Revelan que el consumo de queso y otros lácteos puede provocar pesadillas

Si tienes pesadillas después de comer queso un estudio podría aclarar la razón, ya que sugiere que consumir lácteos puede afectar negativamente al sueño, sobre todo en personas con intolerancia a la lactosa, al provocar molestias digestivas que alteran los sueños.
Sombra alargada de dos manos sobre una pared amarilla

01/07/2025

Una de las pautas recomendadas para una adecuada higiene del sueño es tomar una cena frugal y hacerlo al menos tres horas antes de irse a la cama para que dé tiempo a hacer la digestión. Y, llevándolo al extremo, hasta hay un refrán que dice que "de grandes cenas están las sepulturas llenas", lo que pone de relieve la influencia de la dieta en el descanso nocturno. Ahora, un estudio ha encontrado que un excesivo consumo de lácteos también podría arruinar el sueño. 

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Un equipo de investigadores de la Universidad de Montreal entrevistó a más de 1.000 estudiantes sobre la calidad de su sueño, sus hábitos alimenticios y cualquier vínculo percibido entre ambos, y encontraron una fuerte asociación entre las pesadillas y la intolerancia a la lactosa, posiblemente porque los gases o el dolor de estómago nocturno influyen sobre el tipo de sueños que se tienen. Sus hallazgos se han publicado en Frontiers in Psychology1.

"La gravedad de las pesadillas está estrechamente relacionada con la intolerancia a la lactosa y otras alergias alimentarias", afirmó el Dr. Tore Nielsen, de la Universidad de Montreal, autor principal del artículo publicado en Frontiers in Psychology2. "Estos nuevos hallazgos implican que modificar los hábitos alimenticios de las personas con ciertas sensibilidades alimentarias podría aliviar las pesadillas. También podrían explicar por qué las personas suelen culpar a los lácteos de las pesadillas".

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Si bien ya se sabía que la alimentación afecta al sueño se dispone de poca evidencia que demuestre o refute esta hipótesis. Para analizarlo, los investigadores encuestaron a 1.082 estudiantes de la Universidad MacEwan a los que preguntaron sobre el tiempo y la calidad del sueño, los sueños y las pesadillas, y cualquier asociación percibida entre diferentes tipos de sueños y diferentes alimentos. También preguntaron sobre la salud mental y física de los participantes y su relación con la comida.

Trastornos gastrointestinales asociados al consumo de lácteos

Aproximadamente un tercio de los encuestados informó que tenía pesadillas frecuentes. Las mujeres eran más propensas a recordar sus sueños y a referir mal sueño y pesadillas, y casi el doble de propensas que los hombres a reportar intolerancia o alergia alimentaria. Alrededor del 40% de los participantes afirmó creer que comer tarde o consumir ciertos alimentos afectaba su sueño; aproximadamente el 25% pensaba que ciertos alimentos podían empeorarlo.

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Las personas que comían de forma menos saludable tenían más probabilidades de tener sueños negativos y menos probabilidades de recordarlos. "Nos preguntan con frecuencia si la comida afecta los sueños, especialmente los periodistas que viajan a vacaciones gastronómicas", dijo Nielsen. "Ahora tenemos algunas respuestas".

La mayoría de los participantes que atribuyeron su mal sueño a los alimentos que habían consumido consideraron que los dulces, las comidas picantes o los lácteos eran los responsables. Solo una proporción comparativamente pequeña (el 5,5%) de los encuestados sintió que lo que comía afectaba la intensidad de sus sueños, pero muchos afirmaron que los dulces o los lácteos hacían sus sueños más perturbadores o extraños.

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Al comparar los informes de intolerancias alimentarias con los de pesadillas y falta de sueño, los autores descubrieron que la intolerancia a la lactosa se asociaba con síntomas gastrointestinales, pesadillas y mala calidad del sueño. Es posible que el consumo de lácteos provoque trastornos gastrointestinales y que las molestias resultantes afecten los sueños y la calidad del descanso.

La mayoría de los participantes que atribuyeron su mal sueño a los alimentos que habían consumido consideraron que los dulces, las comidas picantes o los lácteos eran los responsables

"Las pesadillas son peores para las personas intolerantes a la lactosa que sufren síntomas gastrointestinales severos y cuyo sueño se ve interrumpido", dijo Nielsen. Esto tiene sentido, ya que sabemos que otras sensaciones corporales pueden influir sobre el sueño. Las pesadillas pueden ser muy perturbadoras, sobre todo si son frecuentes, ya que suelen hacer que las personas despierten en un estado disfórico y también provocar conductas de evitación del sueño, que en ambos casos pueden impedir un descanso reparador.

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Esto también podría explicar por qué menos participantes informaron sobre un vínculo entre su comida y sus sueños que en un estudio anterior de Nielsen y su colega, el Dr. Russell Powell, de la Universidad MacEwan, realizado 11 años antes en una población similar. Una mayor conciencia sobre las intolerancias alimentarias podría significar que los estudiantes del presente estudio consumieran menos alimentos que pudieran activar sus intolerancias y afectar su sueño. De ser así, intervenciones dietéticas sencillas podrían ayudar a las personas a mejorar su sueño y su salud general.

Sin embargo, además del sólido vínculo entre la intolerancia a la lactosa y las pesadillas, no está claro cómo funciona la relación entre el sueño y la dieta. Es posible que las personas duerman peor porque comen peor, pero también es posible que coman mal porque no duermen bien, o que otro factor influya tanto en el sueño como en la dieta. Se necesitarán más investigaciones para confirmar estos vínculos e identificar los mecanismos subyacentes.

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"“Necesitamos estudiar a más personas de diferentes edades, de diferentes ámbitos sociales y con distintos hábitos alimenticios para determinar si nuestros resultados son realmente generalizables a la población general”, ha destacado Nielsen. “También se necesitan estudios experimentales para determinar si las personas pueden detectar realmente los efectos de alimentos específicos en los sueños. Nos gustaría realizar un estudio en el que les pidamos a las personas que consuman productos de queso en comparación con un alimento de control antes de dormir para ver si esto altera su sueño o sus sueños”, concluye.

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  • 1
    Tore Nielsen, Jade Radke, Claudia Picard-Deland, y Russell Arnold Powell. «More Dreams of the Rarebit Fiend: Food Sensitivity and Dietary Correlates of Sleep and Dreaming». Frontiers in Psychology, vol. 16, Frontiers Media SA, 2025, doi:10.3389/fpsyg.2025.1544475.
  • 2

    Angharad Brewer Gillham. “Cheese May Really Be Giving You Nightmares, Scientists Find  - Frontiers.” Frontiers Science News, 1 July 2025, https://www.frontiersin.org/news/2025/07/01/cheese-may-really-be-giving-you-nightmares-scientists-find-frontiers-psychology.

Actualizado: 1 de julio de 2025

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