Enoturismo, motivos para disfrutar del vino en la tercera edad
Actualizado: 21 de septiembre de 2022
Aunque nos solemos centrar en las típicas visitas a los monumentos y museos cuando queremos descubrir una ciudad, existen muchas formas de conocer, desde una perspectiva diferente, una nueva región. El turismo gastronómico es una de ellas, y en los últimos años está en auge tanto por el interés que despierta el mundo culinario, como por el trabajo que se está realizando en la hostelería para mostrar y poner en valor los productos típicos de cada zona como parte de su patrimonio.
Dentro de este turismo gastronómico destaca el enoturismo, o turismo enólogo, a través del cual se muestra la riqueza de las zonas de producción vinícola. Las actividades que engloba esta alternativa turística van desde la visita a las tierras de plantación de la vid hasta el momento final en el que se obtiene el vino. Resulta muy atrayente tanto para las personas que no tienen conocimientos enólogos porque descubren cómo se desarrolla la producción, como para los más expertos en vino que cada temporada quieren aprender las novedades de las nuevas cosechas.
Debido a que las actividades relacionadas con el turismo enólogo son tranquilas, se realizan en grupo y no suelen suponer un gran esfuerzo físico ni económico, resultan un plan perfecto para las personas mayores.
¿Por qué realizar enoturismo en la tercera edad?
El turismo enólogo es sin duda una opción de ocio completa e interesante para las personas mayores por una serie de motivos:
- Aunque el vino no entiende de edades, es cierto que sus amantes suelen ser adultos mayores con formación enológica o con ganas de aprender más sobre el vino que degustan en la mesa.
- Es un turismo que no supone una actividad física elevada, como puede ser la visita andando a una ciudad. Entre los planes enólogos se encuentran visitar una bodega, o realizar una cata, por lo que no conlleva demasiado esfuerzo.
- Se puede realizar en cualquier momento del año, algo que agradecen las personas jubiladas para poder disfrutar de actividades de ocio fuera de las temporadas de vacaciones, que suelen resultar más caras y están más masificadas de gente.
- Normalmente las actividades se realizan en grupo, por lo que son aptas tanto para parejas, como para ir con amigos o solos. Se realizan en un ambiente muy abierto y distendido por lo que los que acuden sin compañía no se sienten apartados.
- El consumo de alcohol sin moderación no es recomendable para nadie, y menos para una persona mayor, pero el enoturismo no consiste en ir a una bodega a beber vino; es cierto que puede haber una cata, pero la cantidad que se consume es mínima y siempre se puede renunciar a ella si no se puede consumir alcohol por motivos de salud. De forma moderada, y siempre que no esté contraindicado, el consumo moderado de vino puede tener un efecto positivo sobre la salud cardiovascular.
- El auge del enoturismo ha llevada al sector hotelero a adaptar sus instalaciones a la demanda, por lo que ya es muy fácil reservar habitación en un hotel y que ofrezca visitas a bodegas, o incluso la tenga el propio establecimiento, por lo que para las personas mayores resulta una actividad muy fácil y cómoda de planificar.
- Existen muchas regiones vinícolas por lo que es otra forma de conocer zonas ya visitadas previamente, pero desde otro punto de vista.
- Los viajes de turismo enólogo pueden ser escapadas de uno o dos días, por lo que son perfectas para las personas mayores que no les gusta salir de su rutina, o estar mucho tiempo fuera de casa.
- En una escapada enoturista se puede combinar la visita cultural con tratamientos de salud y belleza basados en las propiedades antioxidantes y cosméticas de la uva.
Creado: 15 de marzo de 2017