Walking epidural, movilidad en el parto

La walking epidural es una analgesia obstétrica que además de controlar el dolor permite a la mujer participar activamente en el parto, al no paralizar los miembros inferiores. Conoce sus ventajas y posibles riesgos.
Mujer embarazada en el hospital esperando la epidural ambulante
La mujer con walking epidural puede adoptar varias posturas para dar a luz.
Amparo Luque

Por: Amparo Luque

Periodista experta en embarazo e infancia

Actualizado: 11 de diciembre de 2023

Qué es la walking epidural o epidural ambulante

Dentro de la tendencia creciente a la humanización del parto, la walking epidural, epidural móvil, o epidural ambulante ha supuesto un gran avance en el ámbito de la analgesia obstétrica. Se trata de una técnica segura que permite un parto natural con el mínimo dolor, y en el que la mujer puede participar activamente, en todas sus fases, adoptando distintas posturas.

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Este tipo de anestesia aporta a la parturienta más autonomía, ya que, al permitir la movilidad de los miembros inferiores, posibilita que se mueva, camine, vaya al baño (en lugar de tener que utilizar una cuña) y ayude en los pujos, facilitando la progresión del parto y, consecuentemente, acortando su duración.

Tal y como explica el doctor Rafael Gondra, Facultativo Especialista en Anestesiología (FEA) del Hospital de Basurto (Bilbao), consiste en “el mismo abordaje anestésico –aguja y catéter– que se emplea en la técnica clásica de anestesia epidural, pero se diferencia de ella en los fármacos empleados y concentraciones de los mismos. En la walking el objetivo es emplear la menor dosis posible de anestésico local, y elegir el que menos bloqueo motor produzca. Sobre todo se usan la ropivacaína y la levobupivacaína”.

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Tal y como señala el Jefe de Servicio de Anestesia, Reanimación y Tratamiento del dolor del Hospital Universitario La Ribera (Valencia), José Emilio Llopis, “esta anestesia ambulante empezó a popularizarse en EE.UU. a finales de los años 90, y en España va instaurándose poco a poco, aunque aún no se ha generalizado su uso sistemáticamente”. Así, hoy por hoy, este experto la considera “la mejor alternativa analgésica en el parto”.

Y es que la walking epidural se ha ido perfeccionando con el tiempo, gracias a los avances en la propia técnica y en los medicamentos utilizados; todo ello supervisado por los profesionales del parto, entrenados convenientemente. Por eso cada vez se va haciendo más popular, y la solicitan más mujeres en las consultas de control del embarazo previas al momento del alumbramiento.

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Cómo se administra la walking epidural

La aplicación de la walking epidural es como la de la anestesia epidural clásica, ya que se introduce un catéter en el espacio epidural lumbar de la mujer, que debe situarse sentada en una camilla con la espalda arqueada (aunque también puede hacerse tumbándose de lado). Esto lo puede llevar a cabo una matrona o un anestesiólogo, que serán los que irán controlando su administración de forma manual, o se puede realizar por medio de una computadora con una frecuencia de administración programada, que es lo más habitual.

Incluso esta dosificación ya la puede hacer la propia parturienta, conforme va necesitando la anestesia. “A través de bombas de perfusión administramos los fármacos diluidos, mediante bolos, con una cadencia determinada, o incluso controlados por la misma paciente, lo que permite conseguir ese efecto analgésico, sin afectar significativamente a la fuerza de la mujer”, apunta José Emilio Llopis, Jefe de Servicio de Anestesia, Reanimación y Tratamiento del dolor del Hospital Universitario La Ribera (Valencia).

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Aunque el Facultativo Especialista en Anestesiología (FEA) del Hospital bilbaíno de Basurto, Rafael Gondra, puntualiza que “el uso de aparatos PCA (Analgesia controlada por el Paciente) que dejan cierta libertad a la paciente a la hora de administrarse nuevas dosis de anestesia, siempre están bajo control de un programa informático diseñado por el anestesiólogo del área, para evitar una posible sobredosificación” de la epidural ambulante.

A partir de aquí debe existir una monitorización constante que vigile tanto al bebé como a la futura madre, midiendo la frecuencia cardíaca, la presión arterial, la dinámica uterina, la respiración, etcétera. Además, en este caso de uso de la walking epidural hay que controlar la sensibilidad motora de la mujer, comprobando que puede andar, y que conserva el equilibrio y la coordinación.

Walking epidural

Consideraciones a tener en cuenta para aplicar la walking epidural

La walking epidural o epidural ambulante tiene grandes ventajas para evitar el dolor durante el parto y facilitar este proceso, pero es importante tener en cuenta algunas consideraciones a la hora de administrar esta analgesia obstétrica:

  1. Es un tipo de anestesia epidural que necesita que el personal sanitario que la aplica esté especialmente preparado (anestesiólogos y matronas), por lo que no es una opción disponible en todos los centros médicos, ni de la Sanidad pública, ni de la privada. Además, se necesita que los centros estén habilitados para estos partos en los que la mujer puede andar o adoptar distintas posiciones.

    El doctor Rafael Gondra, Facultativo Especialista en Anestesiología (FEA) del Hospital de Basurto (Bilbao) lo explica así: “en los centros donde hay suficiente personal, se emplea de forma generalizada. La mayoría de las pacientes quieren que les quites el dolor, pero solo un reducido porcentaje solicita específicamente que le administres ese tipo concreto de anestesia. El hecho de que deambulen, depende también de las instalaciones, del espacio disponible: tiene que ser posible la deambulación, o realizar ejercicios de dilatación pélvica”.
  2. Aunque la característica fundamental de la walking epidural es permitir el desplazamiento de la mujer durante el parto (de ahí su nombre), es esencial que la parturienta tenga un acompañante que le sirva de apoyo. Y es que, en ocasiones, la ventaja que ofrece de no producir bloqueo de los miembros inferiores no es del todo efectiva, y la mujer no es capaz de sentir sus piernas de forma adecuada, por lo que podría llegar a caerse con el riesgo que ello conlleva.
  3. Hay que valorar muy bien la aplicación de la walking epidural (o de la epidural convencional) si existen tatuajes en la región lumbar, ya que la tinta de estos dibujos en la piel puede penetrar en el espacio medular y producir una infección u otras complicaciones. Algunos profesionales sanitarios, ante este problema, buscan los huecos de la piel donde no hay tatuaje, o bien optan por hacer una pequeña incisión para separar bien la piel antes de introducir la aguja.
Pareja en hospital antes de dar a luz
El efecto de la walking epidural es más rápido que la epidural convencional.

Ventajas de la walking epidural

Optar por la administración de la walking epidural o epidural ambulante como medio de control del dolor durante el parto puede conllevar varias ventajas para la madre y el futuro bebé, como:

  • Se usan menos dosis de anestésicos y analgésicos que con la epidural convencional, pero su efecto es incluso más rápido que el de ésta. Aproximadamente a los 30 minutos de la aplicación, la mujer ya puede andar.
  • Con la epidural móvil se favorecen las exploraciones obstétricas.
  • La mujer tiene movilidad y fuerza durante todo el proceso de dilatación y en el expulsivo. “Como tiene fuerza, pero no dolor, siente mejor las contracciones uterinas y empuja con más efectividad, facilitando el proceso de parto, reduciendo el tiempo que cuesta dar a luz”, indica el experto José Emilio Llopis, Jefe de Servicio de Anestesia, Reanimación y Tratamiento del dolor del Hospital Universitario La Ribera (Valencia).
  • Puesto que la mujer, además de deambular, puede adoptar diferentes posiciones más verticales o erguidas, se pueden aprovechar las ventajas que estas posturas suponen para el desarrollo del parto.
  • “Ante una complicación obstétrica emergente, la madre puede ser operada en dos o tres minutos evitando la anestesia general y la intubación traqueal, situación ésta que ha sido el origen de muchos fallecimientos maternos en el área obstétrica en todo el mundo”, explica el Facultativo Especialista en Anestesiología (FEA) del Hospital bilbaíno de Basurto Rafael Gondra.
  • Menor tasa de partos instrumentales.
  • Se reducen los sondajes urinarios.
  • Mayor satisfacción materna en la experiencia del parto. La autonomía que confiere la walking epidural a la mujer hace que ella se sienta mejor y viva el parto de un modo más confortable y agradable.
  • La epidural ambulante es igual de segura que la epidural clásica, tanto para el feto como para la embarazada, ya que la cantidad de medicamento que pasa al torrente sanguíneo es mínima. 
Mujer dando a luz en el hospital con la epidural
La walking epidural puede producir naúseas y vómitos.

Inconvenientes y riesgos de la walking epidural

A pesar de sus ventajas, la administración de la walking epidural como analgesia obstétrica también puede conllevar ciertos riesgos o efectos secundarios, aunque por lo general son los mismos que los de una epidural convencional. Los inconvenientes más comunes de la epidural ambulante para la madre pueden ser:

  • Prurito, es decir, picor generalizado de la piel. Esto se acentúa en el caso de la epidural ambulante, debido a la administración de los opiáceos. Pero normalmente es bien tolerado. También se puede producir somnolencia.
  • Hipotensión materna: este descenso de la presión arterial parece ser que se relaciona con la rápida instauración de la analgesia. Aunque el Jefe de Servicio de Anestesia, Reanimación y Tratamiento del dolor del Hospital Universitario La Ribera (Valencia), José Emilio Llopis, aclara que: “son hipotensiones leves, perfectamente controlables por el personal sanitario”.
  • Infección: al hacer la punción espinal se puede producir meningitis o abscesos graves, aunque la incidencia de este problema es bastante baja, y más si se extreman las medidas de asepsia y esterilidad. El experto Rafael Gondra, Facultativo Especialista en Anestesiología (FEA) del Hospital bilbaíno de Basurto, lo explica así: “podría producirse un absceso o hematoma espinal en pacientes que pudieran tener una infección cerca de la zona de punción, o que estén tomando anticoagulantes, o por una manipulación poco cuidadosa del material”.
  • Cefalea tras la punción dural: “si accidentalmente se pincha la duramadre durante el proceso de localizar el espacio epidural”, advierte el doctor Llopis. Aunque este es un riesgo muy poco habitual.
  • Náuseas y vómitos.
  • Bloqueo espinal: “los mayores riesgos son que, por una errónea colocación del catéter epidural, bien en el espacio subaracnoideo, o en una vena epidural, se pueda producir un bloqueo espinal alto o una intoxicación por anestésicos locales” indica el doctor Rafael Gondra.
  • Bradicardia fetal severa: disminución de la frecuencia cardíaca del feto, causada por una hiperactividad uterina.

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A pesar de estos inconvenientes, el experto Rafael Gondra aclara que con la walking epidural “las complicaciones son muy poco frecuentes, sobre todo en hospitales donde el personal tiene experiencia” en su aplicación.

Contraindicaciones de la walking epidural

La walking epidural presenta las mismas contraindicaciones que la epidural convencional, como alteraciones de la coagulación, alergia a los medicamentos empleados, ciertos tipos de patologías maternas o alteración del ritmo fetal, entre otras.

La epidural ambulatoria o epidural móvil tampoco está indicada en partos avanzados, puesto que requieren concentraciones más altas de fármacos; y hay que estudiar su aplicación en caso de cesáreas previas.

Creado: 11 de septiembre de 2017

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