Una terapia basada en el cerebro alivia el dolor de espalda crónico

Un estudio demuestra que la terapia de reprocesamiento del dolor es eficaz contra el dolor de espalda crónico, ya que alivió o eliminó el dolor en dos tercios de los participantes, frente a solo el 20% de los que recibieron placebo.
Doctor examinando la espalda a un paciente

29/09/2023

Las personas que sufren dolor de espalda crónico no siempre encuentran alivio en los tratamientos disponibles, y los científicos continúan investigando para encontrar nuevas terapias que mejoren su calidad de vida. Ahora, los resultados de un nuevo estudio pueden abrir nuevas vías para desarrollar opciones terapéuticas eficaces contra este problema tan discapacitante.

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Los investigadores examinaron la conexión clave entre el cerebro y el dolor y observaron específicamente la importancia que tienen las atribuciones del dolor, es decir, las creencias de las personas sobre las causas subyacentes de su dolor, con el objetivo de reducir la gravedad del dolor de espalda crónico.

“Millones de personas experimentan dolor crónico y muchas no han encontrado formas de aliviar el dolor, lo que deja claro que falta algo en la forma en que diagnosticamos y tratamos a las personas”, señala el primer autor del estudio, Yoni Ashar, profesor asistente de medicina interna en el Campus Médico Anschutz de la Universidad de Colorado.

El dolor es una ‘falsa alarma’ generada por el cerebro

Ashar y su equipo probaron si atribuir el dolor a los procesos mentales o cerebrales se asociaba con el alivio del dolor en la terapia de reprocesamiento del dolor (TRD), que entrena a las personas a través de técnicas psicológicas para que perciban como menos amenazantes las señales de dolor enviadas al cerebro. Su objetivo era comprender mejor cómo se recuperaban las personas del dolor de espalda crónico. Los hallazgos se han publicado JAMA Network Open y mostraron que después de la TRD, los pacientes afirmaron que habían experimentado una disminución de la intensidad del dolor de espalda.

"Nuestro estudio muestra que discutir las atribuciones del dolor con los pacientes y ayudarlos a comprender que el dolor a menudo está 'en el cerebro' puede ayudar a reducirlo”

Los efectos de las atribuciones del dolor se evaluaron en 151 adultos (el 54% de los cuales eran mujeres) que experimentaban dolor de espalda crónico moderadamente grave. Estas personas participaron en un ensayo aleatorio para recibir TRD, y se comprobó que dos tercios de las personas tratadas con TRD informaron estar libres de dolor o casi sin dolor tas dicho tratamiento, en comparación con sólo el 20% de los individuos que actuaron como controles y que recibieron placebo.

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“Nuestro estudio muestra que discutir las atribuciones del dolor con los pacientes y ayudarlos a comprender que el dolor a menudo está 'en el cerebro' puede ayudar a reducirlo”, ha declarado Ashar, que añade: “Este estudio es de vital importancia porque las atribuciones de dolor de los pacientes suelen ser inexactas. Descubrimos que muy pocas personas creían que su cerebro tenía algo que ver con su dolor. Esto puede resultar inútil y perjudicial a la hora de planificar la recuperación, ya que las atribuciones del dolor guían las decisiones de tratamiento importantes, como la posibilidad de someterse a una cirugía o un tratamiento psicológico”.

Antes del tratamiento, sólo el 10% de las atribuciones del tratamiento TRP de los participantes estaban relacionadas con la mente o el cerebro, pero tras recibir esta terapia esta cifra aumentó al 51%. El estudio reveló que cuanto más consideraban los participantes que su dolor se debía a procesos mentales o cerebrales, mayor era la reducción en la intensidad del dolor de espalda crónico que informaban.

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“Estos resultados muestran que cambiar las perspectivas sobre el papel del cerebro en el dolor crónico puede permitir que los pacientes experimenten mejores resultados”, destaca Ashar, que explica que esto puede deberse a que cuando los pacientes entienden que su dolor se debe a procesos cerebrales, aprenden que no hay nada malo en su cuerpo y que el dolor es una ‘falsa alarma’ generada por el cerebro que ellos no conocen. No hay que tener miedo.

Los investigadores esperan que sus hallazgos animen a los profesionales sanitarios a hablar con sus pacientes sobre las razones subyacentes de su dolor y sobre otras causas diferentes a las biomédicas. “A menudo, las conversaciones con los pacientes se centran en las causas biomédicas del dolor. Rara vez se discute el papel del cerebro”, señala Ashar. “Con esta investigación, queremos brindar a los pacientes el mayor alivio posible mediante la exploración de diferentes tratamientos, incluidos aquellos que abordan los impulsores cerebrales del dolor crónico”.

Actualizado: 29 de septiembre de 2023

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