Ventajas e inconvenientes del cojín de lactancia

Actualizado: 28 de junio de 2022
Muchas mamás consideran que contar con un cojín de lactancia no es indispensable y pueden pasar la etapa del amamantamiento perfectamente sin echarlo de menos, mientras que otras le dan mucho valor. Vamos a intentar describirte sus ventajas e inconvenientes, para que los conozcas y puedas decidir por ti misma si lo incorporas a tu ajuar.
Ventajas del cojín de lactancia
El mero hecho de lograr que te sientas más cómoda y que se puedan prevenir tensiones musculares y malas posturas, es lo que hace que el cojín de lactancia sea un buen accesorio. Pero además hay circunstancias en los que se convertirá en un elemento aún más práctico y muy de agradecer:
Inconvenientes del cojín de lactancia
Sin embargo, esta última ventaja se puede convertir en inconveniente ya que, según la complexión física de la mamá, el cojín puede resultar demasiado alto y dejar al bebé mal situado frente al pecho. O incluso puede llevar a colocar al pequeño tumbado en él en posición totalmente horizontal, y con el cuerpo mirando hacia el techo, lo que al final llevaría a que adoptara una postura forzada, que es precisamente lo que intentamos evitar con la almohada de lactancia. Por tanto, es fundamental mantenerse alerta respecto a la buena colocación del bebé.
Otro inconveniente puede ser que la madre se acostumbre a la lactancia con el cojín y cuando esté fuera de casa o no pueda disponer de él, no logre un correcto amamantamiento.
Y por último, un detalle para mayor comodidad, es que optes por un cojín de lactancia transpirable, para que no os dé mucho calor ni a ti ni a tu bebé.
Creado: 14 de octubre de 2014