Vinculan un conocido aditivo plástico con el autismo y el TDAH
29/09/2023
El bisfenol A o BPA es una sustancia que se utiliza en plastificantes y con la que entramos en contacto a diario porque está presente en numerosos productos de uso cotidiano, desde cosméticos y productos de higiene, hasta envases de alimentos. Hace tiempo que se advierte sobre los riesgos del bisfenol A para la salud, y ahora un nuevo estudio ha encontrado un vínculo entre este aditivo plástico común y una mayor incidencia del trastorno del espectro autista (TEA) y del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).
La investigación ha sido realizada por científicos de la Escuela de Medicina Osteopática Rowan-Virtua de la Rowan University y la Escuela de Medicina de la Universidad Rutgers de Nueva Jersey en Newark y ha encontrado que los niños con TEA y TDAH a menudo tienen una capacidad reducida para eliminar el bisfenol A de su organismo lo que hace que su exposición a este aditivo plástico se incremente.
Estudios previos habían encontrado asociaciones entre los niños con autismo y la exposición al BPA, mientras que el nuevo trabajo ha revelado que la razón del vínculo es la disminución de la eficiencia en un paso clave implicado en la eliminación del BPA. Tras ingerir o inhalar BPA la sustancia se filtra de la sangre en el hígado mediante un proceso denominado glucuronidación, que es el proceso de agregar una molécula de azúcar a una toxina. Al hacerlo, la toxina se vuelve soluble en agua, lo que le permite salir rápidamente del cuerpo a través de la orina.
Niños con TEA o TDAH tienen más dificultades para eliminar el BPA
La capacidad de una persona para eliminar el BPA depende de factores asociados a su genética. Las personas genéticamente susceptibles tienen más dificultades para desintoxicar su sangre mediante este proceso, lo que significa que sus tejidos están expuestos al BPA en concentraciones más elevadas durante períodos de tiempo más prolongados.
Las personas genéticamente susceptibles tienen más dificultades para desintoxicar su sangre y sus tejidos están expuestos al BPA en concentraciones más elevadas durante más tiempo
El equipo evaluó la eficacia de la glucuronidación en tres grupos de niños seleccionados en las clínicas de la Facultad de Medicina de Rutgers-Nueva Jersey: 66 con autismo, 46 con TDAH y 37 niños sanos. El estudio demostró que para una significativa proporción de niños con autismo la capacidad de agregar la molécula de glucosa al BPA es aproximadamente un 10% menor que la de los niños del grupo de control que no tenían autismo, mientras que para una proporción significativa de niños con TDAH, es aproximadamente un 17% menos. Los hallazgos se han publicado en PLOS ONE.
La capacidad comprometida para eliminar dichos contaminantes ambientales del cuerpo es “la primera evidencia bioquímica sólida de cuál es el vínculo entre el BPA y el desarrollo del autismo o TDAH”, ha afirmado T. Peter Stein, autor principal del estudio y profesor de cirugía en Rowan-Virtua. “Nos sorprendió descubrir que el TDAH muestra el mismo defecto en la desintoxicación del BPA”.
Este científico ha señalado que es necesario continuar investigando para determinar si el autismo y el TDAH se desarrollan en el útero a través de una mayor exposición de la madre, o del niño en algún momento tras su nacimiento. En su opinión, es probable que haya otros factores detrás del desarrollo del autismo y el TDAH.
La incapacidad de eliminar eficazmente estas sustancias químicas de la sangre no está presente en todos los niños con trastornos del desarrollo neurológico, pero la eliminación comprometida del BPA es una “vía importante; de lo contrario, no habría sido tan fácilmente detectable en un estudio de tamaño moderado”, concluye Stein.
Actualizado: 29 de septiembre de 2023