Movimientos fetales
Los movimientos fetales tienen un gran valor preventivo: observa durante la gestación cómo y cuándo se mueve tu bebé para saber que está creciendo bien o, por el contrario, acudir a tu médico si intuyes que algo va mal.

Control casero de los movimientos fetales

Amparo Luque

Por: Amparo Luque

Periodista experta en embarazo e infancia

Actualizado: 29 de julio de 2022

Como futuras mamás, desde que comenzamos a notar a nuestro bebé en el vientre, estableceremos un patrón habitual de sus movimientos y haremos un seguimiento. Así, cuando percibamos que este patrón cambia, deberemos consultar con un médico, ya que pueden estar produciéndose problemas de crecimiento fetal. 

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El tercer trimestre de gestación es un momento clave. La percepción materna de una disminución de los movimientos fetales durante esta etapa es motivo de consulta frecuente en los servicios de Urgencias (5-15% de las embarazadas). Un punto de inflexión se produce en la semana 34, cuando el bebé ya tiene un tamaño considerable y dispone de menos espacio en el útero, lo que no le permite moverse con tanta facilidad e influye en que la madre lo note menos. Además, en este momento de la gestación también aumentan los períodos de sueño fetal (los ciclos de sueño van pasando de unos 40 a unos 70 minutos), por lo que el patrón de los movimientos cambia.

Pero que los movimientos disminuyan ligeramente o se hagan más limitados y definidos no tiene porqué conllevar ningún problema fetal; eso sí, es importante consultar siempre que tengamos dudas. “Lo que nos indican los movimientos fetales es que el bebé está desarrollándose bien, por eso los usamos como un método de cribado en las embarazadas. Enseñamos a todas las gestantes a fijarse en ellos a partir del tercer trimestre, les damos un documento informativo sobre qué son, cómo se los van a notar y cómo aprender a vigilar la manera en que se mueve su bebé” aclara Eduard Gratacós, director de BCNatal.

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Desde los seis meses, prosigue el experto, les indicamos que deben consultar con la matrona o el ginecólogo en un plazo máximo no superior a las 24 horas si no notan claramente ningún movimiento o si durante dos horas perciben menos de 10 movimientos del bebé (se recomienda observarlo después de las comidas y tumbada sobre el lado izquierdo).

Seguramente no pase nada, pero es una de las formas más efectivas de detectar problemas del crecimiento fetal. “Las ecografías no se hacen todos los meses, por lo que esta observación materna nos permite efectuar un mejor seguimiento y estar atentos ante cualquier problema; es un método muy efectivo de control médico y está demostrado que reduce la mortalidad a término”, asegura el Dr. Gratacós.

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Creado: 15 de junio de 2015

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