Los niños con perro tienen menos riesgo de ansiedad

Los niños que conviven con perros desde pequeños se benefician de grandes ventajas, y un nuevo estudio revela que la compañía de estas mascotas reduce el riesgo de desarrollar ansiedad infantil.
Niña sonríe sentada junto a su perro en el campo

La interacción con perros favorece que disminuyan los niveles de cortisol, la hormona que causa el estrés.

A los múltiples beneficios contrastados de tener un perro como mascota se ha añadido un nuevo descubrimiento: los niños que conviven con un can en su hogar tienen una menor probabilidad de padecer ansiedad, tal como ha revelado una investigación realizada por el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Oklahoma (EEUU) junto con la Escuela de Medicina Dartmouthse, que se ha publicado en la revista Preventing Chronic Disease.

Los niños que tienen perro suelen hablar con el animal, lo que favorece su sociabilización y libera su tensión

Los niños que tienen perro suelen hablar con el animal, lo que favorece su sociabilización y libera su tensión. El estudio analizó durante 18 meses a 643 niños de entre seis y siete años, el 96% de ellos de raza blanca. Su principal objetivo era comprobar si los pequeños que disfrutaban de la compañía de perros presentaban un mejor Índice de Masa Corporal (IMC) y, a su vez, relacionar este parámetro con el tiempo que pasaban frente a las pantallas, ya sea viendo la televisión o jugando con ordenadores.

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Los resultados de la investigación determinaron que el IMC y el tiempo de exposición a las pantallas no variaba en exceso entre los niños que tenían perros y los que no, sin embargo, observaron que lo que sí cambiaba era el riesgo de desarrollar ansiedad infantil. Del total de los pequeños analizados, el 58% convivía con perros y, de estos, el 12% dio positivo en una prueba que detectaba la ansiedad, mientras que el resto de los estudiados que no tenían un can, tuvieron como resultado un 21%.

Como conclusión, los autores de la investigación han declarado que los perros son capaces de minimizar la ansiedad que pueden padecer lo niños al relacionarse en sociedad o al alejarse de sus padres. Esto es posible porque los más pequeños hablan con sus perros, lo que les ayuda a liberar la tensión y a sociabilizar con las personas de su entorno.

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Existen numerosos estudios, además de éste, que demuestran los grandes beneficios psicológicos y físicos de tener un perro en casa, entre los que destacan que estos animales tienen la capacidad de ayudar a niños con problemas de comportamiento, evitando que éstos vayan a más durante la adolescencia. También se ha determinado que la interacción con perros favorece que disminuyan los niveles de cortisol, la hormona que causa el estrés, y aumenta la oxitocina, la hormona encargada de la sensación de felicidad, e incluso que los niños que crecen con perros tienen menos riesgo de desarrollar asma.

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Actualizado: 21 de junio de 2017

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