se necesita su asistencia, hay una gran escasez de parteras. Aumentar la educación sexual para prevenir los embarazos en adolescentes y las enfermedades de transmisión sexual, y mejorar la atención a las mujeres durante el embarazo, parto y puerperio, son medidas imprescindibles para alcanzar este reto.

Mejorar el acceso al agua potable y los servicios de saneamiento

Millones de personas, la mayoría residentes en zonas rurales de países pobres, todavía no tienen acceso a agua potable y a unos servicios de saneamiento aceptables. El agua contaminada y los deficientes sistemas de saneamiento están directamente relacionados con la transmisión de enfermedades como el cólera, la hepatitis A, la diarrea o la fiebre tifoidea, y dificultan también su control, aumentando el riesgo de que los enfermos contraigan infecciones adicionales.

Favorecer el envejecimiento saludable de la población

Uno de los grandes retos que deberá enfrentar la humanidad en los próximos años es conseguir que la población, que cada vez vive más años, lo haga de forma más saludable y conservando su independencia. El coste de la discapacidad, la dependencia, y las enfermedades crónicas asociadas al envejecimiento, es cada vez más insostenible por los sistemas nacionales de salud. Por ello, la inversión en políticas de promoción de la salud a través de la práctica de ejercicio físico, una alimentación adecuada, programas de educación para los enfermos crónicos y sus familiares y cuidadores, y nuevas tecnologías que faciliten el autocuidado y el seguimiento de los pacientes desde su propio domicilio, son imprescindibles para mantener la calidad de vida de la población.

Erradicar enfermedades como la polio, la malaria o el paludismo

Gracias a las campañas de vacunación –desde hace 26 años diariamente son vacunados mil niños contra la poliomielitis–, se estima que se ha evitado que 10 millones de menores sufrieran parálisis. La lucha contra la malaria ha permitido salvar a tres millones de personas desde el año 2000, y también han descendido drásticamente las tasas de mortalidad por paludismo (un 47% entre los años 2000 y 2013), pero todavía no se ha logrado erradicar por completo estas enfermedades.

Avanzar en la lucha contra el SIDA

El objetivo es acabar con la epidemia del sida para el año 2030, pero para ello hay que conseguir que toda la población mundial tenga acceso a los servicios de prevención, tratamiento, y apoyo necesarios. Un informe de ONUSIDA señala que 19 millones de personas desconocen que son portadoras del VIH, por lo que facilitar el acceso a la prueba del sida es una de las principales medidas a adoptar, porque el diagnóstico y tratamiento precoces de la infección ayudan a evitar su transmisión.

Frenar el progresivo aumento de las enfermedades no transmisibles

Como la diabetes, las patología cardiovasculares o el cáncer. El cambio en los hábitos de vida, especialmente el sedentarismo, el consumo de alcohol, tabaco y otras drogas, y una dieta inadecuada, ha contribuido a incrementar este tipo de enfermedades, tanto en los países ricos, como en las naciones más pobres que poco a poco adoptan hábitos poco saludables como la comida rápida, el abuso de refrescos azucarados, o el tabaquismo.

Aumentar el acceso a las nuevas tecnologías y a una educación de calidad para todos

Lograr la escolarización de todos los niños y niñas del planeta y favorecer el acceso de la población a las nuevas tecnologías, se pueden considerar también retos para mejorar la salud, porque sin educación y cultura no se pueden eliminar la pobreza y las desigualdades, y porque las nuevas tecnologías tienen cada vez más peso en todos los ámbitos de la vida, y también en el de la salud, ya que facilitan la labor de los profesionales de la medicina, que pueden consultar los historiales y compartir experiencias con sus colegas, y permiten que los pacientes con movilidad reducida u otro tipo de dificultades puedan controlar sus enfermedades crónicas sin necesidad de desplazarse, entre otras muchas ventajas.

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Creado: 31 de diciembre de 2014

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