Consecuencias de la avitaminosis para la salud y tratamiento

Actualizado: 29 de mayo de 2024
La avitaminosis o la hipovitaminosis pueden tener como consecuencia diversos problemas de salud e, incluso, originar enfermedades. Aunque cualquiera de las 13 vitaminas que se mencionan a continuación es susceptible de presentar un déficit, hay algunas cuya deficiencia es más habitual y están mejor estudiadas. Además, la distribución vitamínica en los alimentos no es homogénea, por lo que cuando una vitamina está presente en muchos y variados alimentos es menos probable que se produzca un bajo consumo o aporte.
Avitaminosis de vitaminas hidrosolubles
Las vitaminas hidrosolubles tienen la capacidad de disolverse en agua, por lo que se pierden fácilmente. Te explicamos los perjuicios que tiene para la salud el déficit de vitaminas hidrosolubles:
- Vitamina C o ácido ascórbico. Su deficiencia ocasiona una patología denominada escorbuto. Típica de marineros que realizaban largas travesías en épocas pasadas en las que no disponían de alimentos crudos y frescos. Provoca alteraciones bucales con debilidad y sangrado de encías y pérdida de piezas dentales, anemia, hemorragias y retardo en la cicatrización de heridas, alteraciones dermatológicas y del cabello, disminución del ritmo de crecimiento, aumento de infecciones, fracturas, etcétera.
- Vitamina B1 o tiamina. El beriberi está provocado por la carencia de tiamina, y se caracteriza por graves trastornos neurológicos como la irritabilidad, la confusión mental y la fatiga. También pueden existir síntomas cardiovasculares.
- Vitamina B2 o riboflavina. Su bajo aporte desencadena alteraciones en las mucosas, especialmente boca y ojos: inflamación de la lengua, sequedad ocular o lagrimeo persistente, etcétera.
- Vitamina B3 o niacina. La pelagra conlleva síntomas como alteraciones gastrointestinales y dermatológicas y demencia. Un signo externo visible es el denominado ‘collar de Casal’ donde aparecen coloraciones oscuras en forma de manchas dérmicas en cuello, muñecas y rodillas.
- Vitamina B5 o ácido pantoténico. Si sus niveles son bajos puede desencadenar alteraciones dermatológicas, digestivas y neurológicas.
- Vitamina B6 o piridoxina. Su déficit puede originar anemia y problemas neurológicos, nerviosos y digestivos.
- Vitamina B9 o ácido fólico. La anemia de tipo megaloblástico se puede ocasionar por su deficiencia. También retraso en el crecimiento físico y mental, así como malformaciones en el feto. Es importante destacar que el ácido fólico es el único folato que ha demostrado eficacia en la disminución de los defectos del tubo neural en el bebé y que otras formas de folato, metilfolato o sus marcas comerciales no han demostrado eficacia en este contexto.
- Vitamina B8 o biotina. Su deficiencia origina dermatitis, alteraciones gastrointestinales, neurológicas y musculares.
- Vitamina B12 o cobalamina. Puede provocar anemia perniciosa, problemas neuromusculares o sanguíneos.

Avitaminosis de vitaminas liposolubles
Las vitaminas liposolubles se pueden almacenar en los tejidos adiposos del cuerpo humano y en el hígado, por lo que es más fácil tener reservas de las mismas y su consumo diario no es tan necesario como en el caso de las hidrosolubles. Sin embargo, su déficit también causa problemas de salud como:
- Vitamina A. Su déficit provoca alteraciones oculares, siendo la más típica la ceguera nocturna por queratomalacia (la córnea se seca y se vuelva opaca). Asimismo ocasiona problemas dermatológicos y retraso en el crecimiento.
- Vitamina D. El raquitismo es producido por una carencia de esta vitamina y se caracteriza por el arqueamiento de las piernas, desmineralización ósea generalizada y ablandamiento del sistema esquelético, y aumento de las caries dentales.
- Vitamina K. Su escasez produce la enfermedad hemorrágica del recién nacido y hemorragias en el adulto.
- Vitamina E. La debilidad y la anemia y los problemas neurológicos son los síntomas más frecuentes de su carencia. Asimismo se relaciona con cierto grado de esterilidad.

Tratamiento de la avitaminosis
El primer paso para comenzar el tratamiento de la avitaminosis o la hipovitaminosis es el estudio y evaluación de la dieta del paciente, con el objetivo de conocer las causas que están provocando que sufra un déficit de vitaminas, y solventar los posibles errores que está cometiendo mediante una educación nutricional seria y rigurosa.
Es muy importante inculcar en la población, desde la infancia, el hábito de incluir en su dieta diaria alimentos de todos los grupos que figuran en la Pirámide de la Alimentación Saludable, sin excepción, en las cantidades y frecuencias recomendadas, y combatir falsos mitos en alimentación y peligrosas ideas que ponen en riesgo la salud de quien los sigue.
Asimismo, conviene evaluar y eliminar todas las posibles causas orgánicas que podrían estar detrás de una incorrecta absorción de nutrientes, mediante un estudio digestivo y un análisis de los medicamentos que toma esa persona, que podrían estar interaccionando con los nutrientes, o dificultar que el organismo los absorba. Ciertas patologías, por ejemplo las que cursan con diarrea, pueden provocar la pérdida de vitaminas, y un tratamiento adecuado de las mismas puede prevenir la avitaminosis.
La suplementación vitamínica puede ser un buen recurso para superar los momentos más bajos de la carencia e intentar poner al día los niveles, pero contando siempre con el consejo profesional, y siendo conscientes de que el exceso de la mayor parte de las vitaminas no se acumula en el organismo, por lo que es inútil hacer un tratamiento con mega-dosis durante un espacio de tiempo, si luego no se lleva una dieta equilibrada, saludable, completa y variada.
Creado: 8 de octubre de 2013