Variantes ómicron BQ.1 y Perro del infierno, ¿son preocupantes?

La incidencia del COVID-19 aumenta en España y BQ.1 –Tifón, una subvariante de ómicron procedente de la BA.5– y su sublinaje BQ.1.1 –apodada 'Perro del infierno'–, ambas variantes de interés, podrían ser la causa. Conoce sus síntomas y riesgos.
Variante de ómicron BQ.1

Por: Eva Salabert

Periodista experta en salud

Actualizado: 5 de mayo de 2023

La subvariante de ómicron BQ.1 procede de la BA.5 y ya se detectó en las aguas residuales de Cataluña a principios de octubre. A BQ.1 y su sublinaje BQ.1.1 se las conoce como 'Typhon' y 'Perro del infierno', la segunda en referencia a Cerbero o Cancerbero, el perro del Dios Hades en la mitología griega, que tenía tres cabezas y guardaba las puertas del inframundo para evitar que escapasen los muertos y entrasen los vivos, mientras que Typhon (Tifón) es el nombre del monstruo que engendró a Cerbero. Probablemente se convertirán en las variantes del SARS-CoV-2 dominantes este otoño-invierno en España. De hecho, y según ha señalado la ministra de Sanidad, Carolina Darias, la BQ.1 y su versión BQ.1.1 serán los linajes dominantes a finales de noviembre o principios de diciembre en nuestro país. ¿Por qué preocupa su llegada?

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Por qué se están propagandpo más las variantes BQ.1 y Perro del infierno

Ambas subvariantes se están propagando por Europa con rapidez, se han detectado en al menos cinco países de la Unión Europea (incluido España), y constituyen el 25% de los casos de infección por coronavirus en Francia, el 10% en Bélgica y el 5% en Italia. En nuestro país ya suponían el 2,7% de los casos a principios de noviembre, según datos del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES). Además, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC) ha designado el linaje BQ.1 y sus sublinajes (incluyendo BQ.1.1) como variantes de interés, y ha estimado que superarán el 50% de los contagios en Europa a finales de noviembre o principios de diciembre. Y estiman que a comienzos de 2023 podrían representar más del 80% de los casos.

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La mayoría de las subvariantes que están circulando (el 75%) descienden de BA.5, y comparten mutaciones que, al parecer, las hace más resistentes a la inmunidad generada por las vacunas o infecciones previas, e incluso se ha observado que son resistentes a algunos fármacos empleados para tratar el COVID, como Evusheld. Hasta ahora, la OMS ha utilizado letras griegas para denominar las variantes del coronavirus que se iban detectando y, aunque algunos científicos han comenzado a denominar algunas de las subvariantes procedentes de ómicron con nombres como Typhon, Cerberus, Aeterna, Gryphon, etcétera, son apodos que no han utilizado las autoridades de salud pública ya que piensan que podrían generar confusión. Sin embargo, son muchos los que creen que la población empieza a despreocuparse del COVID y a desconectar de las medidas de prevención ante tanta sigla, y de aquí que se recurrar a este tipo de denominaciones para recaptar la atención de la gente y que se aumente la protección ante las nuevas subvariantes.

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La no obligatoriedad del uso de mascarillas en interiores –salvo en determinados espacios, como centros socio-sanitarios (hospitales, farmacias, residencias de ancianos…) o el transporte público, y el hecho de que en los meses más fríos las reuniones sociales se hagan en interiores, que tampoco sea obligatorio el aislamiento domiciliario en los casos leves de COVID-19 y que se hayan eliminado las medidas anti-COVID en los colegios, pueden contribuir a la propagación de todas estas variantes.

Test positivo de la subvariante de ómicron BQ.1

De hecho, los datos del Ministerio de Sanidad muestran que se está produciendo una tendencia al alza en el número de casos de COVID-19 registrados en nuestro país porque a fecha 14 de octubre se había notificado un total de 20.652 casos, el doble que la semana anterior, un incremento de 30 puntos en la incidencia, que alcanza casi los 200 casos por 100.000 habitantes, y que podría estar relacionado con la llegada a España de la variante BQ.1.

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Síntomas de la subvariante de ómicron BQ.1

Por supuesto, si damos positivo en un test no es fácil identificar qué variante nos afecta, sin embargo, puede haber algunos matices que nos ayuden a saberlo. Así, los síntomas de la variante BQ.1 del coronavirus SARS-CoV-2 son similares a los de variantes anteriores, y también pueden confundirse con los de otras infecciones del aparato respiratorio, pero los que se han encontrado con más frecuencia hasta ahora y antes los que hay que estar alerta son:

Qué riesgos representa BQ.1 en comparación con otras variantes

Pero la preocupación de los expertos se basa en la gran capacidad que tiene BQ.1 para evadir la respuesta inmune del organismo, y escapar tanto a la protección conferida por las vacunas contra el COVID, como a la que desencadenan los anticuerpos generados tras una infección previa, lo que se conoce como escape inmunológico, y que ya se había observado con otras subvariantes de ómicron, como la BA.2. Desde el ECDC también han advertido que "el aumento observado en la tasa de crecimiento de estos sublinajes probablemente se deba al escape inmunitario". Precisamente, de esta capacidad para 'escapar' le viene el sobrenombre de 'perro del infierno', aunque realmente Cerbero era el perro de tres cabezas guardián de Hades (el inframundo en la mitología griega), que aseguraba que los muertos no salieran y que los vivos no pudieran entrar

“BA.2.75.2 (otra versión de ómicron reciente) y BQ.1.1 son las variantes más evasivas de anticuerpos que se han encontrado, superando con creces a BA.5”

El virólogo Tom Peacock del Departamento de Enfermedades Infecciosas del Imperial College of London ha explicado en su cuenta de Twitter que “BQ.1.1 (un descendiente de BA.5) ha mostrado un crecimiento muy rápido en las últimas semanas, particularmente en el Reino Unido”, aunque advierte que todavía no hay datos disponibles “sobre antigenicidad, etcétera”. Un informe de la Agencia de Salud Pública del Reino Unido (UKHSA) señala que la capacidad de crecimiento de las variantes BQ.1 y BQ.1.1 es un 29% superior a BA.5, que es la que predomina actualmente, y su presencia ya se ha detectado en otros países de Europa y Estados Unidos, especialmente en Nueva York, según el Dr. Eric Topol, profesor de medicina molecular en Scripps Research (EE.UU.) y director del Instituto de Investigación Traslacional Scripps.

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Mujer con síntomas de la subvariante de ómicron BQ.1

BA.5 ya se consideraba muy contagiosa, y “BA.2.75.2 (otra versión de ómicron aparecida recientemente) y BQ.1.1 son las variantes más evasivas de anticuerpos que se han encontrado, superando con creces a BA.5”, ha afirmado el inmunólogo chino Yunlong Richard Cao que realizó un estudio junto a su equipo en el que analizaron 40 muestras de personas que habían recibido tres dosis de CoronaVac (de la farmacéutica Sinovac) y 100 procedentes de personas vacunadas y que se habían infectado posteriormente con la BA.1, BA.2 o BA.5. “En todos los casos, la capacidad de escapar a los anticuerpos era similar”, ha asegurado el científico. Los resultados de este trabajo se publicaron en septiembre en el servidor de preimpresión bioRxiv, ya que aún no han sido revisados por pares para su publicación en una revista científica.

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¿Nos protegerán las vacunas o la inmunidad natural contra BQ.1?

“La inmunidad que hemos generado frente a otras variantes ya no funciona. Es cierto que la protección por vacunas o por posibles infecciones todavía existe en nuestro organismo porque hemos generado anticuerpos, pero si hay una mutación no reconocida de una determinada variante, como es el caso actual, aumenta la posibilidad de contagio” ha explicado Nacho de Blas, epidemiólogo de la Universidad de Zaragoza en declaraciones al periódico Heraldo, que añade que “BQ.1 puede infectar a personas que supuestamente ya están inmunizadas. En cuanto a su gravedad, todavía es pronto para evaluarla, puesto que ya no es como al principio porque el virus se enfrenta a quienes ya han sobrevivido a otras infecciones”.

Respecto a las nuevas vacunas adaptadas a las variantes BA.4 y BA.5 de ómicron, el médico e investigador Eric Topol opina que no sabremos hasta qué punto las nuevas variantes eludirán las actuales vacunas hasta que su presencia no alcance el 30 o el 50% de los casos en alguna región, según ha declarado al portal Fortune. No obstante, este experto se ha aventurado a pronosticar que “no va a acabar con la eficacia de la vacuna, pero podría hacer mella en la protección contra las hospitalizaciones y las muertes”.

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