Cómo elegir tus gafas de sol
En verano todos nos preocupamos de cuidar nuestra piel, pero ¿y nuestros ojos? Las radiaciones solares también pueden causarles problemas. Te damos las claves para escoger las mejores gafas de sol.

Gafas de sol también para tus hijos

José González Sancho

Por: José González Sancho

Periodista especializado en salud y bienestar

Loogotipo Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas

Revisado: Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas

Especialistas Ópticos-Optometristas

Actualizado: 21 de septiembre de 2022

Para los niños, unas gafas de sol pueden ser un juguete más, pero los padres deben ser conscientes de su importancia. Según Juan Carlos Martínez Moral, Presidente del Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas, “casi el 25% de los padres no toma las precauciones necesarias para proteger los ojos de sus hijo”. Los progenitores han de ser conscientes de cómo afecta el sol a sus hijos, no sólo a su piel.

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Los padres deben tener claro la siguiente premisa: “a menor edad, mayor necesidad de protección”. Y es que, el ojo del niño es más sensible que el del adulto. Su cristalino, que ejerce de filtro, aún no está funcionando a la perfección. Antes del primer año de vida, el cristalino deja pasar el 90% de la radiación UVA y el 50% de la UVB, llegando directamente a la retina, lo cual puede provocar daños a corto y largo plazo.

Daños del sol en los ojos de los niños

Los daños que surgen a corto plazo pueden ser la queratitis (quemaduras solares), que en los más pequeños se manifiestan con síntomas de dolor, fotofobia y enrojecimiento de los ojos. A largo plazo, el daño puede ser más severo: se ha relacionado la radiación solar durante los primeros años de vida con la aparición en la edad adulta de patologías como las cataratas; alteraciones agudas de la córnea, como el pterigion, que consiste en un crecimiento anormal de tejido sobre la córnea y que produce irritación ocular y sensación de cuerpo extraño; lesiones degenerativas, como la degeneración macular asociada a la edad (DMAE); y quemaduras agudas en la retina, que dañan la visión de forma severa y permanente.

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Para reducir el riesgo de padecer estas patologías sin que repercuta en las actividades de los niños es fundamental que éstos utilicen gafas de sol e incluso sombrero o gorra con visera delantera. Además, es importante que comprendan la importancia de incorporarlas a su actividad diaria, y explicarle que, aun llevándolas puestas, nunca debe dirigir su mirada directamente al sol.

Niña con gafas de sol y sombrero
Juan Carlos Martínez Moral, Presidente del Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas, nos recuerda que “las gafas de sol infantiles, al igual que las de los adultos, deben estar homologadas y llevar la marca CE (Conformidad Europea) como estándar mínimo de calidad. Es preferible no ponerse gafas a arriesgarse con gafas no homologadas, ya que suponen un serio peligro para la salud visual”.

Por último, dos consejos: ten especial cuidado en la playa, ya que la arena refleja hasta el quince por ciento de la radiación solar; y recuerda que los bebés menores de doce meses no deben tomar el sol.

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Creado: 29 de julio de 2011

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