Expertos piden legislar el uso de grasas trans en Europa

La Fundación Española del Corazón ha vuelto a solicitar a la Comisión Europea que establezca normas que limiten el uso de grasas trans, y se informe en las etiquetas del contenido de estos lípidos en los alimentos.
Expertos piden legislar el uso de grasas trans en Europa
Algunos países europeos ya disponen de normativas que impiden que las grasas trans superen el 2% en los productos alimentarios.

La Fundación Española del Corazón (FEC) solicitó en 2011 a la Comisión Europea que legislara el uso de las grasas trans, cuyo empleo en la elaboración de productos alimentarios había sido prohibido en Estados Unidos; una petición que ha vuelto a reiterar porque hasta el momento en Europa solo está limitada la cantidad de ácidos grasos trans en fórmulas para lactantes y leches de continuación, en cuyo caso la directiva prohíbe que se supere el 3% de contenido graso total.

Las grasas trans son las más perjudiciales para la salud cardiovascular porque elevan los niveles de colesterol LDL (malo) y los triglicéridos, y reducen los niveles de colesterol HDL (bueno)

Otra excepción la constituyen países como Austria, Dinamarca, Islandia y Suiza, que disponen de una normativa que establece que las grasas trans no pueden superar el 2% en los productos alimentarios. En el resto de Europa, sin embargo, ni siquiera es obligatorio especificar en la etiqueta la cantidad de grasas trans que contiene un producto, sino que únicamente se informa al consumidor del total de grasas saturadas.

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Como ha explicado Leandro Plaza, presidente de la FEC, no solo debería ser obligatorio que la industria alimentaria reflejara en la etiqueta el contenido en grasas saturadas de un alimento, sino también el porcentaje de grasa trans que aporta para que los consumidores dispusieran de la información necesaria antes de elegir los alimentos.

De hecho, la FEC ha desarrollado una iniciativa que consiste en otorgar un sello distintivo a los productos que cumplen determinados criterios establecidos por los expertos que forman parte de su comité científico, y que incluyen la limitación del contenido en grasas trans, y que persigue un doble objetivo: que la industria elabore productos menos perjudiciales para la salud y que la población tenga la opción de decantarse por los más saludables.

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Se ha comprobado que, a pesar de ser de origen vegetal, las grasas trans son las más perjudiciales para la salud cardiovascular porque elevan los niveles de colesterol LDL (el malo) y los triglicéridos, y reducen los niveles de colesterol HDL (el bueno). Aunque la leche y algunas carnes contienen este tipo de lípidos, son los alimentos procesados los que más grasas trans contienen porque en la industria alimentaria se emplean para mejorar el sabor, la textura y la durabilidad de muchos productos.

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Actualizado: 7 de septiembre de 2022

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