En las tres últimas décadas la obesidad se ha incrementado a nivel mundial, tanto en los países con altos ingresos económicos como en los menos favorecidos, y en todas las clases sociales. Así se desprende de los datos de un informe elaborado por expertos internacionales en salud pública, que ha publicado The Lancet, y que además alerta de que los esfuerzos realizados hasta ahora para erradicar la epidemia de obesidad no han dado resultado.

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El trabajo destaca que los gobiernos deberían establecer impuestos para gravar el consumo de bebidas azucaradas, así como medidas que limiten el acceso a determinados productos alimenticios, con el objetivo de inculcar un tipo de alimentación saludable en los niños. A este respecto, Steven Gortmaker, que ha participado en el estudio y es profesor de sociología de la salud en la Harvard School of Public Health, ha explicado que consumir bebidas azucaradas con frecuencia, que aportan lo que se conoce como calorías vacías porque carecen de interés nutricional, puede provocar exceso de peso y obesidad, y es un factor de riesgo para desarrollar diabetes tipo 2.

En las tres últimas décadas la obesidad se ha incrmentado a nivel mundial, tanto en los países con altos ingresos económicos como en los menos favorecidos, y en todas las clases sociales

Los autores del estudio señalan que los impuestos sobre el tabaco y las medidas para limitar su comercialización y consumo han contribuido a que numerosas personas hayan dejado de fumar, y a que muchas otras no se hayan inciado en este hábito tan perjudicial para la salud, y por eso opinan que restringir la distribución de bebidas y alimentos que no se consideren saludables también ayudaría a combatir la obesidad, sobre todo en el caso de los más pequeños.

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A la vista de los resultados del estudio, los investigadores instan a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y a las Naciones Unidas a que colaboren con los gobiernos de los diversos países afectados para que pongan en marcha iniciativas destinadas a prevenir y tratar la obesidad, promoviendo entre la población actividades dirigidas a incrementar el ejercicio físico y a modificar las pautas alimenticias poco saludables. Entre otras medidas, sugieren que se desarrollen programas sobre nutrición y ejercicio físico dentro de las escuela, y que la industria alimentaria se implique también en este cambio de hábitos, y se comprometa a elaborar productos cuyo consumo favorezca una dieta equilibrada.

Fuente: EUROPA PRESS

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Actualizado: 1 de agosto de 2017

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