Consejos nutricionales para la sensibilidad al gluten no celíaca
Actualizado: 21 de diciembre de 2022
Tratamiento de la sensibilidad al gluten no celíaca
El tratamiento efectivo para combatir los síntomas de la sensibilidad al gluten es reducir o eliminar, según el nivel de tolerancia, el gluten de la dieta. No consiste únicamente en restringir los cereales con contenido en gluten como trigo, cebada, avena, centeno, y los alimentos elaborados con ellos, que son muchos y variados, como el pan, la pasta, los productos de pastelería, los rebozados, los empanados, etcétera, sino vigilar también aquellos en los que el gluten se añade como ingrediente: alimentos precocinados, salsas, embutidos, o como aditivo: conservas, alimentos elaborados…
Hay que tener especial cuidado a la hora de ir a la farmacia, pues el gluten también se puede encontrar en medicamentos, por lo que hay que controlar los ingredientes de los fármacos, especialmente de aquellos que se toman de manera habitual. Si tu médico conoce esta sensibilidad optará por opciones sin gluten, aunque no está de más mirar la composición de cada pastilla.
La sensibilidad al gluten no es tan compleja de llevar como la enfermedad celíaca, la razón es porque el organismo de las personas con sensibilidad al gluten no celiaca admite pequeñas cantidades de gluten. Además, hay que tener en cuenta que los síntomas y las secuelas que se producen al ingerir este tipo de componente no son tan graves.
En estos momentos, el hecho de comer dieta sin gluten está muy de moda. Parece que, de repente, muchas personas han descubierto su intolerancia, pero esto no quiere decir que todas aquellas personas que lo practiquen sean realmente celíacas o sensibles. Por ello, es recomendable comprobar la intolerancia real al gluten con la aparición de la sintomatología claramente relacionada con el consumo.
Consejos para pacientes con sensibilidad al gluten no celíaca
Hoy en día, cada vez hay más productos libres de gluten en el mercado, y la amplitud de la oferta ha mejorado notablemente la variedad del consumo de alimentos, especialmente en cuanto a cereales se refiere. Sin embargo, existen unas pautas básicas que ayudarán a las personas con sensibilidad a llevar mejor su dieta diaria.
Cuanto más sencilla sea la preparación y elaboración de un plato menor es el riesgo de que contenga gluten. Al ir complicando las recetas, aumenta también la posibilidad de que entre sus ingredientes haya alguno asociado a esta intolerancia.
Asimismo, alimentos que son libres de gluten por naturaleza se pueden contaminar con el gluten contenido en otros productos, si no hay unas medidas de higiene muy estrictas. Por ello, en el caso de que haya personas con una sensibilidad al gluten muy marcada puede ser necesario el uso exclusivo de vajilla, cubertería, cazuelas, tabla de cortar, paños de cocina, etcétera.
También es importante no almacenar productos con y sin gluten en los mismos espacios, así como lavar y desinfectar bien todos los utensilios una vez empleados.
Ante la duda de si un producto tiene gluten o no, es mejor abstenerse de su consumo.
Es recomendable acostumbrarse a leer el etiquetado de los alimentos con atención, y hacerlo de manera periódica, aunque se trate del mismo producto, ya que ha podido cambiar su composición.
Creado: 27 de abril de 2016