La exposición a tóxicos ambientales influirá en la menstruación de tus nietas

14/07/2025
La pubertad1 es un fenómeno biológico en el que se producen alteraciones hormonales que dan lugar al desarrollo de los caracteres sexuales secundarios hasta que se alcanzan la maduración sexual y la talla adulta. El desarrollo puberal normal es el que ocurre entre los ocho y los 13 años en las niñas y entre los nueve y los 14 años en los niños. Por el contrario, si este fenómeno se inicia antes de los ocho años en las niñas o antes de los nueve en los niños se considera pubertad precoz.
Una nueva investigación que se acaba de presentar en el congreso anual de la Endocrine Society (ENDO 2025)2 en San Francisco (California) ha revelado que la edad a la que una niña tiene su primera menstruación podría estar relacionada con la exposición de su abuelo a ciertos productos químicos que alteran el sistema endocrino.
“Las niñas comienzan la pubertad más temprano que nunca, lo que puede aumentar su riesgo de sufrir problemas de salud más adelante”, afirmó la investigadora principal, la Dra. Xin Hu, de la Escuela de Salud Pública Rollins de la Universidad Emory en Atlanta (Georgia, durante la presentación. “Queríamos comprender por qué podría estar sucediendo esto y analizamos cómo la exposición ambiental de los abuelos puede influir en el momento en que las niñas tienen su primera menstruación”.
Los disruptores endocrinos (EDCs, por sus siglas en inglés) están presentes en el medio ambiente (aire, suelo o agua), en los alimentos, en productos de higiene y cuidado personal, y en muchos artículos de uso diario. Estas sustancias pueden alterar el funcionamiento normal del sistema hormonal del cuerpo. La exposición a estos compuestos puede producirse por diversas vías: a través del aire, de lo que comemos y bebemos, e incluso por contacto con la piel.
Factores ambientales que pueden dejar huella en la salud reproductiva
Para su análisis, los investigadores utilizaron datos del estudio Child Health and Development Studies (CHDS), una investigación a largo plazo iniciada en los años 60. Examinaron muestras de sangre de 249 parejas tomadas en esa época y analizaron miles de pequeñas moléculas presentes en esas muestras. Posteriormente, relacionaron los perfiles químicos y metabólicos de esas personas con el momento en que sus hijas y nietas comenzaron la pubertad.
El equipo estudió a 247 hijas y 139 nietas de esas parejas y observaron que la edad media de la primera menstruación se mantuvo relativamente constante entre las madres y las abuelas. Sin embargo, en el caso de las nietas –nacidas alrededor de 1990–, esta edad disminuyó en todo un año. Detectaron una relación entre ciertos compuestos presentes en la sangre de los padres y madres y la edad a la que sus descendientes empezaron la pubertad. Esta influencia fue más notable en la generación de las nietas.
Uno de los compuestos que se asoció a una menstruación más temprana fue el fenoxietanol, un conservante muy habitual en cosméticos y productos alimentarios. La relación fue más fuerte cuando ambos progenitores tenían niveles similares de exposición. “Si bien descubrimos que la exposición tanto de la madre como del padre estaba relacionada con el inicio de la pubertad de sus hijas y nietas, la influencia del padre fue sorprendentemente fuerte”, afirmó Hu.
“La exposición paterna a sustancias químicas ambientales puede desempeñar un papel no reconocido, pero crítico, en la configuración de la salud endocrina de la descendencia”, añadió la experta, que también señala que este es el primer estudio poblacional que demuestra que el entorno al que estuvo expuesto un padre puede tener repercusiones en el desarrollo reproductivo tanto de su hija, como de su nieta. “Estos hallazgos resaltan que la prevención es posible si identificamos mecanismos para proteger a las futuras hijas y nietas, lo cual no puede ser efectivo si no consideramos la línea masculina”, afirmó.
Los resultados “resaltan el papel de los disruptores endocrinos durante el período vulnerable de la concepción y el embarazo”
Por su parte, la doctora Barbara Cohn, investigadora principal del Instituto de Salud Pública de Berkeley y coautora del trabajo, destacó que los resultados “resaltan el papel de los disruptores endocrinos durante el período vulnerable de la concepción y el embarazo”. Añadió que “esta investigación enfatiza el impacto duradero de las exposiciones ambientales en la salud reproductiva a lo largo de las generaciones”.
“Nuestros resultados resaltan el papel de los disruptores endocrinos durante el período vulnerable de la concepción y el embarazo”, afirmó la autora principal, Dra. Barbara Cohn, MPH, del Instituto de Salud Pública de Berkeley, California. “Esta investigación enfatiza el impacto duradero de las exposiciones ambientales en la salud reproductiva a lo largo de las generaciones”.
Mariana F. Fernández Cabrera, catedrática de la Universidad de Granada e investigadora del Ciber de Epidemiologia y Salud Pública (CIBERESP) y del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada (ibs.GRANADA), que no ha participado en el estudio ha explicado en declaraciones a Science Media Centre España3 que “en las últimas décadas se viene produciendo un adelanto global en la edad de la pubertad en las niñas (entre uno o dos años desde principios del siglo XX), al igual que en la edad de los hitos que la definen, momento de la telarquia (botón mamario) y de la menarquia (primer sangrado). Este adelanto puede tener implicaciones importantes en etapas posteriores de la vida, aumentando la probabilidad de problemas de salud mental, de enfermedades cardiometabólicas, e incluso de cáncer”.
Y destaca que esta investigación “añade otro punto de interés hasta ahora no suficientemente abordado: la relevancia de las exposiciones paternas y no solo de la madre que concibe. Se trata, por tanto, de uno de los primeros estudios poblacionales que ponen de relieve el papel de las exposiciones del padre y del abuelo en el desarrollo reproductivo de sus hijas y de sus nietas, respaldando el papel de la herencia epigenética”.
Cristina Carrasco Romero, profesora sustituta e investigadora del departamento de Fisiología en la facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad de Extremadura, señala en declaracione al mismo medio: “La reducción observada de un año completo en la edad media de la menarquia entre hijas-nietas podría reforzar la hipótesis de que los factores ambientales no solo afectan a quienes están directamente expuestos, sino que pueden transmitirse y amplificarse en generaciones futuras, posiblemente, mediante mecanismos epigenéticos. Asimismo, los resultados subrayan la influencia del linaje masculino en la transmisión de riesgos endocrinos a su descendencia femenina, así como el papel que juegan en este hecho metabolitos clave como el triptófano, el fumarato y el succinato”.
“A la espera de la publicación del estudio completo, para poder valorar en profundidad la metodología y fiabilidad de los resultados y, por tanto, sus fortalezas y limitaciones, se puede afirmar que estos resultados abren una vía prometedora para futuras investigaciones sobre salud femenina y exposiciones ambientales heredadas. Esta aproximación molecular complementa teorías previas de transmisión ambiental y socio-genética, al centrarse en vías metabólicas concretas. Por otro lado, la exploración de este interesante campo de investigación podría tener implicaciones relevantes en políticas de salud pública, en relación con la alarmante exposición actual a disruptores endocrinos de la que viene alertando la comunidad científica en las últimas décadas”, concluye.
En Webconsultas nos tomamos muy en serio la calidad de la información. Por eso, seleccionamos y verificamos nuestras fuentes, dándole prioridad a investigaciones avaladas por expertos, instituciones académicas de prestigio, sociedades médicas y revistas científicas reconocidas. Nuestro objetivo es ofrecerte un contenido preciso, íntegro y confiable.
- 1
Leandro Soriano Guillén, Jesús Argente. (2017, October). Desarrollo y pubertad en el ser humano. Endocrinologiapediatrica.Org. https://www.endocrinologiapediatrica.org/revistas/P1-E23/P1-E23-S1087-A428.pdf
- 2Endocrine Society. Grandfather’s Environmental Chemical Exposures May Influence When Girls Get First Period. Endocrine Society, 2025, https://www.endocrine.org/news-and-advocacy/news-room/endo-annual-meeting/endo-2025-press-releases/hu-press-release.
- 3SMC España. «La exposición a químicos Ambientales De Los Abuelos podría Influir En La Primera menstruación De Sus Nietas». SMC España, https://sciencemediacentre.es/la-exposicion-quimicos-ambientales-de-los-abuelos-podria-influir-en-la-primera-menstruacion-de-sus.
Actualizado: 14 de julio de 2025