Los síntomas de psoriasis pueden mejorar hasta un 75% con dieta mediterránea

La psoriasis es una patología de carácter autoinmune que se manifiesta con áreas rojizas e inflamadas en la piel en las que aparece prurito, dolor y sangrado. Fue reconocida como enfermedad por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 20141 y aumenta el riesgo de desarrollar otros problemas de salud, desde artritis psoriásica a eventos cardiovasculares, diabetes, obesidad, etcétera.

Se calcula que alrededor de 125 millones de personas en todo el mundo padecen esta enfermedad2, mientras que en España afectaba al 1,9% de la población en 2022, según un estudio3 que revelaba que entre 2018 y 2022 su prevalencia se había incrementado un 43,3%, pasando de 692.317 a 991.832 casos.

En la actualidad no tiene cura, pero un nuevo estudio realizado por investigadores españoles del Hospital Ramón y Cajal de Madrid sugiere que su sintomatología se podría aliviar con una intervención dietética. Estos expertos analizaron si la dieta mediterránea podía influir en la gravedad de la psoriasis en pacientes con formas leves o moderadas, tal y como ya sugerían algunos estudios observacionales.

Sus resultados se han publicado en la revista JAMA Dermatology4 y han demostrado que seguir una dieta mediterránea puede reducir de forma notable los síntomas de la psoriasis mejorar la calidad de vida y favorecer la salud general de los pacientes, reforzando la idea de que la alimentación desempeña un papel clave en el control de enfermedades inflamatorias crónicas.

La dieta como herramienta complementaria al tratamiento de la psoriasis

La dieta mediterránea es conocida por sus propiedades antiinflamatorias y beneficios cardiovasculares, pero apenas existen ensayos clínicos que hayan evaluado su efecto específico en la psoriasis. Los científicos plantearon que, al ser rica en vitaminas antioxidantes como el betacaroteno, la C y la E, así como en polifenoles, esta dieta podría ayudar a reducir el estrés oxidativo y la inflamación de quienes padecen esta dolencia.

El ensayo clínico, denominado MEDIPSO (Impacto de la dieta mediterránea en pacientes con psoriasis), incluyó a 38 adultos con una edad media de 46 años. Durante 16 semanas, la mitad de los participantes siguió un plan de dieta mediterránea supervisado por nutricionistas, con un extra de aceite de oliva, mientras que el grupo de control optó por una dieta baja en grasas.

Al término del estudio, se evaluaron tanto la evolución de la psoriasis como otros factores: adherencia a la dieta, parámetros metabólicos, marcadores inflamatorios en sangre y cuestionarios de salud percibida por los propios pacientes.

Los pacientes que siguieron la dieta mediterránea redujeron de media 3,4 puntos según el índice PASI que mide la extensión y la severidad de la enfermedad (de 2 a 10 puntos), frente a prácticamente ningún cambio en el grupo control

Los datos fueron contundentes. Según el índice PASI, que mide la extensión y la severidad de la enfermedad (de 2 a 10 puntos), los pacientes que siguieron la dieta mediterránea redujeron de media 3,4 puntos, frente a prácticamente ningún cambio en el grupo control. Además, casi la mitad de quienes siguieron esta dieta (9 de 19, es decir, un 47,4%) experimentaron una mejoría del 75% en la severidad de la psoriasis en tan solo 16 semanas.

Este grupo también mostró una disminución significativa de la hemoglobina glicosilada, un dato importante porque la psoriasis suele ir asociada a enfermedades como la diabetes tipo 2 y los problemas cardiovasculares. Más allá de los indicadores clínicos, los pacientes reportaron dormir mejor y experimentar menos ansiedad, así como una notable mejora en su calidad de vida.

En su artículo, los investigadores concluyen que “una intervención con dieta mediterránea de 16 semanas mejoró significativamente la gravedad de la psoriasis en pacientes con enfermedad leve a moderada que recibieron terapia tópica estable. Estos hallazgos sugieren que la incorporación de estrategias dietéticas podría ser beneficiosa como terapia complementaria en el manejo de la psoriasis”.

Aunque el estudio no especifica el menú exacto, la dieta mediterránea se compone principalmente de frutas, verduras, legumbres, frutos secos, cereales integrales, pescado y aceite de oliva, alimentos que aportan una gran variedad de nutrientes y compuestos vegetales con beneficios probados. De hecho, este patrón alimentario ya ha demostrado ser eficaz en la prevención de enfermedades cardiovasculares y en la mejora de la función cerebral.