La mitad de los niños acceden a la pornografía antes de los 13 años
31/10/2023
La pornografía ofrece una visión del sexo muy perjudicial para niños y adolescentes y puede inculcarles ideas distorsionadas que les induzcan a adoptar patrones de comportamiento sexual violentos y sin el consentimiento del otro. Por ello, la Asociación Española de Pediatría (AEP), la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria (SEPEAP) y la organización no gubernamental Save the Children se han unido para solicitar a las Instituciones Públicas que impidan el acceso de los menores a estos contenidos a través de internet y las redes sociales.
Estos organismos han alertado de que el acceso a la pornografía de niños y adolescentes se produce a edades cada vez más precoces y consideran imprescindible que reciban una educación afectivo-sexual en la que se enseñe que la sexualidad forma parte de la relación afectiva y tiene que ser satisfactoria para ambos miembros de la pareja.
El informe elaborado por Save the Children ‘(Des)información sexual: pornografía y adolescencia’ pone de manifiesto las negativas consecuencias que tiene un acceso temprano a la pornografía. Sus datos revelan, por ejemplo, que el 53,8% de las personas encuestadas accedió por primera vez a la pornografía antes de los 13 años, y un 8,7% antes de los 10 años. La edad media es de 12 años de manera global (antes de los 12 años para los chicos y los 12 años y medio para las chicas).
“La visualización de pornografía hace que los y las adolescentes consideren que esas prácticas, en ocasiones violentas, insatisfactorias para las mujeres, e incluso aberrantes, son lo habitual en la relación de pareja”
Los resultados indican que las características de las relaciones íntimas de los adolescentes se han alterado debido a la influencia de la pornografía. No se trata de algo nuevo, pero en los últimos años ha empeorado. Un estudio de 2010 ya advertía sobre el inicio precoz de la visualización de páginas de contenido sexual. Según dicho estudio, el 29% de los menores inició sus visitas entre los 11 y los 15 años, y el 32% entre los 15 y los 18 años. De los visitantes asiduos, el 68% son varones frente al 32% de mujeres.
Educación afectivo-sexual para contrarrestar la influencia del porno
El informe de Save the Children considera que los aspectos más peligrosos de la pornografía son el ejercicio explícito de la violencia y el no precisar, y ni siquiera plantear, la necesidad de dar el consentimiento para participar en tales prácticas. Es frecuente que las mujeres no expresen su beneplácito, o que incluso aparezcan experimentando desagrado o dolor, sin que esto altere el desarrollo de la escena. El 47,4% de los adolescentes que ven pornografía ha imitado alguna vez su contenido, pero no siempre lo ha hecho de mutuo acuerdo.
“La visualización de pornografía hace que los y las adolescentes consideren que esas prácticas, en ocasiones violentas, sin consentimiento, en grupo, insatisfactorias para las mujeres, e incluso aberrantes, son lo habitual en la relación de pareja”, explica Dolors Canadell, representante de la AEP.
En cuanto a la perspectiva de género, es mucho mayor el número de chicos que refieren que han puesto en práctica con sus parejas escenas pornográficas (46,4%) que le de chicas (22,8%). También se observan diferencias respecto a las prácticas sin consentimiento 12,2% de los chicos frente al 6,3% de las chicas.
Un punto clave para revertir esta situación es la educación afectivo-sexual. Las preocupaciones de los padres son la precocidad en su consumo, los cambios de roles y el saber cómo llegan a esos contenidos. La revista Familia y Salud menciona el variado origen de estas fuentes: páginas web con contenido explícito, videochats, redes sociales (TikTok, Instagram, Youtube…), material compartido en WhatsApp o anuncios que llevan a esas páginas etcétera.
Fuente: Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap)
Actualizado: 31 de octubre de 2023