El test de ADN fetal en la sangre materna es una prueba sencilla y sin riesgos que permite saber desde la 10ª semana de embarazo si el bebé padecerá alguna anomalía genética. Conoce en qué consiste y qué problemas detecta.
La extracción de la muestra de sangre materna para realizar el test genético prenatal no invasivo se puede realizar a partir de la 10ª semana de embarazo, nunca antes, porque como explica el doctor Gerard Albaiges, Director de I+D de la Sección de medicina fetal del Servicio de Obstetricia de Dexeus Mujer, “es más difícil encontrar esos fragmentos de ADN en el torrente sanguíneo de la madre. La fracción fetal que se puede extraer es muy baja y el laboratorio no cuenta con tecnología suficiente para rescatarlo”. En los embarazos gemelares, se aconseja esperar a la 12ª semana.
El análisis se puede realizar a partir de la 10ª semana de embarazo y los resultados pueden estar disponibles en cinco días
En los centros que mandan las muestras a otros países para el análisis, los resultados están disponibles en un plazo de entre siete y 10 días, mientras que en los centros con laboratorio en España este tiempo de espera se reduce a cinco días. Los resultados, por tanto, se pueden conocer mucho antes que los de la amniocentesis, en la que es preciso realizar un cultivo de las células fetales. “No hacemos cultivo porque no tienes células, sino fragmentos de ADN”, detalla el doctor Gerard Albaiges.
Esta prueba de cribado prenatal está especialmente indicada en los siguientes casos:
Mujeres con bajo riesgo de enfermedades cromosómicas (menores de 35 años y sin antecedentes familiares ni ella ni su pareja de patologías cromosómicas), pero que desean saber si su bebé padece alguna malformación cromosómica.