Síntomas del parto: cuáles y cómo reconocerlos

Aunque cada mujer y cada embarazo son diferentes, hay una serie de signos que alertan de la proximidad del parto y, si eres primeriza, te conviene conocer cuáles son esos síntomas para estar preparada.
Embarazada con síntomas de estar de parto

Actualizado: 27 de noviembre de 2024

Hay una serie de signos que pueden ayudar a la mujer a reconocer la proximidad del parto en los días u horas previas, y que la ayudarán a identificar, sobre todo en embarazadas primerizas, que la hora de dar a luz se acerca y conviene estar preparada para ir al hospital a tiempo.

Entre estos primeros indicios, destaca el encajamiento del bebé, que puede ocurrir días antes del parto; la expulsión del tapón mucoso, una sustancia gelatinosa que sella el cuello del útero durante el embarazo; las contracciones regulares y dolorosas, que hay que diferenciar de las contracciones de Braxton Hicks; o la rotura de bolsa amniótica, que se manifiesta como una pérdida repentina de líquido o un goteo constante. 

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Veamos con detalles estos síntomas indicativos de la cercanía del parto:

Desprendimiento del tapón mucoso

Cuando el cuello del útero comienza a dilatarse se produce el desprendimiento del tapón mucoso, una sustancia espesa y viscosa, secretada por las glándulas del canal cervical, que bloquea la entrada al cuello del útero para proteger al feto de posibles infecciones. Lo normal es que notes cuando lo expulses por la vagina por su aspecto de mucosidad gelatinosa cubierta de sangrado, sin embargo, para algunas mujeres con gran cantidad de flujo en el último trimestre podría pasar desapercibido.

No es imprescindible acudir al hospital si únicamente se desprende el tapón, porque en ocasiones lo hace varios días (e incluso semanas) antes del parto, pero es conveniente consultar con el médico porque, al desaparecer, el útero queda más expuesto a posibles infecciones.

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Rotura de la bolsa de aguas

La bolsa de líquido amniótico se rompe debido a la presión ejercida por la cabeza del feto, o a causa de las primeras contracciones. La rotura de la bolsa con expulsión de líquido amniótico, lo que popularmente se conoce como romper aguas, puede producirse antes del parto o durante la primera fase del mismo, y en este caso sí es necesario acudir al hospital. Una ligera pérdida, (la cantidad que puede absorber una compresa), no tiene importancia, pero es recomendable acudir igualmente a la clínica para realizar un control.

Las contracciones generalmente aparecerán entre 12 y 14 horas después de la rotura de la bolsa. En caso contrario, el médico puede inducir el parto para evitar posibles complicaciones.

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Descenso del bebé o encajamiento

Durante el último mes del embarazo, el ginecólogo comprueba si el feto está encajado, es decir, si su cabeza ha descendido hasta el punto más bajo de la pelvis, donde se coloca para recorrer el canal del parto cuando llega el momento. En las primerizas esto ocurre generalmente unas semanas antes del parto, pero en las mujeres que han tenido más hijos el encajamiento se produce frecuentemente poco antes del inicio del parto. Puedes notarlo porque aunque percibes un mayor peso en la zona pélvica –lo que se acompaña de una mayor necesidad de orinar con más frecuencia–, sentirás que respiras mejor o tienes menos molestias digestivas, ya que desciende la presión en tu caja torácica.

Contracciones regulares

La aparición de contracciones de intensidad creciente, que se producen a intervalos regulares, indica que ha comenzado la dilatación y, con ello, el proceso del parto.

Las contracciones de parto son muy regulares, suceden cada 5 minutos, o menos, y duran entre 30 y 70 segundos cada una

Es preciso no confundir estas contracciones con las contracciones de Braxton-Hicks o falsos dolores de parto que comienzan en el último trimestre del embarazo, o incluso antes. El objetivo de las contracciones de Braxton-Hicks (que no son dolorosas y tienen un ritmo irregular) es preparar al útero para el parto.

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Para distinguir un parto verdadero de uno falso, se recomienda cronometrar las contracciones. En el caso de un falso parto, las contracciones se suceden a intervalos irregulares y pasan más de 5 minutos entre una y otra. Las contracciones de parto, por el contrario, son muy regulares, suceden cada 5 minutos, o menos, y duran entre 30 y 70 segundos cada una. Además, no desaparecen aunque la mujer cambie de posición o camine. 

Cambios en el cuello del útero

En los días anteriores al parto, el cuello del útero pasa de ser firme (como la punta de la nariz) a empezar a ablandarse (como el lóbulo de la oreja), lo que ocurre por el aumento de prostaglandinas y otros mediadores hormonales. Para posteriormente, según se acerca el momento definitivo, comenzar a hacerse más fino, acortándose, este proceso se mide en porcentaje: un borramiento del 100% significa que el cuello está completamente adelgazado y listo para el parto. También dilatándose, que es la apertura del cuello uterino para permitir el paso del bebé, algo que comprobará el médico mediante un examen vaginal, para saber cuánto has dilatado y si el momento del inicio del trabajo de parto ha comenzado o conviene esperar. La dilatación se mide en centímetros, desde 0 cm (cerrado) hasta 10 cm (completamente dilatado).

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También pueden darse otros cambios en el cuello del útero, como en su posición. Así, el cuello normalmente está orientado hacia atrás (posterior) durante la mayor parte del embarazo. Pero con la proximidad del parto, se mueve hacia adelante (anterior) para alinearse con el canal del parto. Por otro lado, también puede variar su consistencia, ya que además de ablandarse, el cuello se vuelve más elástico para facilitar su apertura durante el parto.

Creado: 3 de noviembre de 2010

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