Cómo mantener la casa fresca sin aire acondicionado

Los mayores de 65 años son muy sensibles a las altas temperaturas y más propensos a sufrir hipertermia, pero con estos 10 consejos pueden mantener la casa más fresca en verano sin recurrir al aire acondicionado.
Casa con toldos que dan sombra a las ventanas
Los toldos protegen del calor del sol y permiten pasar la luz, por lo que resultan muy prácticos.

Las personas mayores de 65 años son especialmente sensibles a las elevadas temperaturas propias del verano, porque el sistema termorregulador del organismo no funciona correctamente a ciertas edades y porque tienen menos sensación de sed, por lo que pueden sufrir un golpe de calor o una deshidratación con mayor facilidad. Padecer sobrepeso o una enfermedad crónica, o estar medicado, aumentan todavía más el riesgo de sufrir una hipertermia (cuando la temperatura corporal supera los 41 grados).

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El empleo de aire acondicionado en el hogar, sin embargo, resulta bastante caro, y también puede ocasionar resfriados e infecciones de garganta, por lo que buscar otras alternativas para mantener la casa fresca sin utilizar aparatos para refrigerar el ambiente puede ser la solución para mejorar el bienestar de los mayores.

Padecer sobrepeso o una enfermedad crónica, o estar medicado, aumentan todavía más el riesgo de sufrir una hipertermia

Algunas de las medidas que puedes adoptar para que el hogar mantenga una temperatura más agradable, sobre todo si tienes más de 65 años o convives con personas mayores son:

  • Instala persianas térmicas y toldos en las ventanas.
  • Ventila la casa, incluso haciendo corriente si es posible, en las horas más frescas del día (por la noche y a primera hora de la mañana).
  • Retira las alfombras si las tienes, y utiliza tejidos claros para las cortinas, los cobertores de las camas, las fundas de sofás y cojines…
  • Decora con plantas el interior de la vivienda, los balcones y terrazas.
  • Reduce al máximo las fuentes de calor, apagando los dispositivos electrónicos que no estés utilizando, como los ordenadores, e incorporando a la dieta más platos fríos (ensaladas de hortalizas, de pasta, de patata, gazpacho, cremas frías…) para que no sea necesario utilizar tanto la vitrocerámica y el horno, que despiden mucho calor.
  • Evita cocinar o planchar en las horas de más calor.
  • Coloca bombillas de bajo consumo, sobre todo en las zonas donde más se use la iluminación artificial porque despiden menos calor.
  • Dúchate con agua templada para no generar mucho vapor en el baño, sobre todo si este no dispone de ventana.
  • Pon un ventilador en el techo del dormitorio y del salón o el cuarto de estar, cuyas aspas giren en sentido contrario a las agujas del reloj.
  • Utiliza prendas confeccionadas con tejidos naturales como el algodón o el lino, y sandalias o calzado que permitan la transpiración.

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Actualizado: 11 de abril de 2019

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