Los preadolescentes que abusan de las pantallas tienen más obesidad

Los niños de entre 9 y 10 años que se exceden en el uso de las pantallas tienen más riesgo de desarrollar obesidad, pues abusar de estos dispositivos reduce considerablemente la actividad física y fomenta el sedentarismo.
Pantallas en niños asociadas a obesidad

30/06/2021

Los niños y adolescentes dedican cada vez más tiempo a interactuar con pantallas, como tablets o smartphones, y aunque han crecido con estos dispositivos, es necesario limitar su uso porque a estas edades propicia un sedentarismo que puede acabar pasando factura a su salud. Prueba de ello es un estudio realizado en Estados Unidos en el que se ha encontrado que pasar mucho tiempo delante de las pantallas entre los nueve y los 10 años aumenta el riesgo de obesidad.

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En la investigación, que se ha publicado en la revista Pediatric Obesity, se ha analizado el índice de masa corporal (IMC) de 11.066 preadolescentes que respondieron a preguntas sobre el tiempo que dedicaron a seis tipos de hábitos distintos con pantallas, entre los que se encuentran las redes sociales, la televisión y el envío de mensajes de texto.

“Los niños están expuestos a más anuncios de comida y son propensos a comer bocadillos y comer en exceso mientras se distraen frente a las pantallas”

Los resultados mostraron que cada hora extra que pasaban los preadolescentes viendo vídeos de Youtube, programas de televisión, chateando por vídeo, jugando a videojuegos o mandando mensajes de texto, aumentaba más el riesgo de subir de peso en el periodo de un año. Los jóvenes mostraron unas tasas de obesidad del 33,7% al comienzo del estudio, y de 35,5% un año después.

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Más comida basura cuando los niños usan pantallas

“El tiempo frente a la pantalla es a menudo sedentario y puede reemplazar el tiempo para la actividad física. Los niños están expuestos a más anuncios de comida y son propensos a comer bocadillos y comer en exceso mientras se distraen frente a las pantallas”, aclara Jason Nagata, autor principal del estudio.

Los jóvenes mostraron unas tasas de obesidad del 33,7% al comienzo del estudio, y de 35,5% un año después

No hay que demonizar las pantallas, pues también pueden tener beneficios como cuando son utilizadas durante la pandemia de COVID-19 para socializar y poder llevar a cabo las clases de educación a distancia. Sin embargo, los padres deben tener en cuenta que pasar muchas horas delante de estos dispositivos hace que el niño adopte una actitud pasiva, reduzca su actividad física, y seguramente coma más y alimentos de peor calidad.

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Por todo ello, los investigadores hacen hincapié en la necesidad de que los progenitores hablen con sus hijos y desarrollen un plan familiar sobre el uso de las pantallas en casa, de esta manera se podrá fijar unas horas concretas y los niños no abusarán de la utilización de estos dispositivos y mantendrán mejor su salud.

Actualizado: 5 de mayo de 2023

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