Introducir leche de vaca de forma pautada en la alimentación de los niños pequeños consigue evitar la reacción alérgica a este alimento, tal y como se demuestra en un estudio que ha llevado a cabo un grupo de alergólogos pediátricos de la Sociedad Española de Inmunología Clínica y Alergia Pediátrica (SEICAP).

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Los autores de la investigación, cuyos conclusiones se han publicado en Journal of Clinical and Experimental Allergy, han señalado que esta estrategia es sumamente eficaz pero que han comprobado que, cuanto antes se lleve a cabo, más efectiva es. Así, el doctor Antonio Martorell, del Hospital General de Valencia, ha explicado que los mejores resultados se consiguen con los niños menores de tres años, mientras que las posibilidades de éxito se reducen a medida que se van haciendo mayores. 

Esta estrategia obtiene mejores resultados con los niños menores de tres años, mientras que las posibilidades de éxito se reducen a medida que se van haciendo mayores

Once hospitales españoles participaron en el estudio, que analizó a niños y niñas de entre 24 y 36 meses de edad con alergia, y comprobó que la tolerancia a la leche de vaca se incrementó en nueve de cada diez niños después de ingerirla de forma progresiva; mientras que evitar este alimento, que es la terapia que se emplea habitualmente, sólo tuvo éxito en uno de cada diez niños.

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Alrededor del 3,5% de los niños españoles son alérgicos a alimentos como la leche y el huevo, que aumenta al 6% cuando se trata de menores de tres años. Generalmente, la primera alergia alimentaria se produce como reacción frente a la proteína de la leche de vaca, y las recomendaciones para evitar los síntomas que produce se basan en no tomar los alimentos que la desencadenan, con el fin de que, con el tiempo, el paciente termine por tolerarlos. Sin embargo, los expertos han constatado que eludiendo permanentemente los alimentos que producen alergia no siempre se logra la desaparición del problema.

Por este motivo, hace años que los alergólogos pediátricos comenzaron a emplar otras terapias, como el tratamiento de inducción de tolerancia específica, que pretende incrementar el umbral de tolerancia de los pacientes, manteniendo el consumo de leche para evitar posibles recaída, aunque hasta el momento esta terapia no había demostrado su efectividad al aplicarse a edad temprana. Los especialistas están estudiando la posibilidad de probarla también en bebés, así como para tratar la alergia al huevo.

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Fuente: EUROPA PRESS

Actualizado: 29 de agosto de 2017

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