Qué son los correctores posturales y cuándo están indicados
Actualizado: 4 de mayo de 2023
Las malas posturas al caminar, o mientras estamos sentados o hacemos ejercicio pueden provocar problemas de salud entre los que se encuentran dolores de espalda, cuello y hombros, desgaste de la columna vertebral con fragilidad asociada, falta de alineación en el sistema musculoesquelético, alteración en el equilibrio y hasta malas digestiones y problemas respiratorios. Para evitarlo, puedes ayudarte de una herramienta llamada corrector postural de espalda. Te contamos qué es, cuándo se utiliza y si es tan recomendable como parece.
Pablo Martín Perez Aragundi, presidente de la Federación Española de Ortesistas y Protesistas (FEDOP), nos ha aclarado que los correctores posturales de espalda, llamados espaldillas en el argot técnico, son “ortesis utilizadas para hacer correcciones de cifosis posturales no estructuradas”, es decir, que son dispositivos de ayuda para modificar la curvatura anormal de la columna vertebral.
Todo esto se consigue mediante la tracción con bandas o gomas elásticas que fuerzan el retroceso de los hombros hacia atrás lo suficiente para mantener una buena postura. El fin de esta herramienta es evitar dolores y malas posiciones que acaben con una espalda encorvada o jorobada; además, su uso hace que los músculos retomen su posición natural, corrigiendo los malos hábitos posturales.
El precio de los correctores de postura se encuentra entre los 15 y los 80 euros, dependiendo de la tela y el tamaño que tengan. Algunos de ellos pueden tener varillas para fomentar una postura erguida, y suelen estar hechos de materiales transpirables para que resulten lo más cómodos posible.
Para quién están recomendados los correctores posturales de espalda
Todo tipo de personas con problemas posturales pueden hacer uso de estos correctores, por ejemplo aquellas que pasen mucho tiempo de pie o, lo contrario, muchas horas sentadas. Sin embargo, Pablo Martín nos recomienda que se atienda a un diagnóstico previo para poder asegurarnos de que el problema no es de otra índole, o que no está relacionado con otras dolencias como la escoliosis o la cifosis estructurada, en cuyo caso se tendría que recurrir a un corsé bajo prescripción y supervisión médica.
No obstante, los correctores posturales de espalda se están poniendo de moda en el terreno deportivo, al igual que las fajas para evitar lesiones. Los beneficios de estos materiales de ortopedia en la actividad física están derivados de mantener una buena postura, además de una propiocepción del cuerpo –control de todos los movimientos del cuerpo–.
Las personas que practican running suelen usar esta herramienta para mantener la espalda recta durante sus rutas y sin apenas más complicaciones que alguna incomodidad de su uso, como rozaduras o más sudor por el contacto.
Posibles riesgos del uso de un corrector postural
El presidente de la FEDOP hace hincapié en que se realice una consulta con un profesional sanitario en la ortopedia antes de usar los correctores posturales de espalda para hacer actividades deportivas, pues, por ejemplo, hay que tener especial cuidado con los niños en edad de crecimiento.
“Es importante seguir siempre las recomendaciones de un profesional sanitario para su correcta colocación y uso; el ortopeda en este caso es la persona más adecuada para ayudar al paciente, no solo para evitar las lesiones, sino para su correcta utilización, de forma que se obtengan los beneficios esperados y con total seguridad”, explica Martin.
Creado: 30 de julio de 2020