Correctores posturales, ¿útiles para la espalda?
Si quieres evitar problemas y dolores de espalda, mantener una buena postura es clave, y más en la práctica deportiva. Descubre qué son los correctores posturales, cuándo deben usarse y si son realmente efectivos.

Tipos de correctores posturales y cómo elegirlo

Por: Natalia Castejón

Periodista especializada en vida saludable

Por: José González Sancho

Periodista especializado en salud y bienestar

Actualizado: 29 de noviembre de 2024

Entre los correctores posturales de espalda que te ayudan mediante tracción a mantener una buena postura durante la práctica de ejercicio físico, hay diferentes tipos en función de su forma y tamaño, y según la actividad que se vaya a realizar con él. A continuación te mostramos los más comunes:

  • Correctores posturales de espalda: espalda completa

    Correctores espalda completa

    Cubren prácticamente toda la espalda, desde el cuello hasta la cintura, ofreciendo soporte tanto en la zona dorsal como en la lumbar, ya que alinean toda la columna vertebral y distribuyen la presión uniformemente. Son de ayuda en casos de problemas posturales moderados o dolores en múltiples zonas de la espalda, así como en trabajadores que necesitan un soporte adicional para tareas físicas intensas. Suelen tener bandas elásticas para ajustarlo bien y conseguir el efecto deseado. También tienen incorporadas varillas de metal en la parte de la columna para que ésta se mantenga erguida en todo momento. Suelen adaptarse por el vientre o por debajo del pecho, e incluir un cinturón ancho ajustable en la zona lumbar para mayor soporte. Pueden ser acolchados y con refuerzos semirrígidos o rígidos. Sus principales limitaciones es que son más voluminosos y menos discretos.

  • Correctores posturales de espalda: parte superior de la espalda

    Correctores parte superior de la espalda

    Estos correctores tienen una forma parecida a una x y solo cubren la parte de los omóplatos, hombros y parte alta de la columna torácica. Están diseñados con correas ajustables que pasan por los hombros y cruzan la espalda, ayudando a retraer los hombros hacia atrás y corregir así la postura de los mismos, sobre todo en personas con hombros encorvados o cifosis leve. Suelen ser ligeros y discretos, fáciles de usar bajo la ropa. Por ello, son ideales para personas sedentarias que trabajan largas horas frente a un ordenador, y con problemas leves en la parte superior de la espalda. El lado negativo es que no proporcionan soporte a la parte baja de la espalda (lumbar).

  • Correctores posturales de espalda: camiseta correctora

    Camiseta correctora

    Es la opción más disimulada, pues se trata de una camiseta convencional que se ajusta al cuerpo y que tiene incluido un sistema de elásticos y tejidos compresivos que hacen que se mantenga la espalda en una posición correcta y se corrija la postura de forma progresiva. Las hay tanto para hombres como para mujeres, y son idóneas para deportistas que buscan corrección postural mientras entrenan en un uso diario sin restringir la movilidad.

  • Correctores lumbares

    Correctores lumbares

    Están diseñados exclusivamente para la zona lumbar de la columna vertebral. Suelen ser cinturones anchos que rodean la parte baja de la espalda y el abdomen. Algunos modelos incluyen refuerzos rígidos o semirrígidos para mayor estabilidad. Sirven para aliviar dolores lumbares y proporcionar soporte para levantar peso. Además, reducen la tensión en la región lumbar durante actividades físicas o laborales. Por ello, están recomendados para personas con dolores lumbares crónicos, así como para trabajadores manuales y deportistas que realizan levantamiento de peso. Por contra, no corrigen la postura de la parte superior de la espalda.

  • Correctores con refuerzos rígidos o semirrígidos

    Correctores con refuerzos rígidos o semirrígidos

    Este tipo de correctores incorporan placas rígidas o semirrígidas en la parte posterior para un soporte más firme. Su función es alinear la columna vertebral y limitar movimientos incorrectos. Están aconsejados para pacientes en recuperación de lesiones o cirugías, y en personas con cifosis leve o problemas posturales más marcados. Su punto déebil es que suelen ser más voluminosos y menos discretos.

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Cómo elegir un buen corrector postural

Tal y como nos explica Pablo Martín Perez Aragundi, presidente de la Federación Española de Ortesistas y Protesistas (FEDOP), la recomendación puede darse por un médico, fisioterapeuta u ortopeda, pero para estar seguros de que la mala postura no se debe a otras dolencias, lo mejor es que se acuda a la consulta de un médico.

No obstante, si no hay ningún otro problema de salud relacionado, y se quiere optar por esta herramienta de ayuda, se deberán tener en cuenta varios factores antes de adquirir un corrector postural:

  • Cómo elegir un buen corrector postural: tamaño

    Tamaño

    Un corrector grande o demasiado pequeño puede no lograr su cometido. Por eso, asegúrate de encontrar uno de tu talla o buscar uno de tamaño universal que se pueda ajustar.

  • Cómo elegir un buen corrector postural: diseño

    Diseño

    Si eres de los que quiere que no se vea el corrector deberás atender a su diseño, buscando uno con cortes invisibles, u optar por las camisetas correctoras.

  • Cómo elegir un buen corrector postural: ergonomía

    Ergonomía

    Aunque su finalidad es corregir la postura, es importante que te sientas cómodo y con libertad de movimientos cuando lo lleves.

  • Cómo elegir un buen corrector postural: material

    Material

    La mayoría están hechos de algodón o neopreno, materiales transpirables y muy cómodos.

  • Cómo elegir un buen corrector postural: precio

    Precio

    Podrás encontrar correctores de espalda desde unos 15 euros, hasta incluso los 80 euros. Ten cuidado con las ofertas y adquiere estos productos en ortopedias especializadas para cuidar mejor de tu salud.

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Creado: 30 de julio de 2020

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