Nitrato del agua potable puede elevar el riesgo de cáncer de próstata

Científicos españoles descubren que la exposición a largo plazo a contaminantes presentes en el agua potable del grifo o embotellada –el nitrato y los THMs– puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de próstata.
Agua potable del grifo

09/03/2023

En el agua potable que bebemos, tanto si procede del grifo como si es embotellada, hay nitrato y trihalometanos (THMs), dos contaminantes que pueden constituir un factor de riesgo del cáncer de próstata, según revela una investigación realizada en España y liderada por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal). La exposición a estas sustancias a largo plazo al ingerir agua durante la vida adulta puede contribuir al desarrollo de este tipo de cáncer, sobre todo en el caso de tumores agresivos en varones jóvenes.

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Las causas del cáncer de próstata todavía no son bien conocidas y la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) no ha identificado un agente carcinogénico claro, pero se sospecha que la exposición a ciertos factores ambientales puede influir en su aparición, especialmente en los tumores más agresivos y de peor pronóstico.

El nitrato que contiene el agua suele proceder de los fertilizantes que se usan en la agricultura y de los excrementos que genera la ganadería intensiva y que es arrastrado por la lluvia hasta los ríos y acuíferos. En el estudio también se ha encontrado que la alimentación puede desempeñar un papel clave para reducir sus efectos nocivos, ya que una dieta rica en fibra, frutas y verduras o vitamina C puede contrarrestar su impacto negativo sobre la salud. Sus hallazgos se han publicado en Environmental Health Perspectives.

“Se ha sugerido que los cánceres de próstata agresivos tienen causas etiológicas subyacentes diferentes a los tumores de crecimiento lento, y nuestros hallazgos confirman esta posibilidad”

El nitrato “es un compuesto que forma parte de la naturaleza, pero hemos alterado su ciclo natural”, explica Cristina Villanueva, investigadora de ISGlobal especializada en contaminación del agua. Los THMs son subproductos que se generan tras desinfectar el agua para su consumo, generalmente con cloro, y también podemos inhalarlos o absorberlos a través de la piel cuando nos duchamos o nos bañamos en piscinas, o mientras fregamos los platos. La exposición continuada a THMs ya se había asociado con más riesgo de desarrollar cáncer de vejiga.

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Cáncer de próstata asociado a contaminantes en el agua potable

Los autores del trabajo estudiaron a 697 pacientes de cáncer de próstata en hospitales españoles entre 2008 y 2013 (97 de los cuales presentaban tumores agresivos), y a otros 927 varones de entre 38 y 85 años que no habían sido diagnosticados de cáncer en el momento del estudio y que actuaron como grupo de control. Datos como dónde habían vivido y cuánta agua (del grifo, embotellada o, incluso, de pozo) habían bebido, permitieron a los investigadores estimar la media de nitrato y trihalometanos a los que había estado expuesto cada uno de ello desde que tenían 18 años.

Los resultados mostraron que cuanta más cantidad de nitrato había ingerido una persona mayor fue la asociación con el cáncer de próstata. En los hombres con una ingesta más elevada de nitrato a través del agua (más de 14 mg/d de media a lo largo de la vida) La probabilidad de desarrollar un tumor de próstata de bajo grado o medio se multiplicaba por 1,6, y casi por tres la probabilidad de desarrollar un tumor de próstata agresivo, en comparación con los participantes del estudio con unas ingestas más bajas de nitrato (menos de 6 mg/día de media a lo largo de la vida).

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“Se ha sugerido que los cánceres de próstata agresivos y, por tanto, de peor pronóstico, tienen causas etiológicas subyacentes diferentes a los tumores de crecimiento lento con un curso indolente, y nuestros hallazgos confirman esta posibilidad” ha explicado Carolina Donat-Vargas, investigadora de ISGlobal y primera autora del estudio, que también destaca que “los riesgos asociados a la ingesta de nitrato a través del agua ya se observan a consumos de agua con niveles por debajo de los máximos permitidos por las directivas europeas, 50 mg de nitrato por litro de agua”.

La dieta, una aliada en la prevención del cáncer de próstata

Estas investigadoras han destacado que no se ha podido establecer una relación de causalidad y que sus hallazgos deben ser confirmados con nuevos estudios. “Exponerse a los nitratos a través del agua de consumo no implica que se vaya a desarrollar un cáncer de próstata”, ha querido aclarar Carolina Donat-Vargas, que añade: “Lo que sí esperamos es que este estudio, junto a otros, pueda contribuir a que se revisen los niveles permitidos de nitrato en el agua de modo que garanticen que no implican un riesgo para la salud humana”.

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La ingestión de THMs no se asoció con el cáncer de próstata, pero sí los niveles de THMs en el agua corriente residencial, lo que sugiere que la inhalación y exposición a través de la piel podrían influir significativamente en la exposición total.

Otro de los hallazgos del estudio es que una buena alimentación puede ayudar a prevenir el cáncer de próstata, ya que los participantes informaron sobre la frecuencia con la que comían ciertos alimentos y se comprobó que las asociaciones entre nitrato ingerido y cáncer de próstata solo se observaron en los varones que consumían menos fibra, fruta y verduras, o vitamina C. “Los antioxidantes, las vitaminas y los polifenoles de las frutas y verduras podrían actuar como inhibidores de la formación de nitrosaminas en el estómago, que son los compuestos con potencial carcinógeno”, explica Carolina Donat-Vargas.

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“Por otro lado, la vitamina C ha demostrado una actividad antitumoral notable”, añade. “Y la fibra, por su parte, beneficia a las bacterias intestinales, lo que ejerce un efecto protector frente a tóxicos derivados de los alimentos, incluidas las nitrosaminas”. En los individuos con consumos más bajos de fibra (≤ 11g/día), una mayor ingesta de nitrato multiplicó por 2,3 la probabilidad de padecer un cáncer de próstata, mientras que en aquellos con consumos más altos de fibra (>11g/día), una mayor ingesta de nitrato no se asoció con mayor probabilidad de cáncer de próstata.

Los investigadores esperan que sus hallazgos ayuden a concienciar sobre los potenciales efectos nocivos de los contaminantes presentes en el agua sobre el medioambiente y la salud humana y a que los responsables adopten medidas para reducir los niveles de nitratos para lo que proponen, por ejemplo, “acabar con el uso indiscriminado de fertilizantes y pesticidas” y promover dietas que prioricen la salud global disminuyendo el consumo de alimentos de origen animal, especialmente la carne.

Actualizado: 10 de marzo de 2023

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