Así dañan las bebidas energéticas a los jóvenes: adicciones y peores notas

El consumo habitual de bebidas energéticas está aumentando entre los adolescentes según los datos del estudio ESTUDES, que pone de manifiesto los riesgos que tienen para la salud de los jóvenes, especialmente cuando se mezclan con alcohol.
Joven bebiendo una bebida energética sentado en un banco del parque

20/02/2024

Las bebidas energéticas son muy populares entre los adolescentes, que las utilizan para combatir la fatiga y potenciar la concentración en época de exámenes, aumentar su rendimiento deportivo, o mezclarlas con alcohol en las salidas nocturnas. Se promocionan como bebidas refrescantes destinadas a mejorar la resistencia física, la energía y la sensación de bienestar, y “contienen una mezcla de compuestos que incluyen la cafeína, glocuronolactona y vitaminas. Algunas atribuyen sus propiedades estimulantes a aminoácidos como la taurina, o a su contenido en extractos de hierbas como el ginseng o la guaraná, y en algunos casos se agregan minerales, inositol y carnitina1-”, señalan desde el Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones del Ministerio de Sanidad.

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Sin embargo, hace tiempo que se alerta sobre los riesgos asociados a su consumo, y desde este mismo observatorio advierten que tienen importantes impactos a nivel cerebral y metabólico y que “la ingesta regular de bebidas energéticas se ha asociado a la sobredosis de cafeína, la hipertensión, la pérdida de masa ósea y la osteoporosis. Entre los efectos secundarios resultantes del consumo regular se destacan palpitaciones, insomnio, náuseas, vómitos y micción frecuente”.

Los adolescentes son uno de los grupos que más bebidas energéticas consume. Los datos de la última Encuesta sobre Alcohol y Drogas en Enseñanzas Secundarias en España (ESTUDES) revelan que un 37,7% de los estudiantes de 12 y 13 años de 1º y 2º de la ESO ha consumido bebidas energéticas (Red Bull, Burn, Monster, Coca-Cola Energy, etcétera) en los últimos 30 días; un consumo aproximadamente diez puntos inferior al de los estudiantes de 14 a 18 años, lo que confirma que, a medida que aumenta la edad de los estudiantes, se incrementa también el consumo de este tipo de bebidas, que llegan a su máxima prevalencia en los jóvenes de 18 años con consumos próximos al 50%.

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En cuanto al consumo de bebidas energéticas mezcladas con alcohol en los últimos 30 días su prevalencia alcanza el 10,2%, frente a casi el doble obtenido para los alumnos de 14 a 18 años (19,5%) y se confirman también unos mayores consumos a medida que aumenta la edad de los estudiantes. Atendiendo a las diferencias por sexo, se observa que los consumos tanto de bebidas energéticas solas como mezcladas con alcohol son superiores entre hombres que entre mujeres en ambos tramos de edad.

Abuso de cafeína y otros estimulantes incluidos en las bebidas energéticas

El exceso de cafeína puede provocar desde alteraciones del sueño a trastornos psicológicos, emocionales y de conducta y problemas cardiovasculares, pero, además, las bebidas energizantes pueden generar dependencia física y tolerancia a la cafeína, de forma que se necesite aumentar la dosis para obtener los mismos efectos.

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La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha determinado que una dosis segura de cafeína es de hasta 200 mg por toma, lo que equivale a unos 3 mg por kilogramo de peso corporal para adultos (no embarazadas) y menores. Por ejemplo, para un adolescente que pese 50 kg, la dosis máxima segura sería de 150 mg.

Sin embargo, muchas bebidas energéticas disponibles en el mercado contienen cantidades de cafeína que igualan o superan los 150 mg por envase. Esto ha sido señalado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que ha revisado los niveles de cafeína indicados en las etiquetas de estas bebidas. Para la OCU, calcular el contenido de cafeína en 100 ml de bebida no presenta problemas. Pero la situación cambia cuando se considera la cantidad de cafeína por tamaño de la porción. “Si una lata se toma como una sola porción y muchas de estas latas son de 500 ml, las concentraciones de cafeína se duplican, lo que para un adolescente significa una dosis considerable de cafeína”, alertan desde la organización.

Además de cafeína, estas bebidas suelen contener otras sustancias estimulantes como taurina, L-carnitina o glucoronolactona y, frecuentemente, altos niveles de azúcar

En concreto, hay al menos 9 bebidas energéticas que igualan o superan la cantidad máxima de cafeína aconsejada para adolescentes. Las bebidas con más de 150 mg de cafeína para un adolescente de 50 kg son:

  • 'Reign Melón Manía' (envase 500 ml), con 200 mg de cafeína
  • 'Nocco Juicy Melba' (envase 330 ml), con 181,5 mg de cafeína
  • 'Monster Energy' (envase 500 ml), con 160 mg de cafeína;
  • 'Monster Juiced Monster' (envase 500 ml), con 160 mg de cafeína;
  • 'Energy drink', de Mercadona (envase 500 ml), con 160 mg de cafeína;
  • 'Furious Energy Drink', de Mercadona (envase 500 ml), con 160 mg de cafeína;
  • 'Burn Original' (envase de 500 ml), con 160 mg de cafeína;
  • 'Rockstart Original No sugar' (envase 500 ml), con 155 mg de cafeína;
  • 'PepsiCo Energy Drink Original' (envase 500 ml), con 155 mg de cafeína.

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Más riesgo de abusar del alcohol y las drogas y peores resultados académicos

Además de cafeína, estas bebidas suelen contener otras sustancias estimulantes como taurina, L-carnitina o glucoronolactona, cuyas concentraciones no siempre se detallan en la etiqueta, junto con una variedad de aditivos y, frecuentemente, altos niveles de azúcar. La mezcla de bebidas energéticas con alcohol es aún más alarmante porque puede llevar a un consumo más extenso y prolongado de alcohol, porque los efectos estimulantes de estas bebidas reducen la sensación de cansancio y ayudan a permanecer despierto, lo que con frecuencia produce un estado de 'borrachera completamente lúcida', que incrementa los riesgos para la salud.

La prevalencia de consumo de bebidas energéticas en el último mes es superior entre aquellos que han consumido en el mismo período otras sustancias psicoactivas (alcohol, tabaco y otras sustancias ilegales) o han realizado patrones de riesgo (borracheras o binge drinking). En este sentido, destaca lo extendido que está el consumo de bebidas energéticas entre aquellos que han consumido cannabis en el último mes (37,1%), entre aquellos que se han emborrachado (32,9%) y entre aquellos que han hecho binge drinking (26,4%).

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Respecto a las características sociodemográficas de aquellos estudiantes que han consumido bebidas energéticas en los últimos 30 días se observa que los estudiantes que han bebido bebidas energéticas sacan peores notas de media, repiten más cursos o hacen más pellas que el resto de los estudiantes que no han consumido éstas en el último mes. Estas diferencias son todavía mayores en aquellos estudiantes que han consumido bebidas energéticas mezcladas con alcohol.

Riesgo de mezclar bebidas energéticas con cocaína rosa

La policía está investigando la muerte de un chico de 14 años que ocurrió el pasado viernes 16 de febrero en Getafe (Madrid), supuestamente tras ingerir el contenido de una lata de Red Bull con dos gramos de la denominada cocaína rosa o tusi. El fatídico desenlace se produjo sobre las 10 de la noche frente a la estación de metro de Los Espartales, donde la víctima y dos amigos habían quedado con otros jóvenes por Instagram. Al principio se dijo que estas personas habían echado la droga en la bebida a escondidas, pero otra versión, basada en el relato de sus amigos, indica que Ryan tomó la droga voluntariamente.

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Los riesgos asociados al creciente consumo de bebidas energéticas en la población adolescente llevaron en diciembre pasado a la Comisión Institucional de Seguridad Alimentaria, con la participación de las Comunidades Autónomas, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) y la Dirección General de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, y a propuesta de Aragón, a acordar formar un grupo de trabajo para evaluar los riesgos asociados a las bebidas energéticas y considerar posibles regulaciones sobre su venta a menores.

Actualizado: 20 de febrero de 2024

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