El asma y la obesidad son dos problemas en aumento en la infancia. Pues bien, un estudio del Internacional Study of Asthma and Allergies in Childhood (ISAAC) ha revelado ahora la existencia de una conexión entre ambos problemas en el caso de los niños. Adoptar las pautas alimenticias de la Dieta Mediterránea y hacer ejercicio regularmente son las claves para manejar esta patología.

PUBLICIDAD

Al parecer, los datos investigados han revelado que el asma y la ganancia de peso corporal se desarrollan en paralelo, especialmente durante la pubertad, que es una etapa en la que se crece y madura rápidamente. El incremento de los casos de obesidad tiene su origen en un desequilibrio entre la ingesta de calorías y la escasez en el gasto de energía que se debe a una falta de ejercicio. De esta forma, los pacientes con asma que bajan de peso, también consiguen mejorar el control de la enfermedad.

Los pacientes con asma que bajan de peso, también consiguen mejorar el control de la enfermedad

En opinión de los expertos, para luchar contra el exceso de peso, no hay como difundir las ventajas de la dieta mediterránea entre niños y jóvenes, porque se trata de una alimentación que permite conseguir un buen aporte de antioxidantes, gracias a que proporciona un óptimo equilibrio entre alimentos como las frutas, hortalizas, pescado y carne, contribuyendo a prevenir la obesidad y a reducir la prevalencia del asma.

PUBLICIDAD

Si a una alimentación adecuada se le añade la práctica de ejercicio físico de forma regular, la calidad de vida de los niños mejora, sobre todo si presentan un trastorno asmático. Al realizar deporte, se expanden los pulmones, y con esto se previenen problemas futuros en las vías aéreas. Por supuesto, la actividad física tiene que adaptarse a la capacidad y gustos del menor. Practicar ejercicio no cura el asma, pero sí contribuye a que los pacientes manejen mejor su enfermedad.

Fuente: EUROPA PRESS

PUBLICIDAD

Actualizado: 25 de abril de 2017

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD