Niservimab reduce hasta un 83% la hospitalización de bebés por el VRS

02/05/2025
El virus respiratorio sincitial (VRS) es una infección respiratoria que afecta sobre todo a los niños y resulta especialmente grave en recién nacidos y menores de dos años, así como en los adultos mayores y personas con enfermedades crónicas. Es muy contagioso y se estima que provoca alrededor de 3,6 millones de ingresos hospitalarios y la muerte de unos 100.000 niños menores de cinco años anualmente. El 97% de estos fallecimientos se producen en países de bajos y medianos ingresos donde el acceso a la asistencia sanitaria es limitado.
Existen vacunas para prevenir la infección por VRS. Una de ellas es nirsevimab, un tipo de anticuerpo de acción prolongada que ha demostrado efectividad para para prevenir infecciones respiratorias por el virus respiratorio sincitial en ensayos clínicos. Sin embargo, estos ensayos se realizan en condiciones controladas que no siempre reflejan la vida real, por lo que era necesario evaluar cómo funcionaba este medicamento en diferentes países, situaciones clínicas, y en todo tipo de bebés, incluidos aquellos más expuestos al virus.
Ahora, un nuevo estudio ha recopilado datos de cinco países durante la primera temporada en la que se empezó a usar nirsevimab de manera generalizada, centrándose principalmente en bebés menores de 1 año, aunque también se ha incluido a algunos de hasta 2 años. En todos los casos, se comparó a quienes recibieron nirsevimab con quienes no lo recibieron, durante la misma temporada del virus.
Los resultados se han publicado en The Lancet Child & Adolescent Health y muestran que nirsevimab es muy eficaz para reducir ingresos hospitalarios por VRS (un 83% menos), ingresos en UCI (un 81% menos), e infecciones respiratorias graves (un 75% menos). Sin embargo, no se redujo la duración de la hospitalización en los bebés que tuvieron que ser ingresados a pesar de haber recibido el medicamento. También se observó que nirsevimab fue más efectivo en bebés mayores de 3 meses que en los más pequeños, y que su eficacia varió entre países. Estados Unidos tuvo los mejores resultados, seguido de España y Francia.
Una medida clave de prevención en los programas de inmunización infantil
Este trabajo se realizó siguiendo unas pautas internacionales conocidas como PRISMA, que aseguran que las revisiones científicas sean rigurosas. Se revisaron varias bases de datos médicas para encontrar estudios publicados entre enero de 2023 y febrero de 2025 sobre cómo funciona nirsevimab en el mundo real, es decir, fuera de los ensayos clínicos. No se puso límite al idioma ni al tipo de estudio.
Por “efectividad en el mundo real” nos referimos a cómo actúa este medicamento cuando se aplica en la práctica diaria, en niños reales, con condiciones diversas, y no solo en ambientes controlados como los de los ensayos clínicos, han explicado los autores en su artículo. La búsqueda se centró en bebés recién nacidos, menores de un año, o aquellos que estuvieran en su primera temporada de exposición al virus respiratorio sincitial (VRS).
Los principales aspectos que se analizaron para evaluar la efectividad del fármaco fueron: cuántos niños necesitaron hospitalización por el virus respiratorio sincitial, cuántos ingresaron en cuidados intensivos, cuántos desarrollaron infecciones respiratorias en las vías bajas (como bronquiolitis o neumonía), y cuánto tiempo permanecieron hospitalizados.
Los estudios se organizaron y filtraron con herramientas específicas, y dos investigadores revisaron cada uno de ellos por separado. Si no estaban de acuerdo, se consultaba a un tercero. Solo se incluyeron estudios con datos originales que compararan a niños que recibieron nirsevimab frente a los que no lo recibieron.
Este análisis confirma que nirsevimab es una herramienta muy eficaz para prevenir complicaciones por el virus respiratorio sincitial en bebés
También se valoraron estudios hechos en distintos países y se agruparon los resultados por edad, país y tipo de estudio. Además, se comprobó la calidad de cada uno con una herramienta específica que ayuda a detectar posibles errores o sesgos. Los resultados se analizaron usando métodos estadísticos para combinar datos y detectar diferencias significativas.
Respecto a las limitaciones del estudio, los investigadores han señalado que, aunque los resultados son muy positivos, hay que tener en cuenta algunos aspectos; por ejemplo, que la mayoría de los estudios eran observacionales, lo que puede introducir errores difíciles de controlar, o que no fue posible analizar el efecto según la edad gestacional del bebé, o si tenían enfermedades previas.
También reconocen que las diferencias entre países en cuanto a sistemas de salud o acceso al medicamento pueden influir en los resultados, que no se pudo evaluar si nirsevimab ayuda específicamente contra la bronquiolitis, aunque esta está incluida en las infecciones respiratorias graves, y que el tiempo transcurrido desde la vacunación también puede afectar a la protección, pero no hubo suficientes datos para analizarlo.
Este análisis confirma que nirsevimab es una herramienta muy eficaz para prevenir complicaciones por el virus respiratorio sincitial en bebés. Aunque no acorta los días de hospitalización si el niño enferma, sí reduce notablemente el riesgo de que llegue a necesitar hospitalización o cuidados intensivos, según indican los investigadores en sus conclusiones.
Es probable que factores como la edad del bebé, su peso, el momento de la vacunación o la situación del sistema sanitario influyan en su efectividad. Por eso, es importante seguir investigando para optimizar su uso según cada país o grupo de riesgo. Aun así, los datos respaldan su inclusión como una medida clave de prevención en los programas de inmunización infantil, concluyen.
Actualizado: 2 de mayo de 2025