Huella dactilar respiratoria: qué dice de tu salud tu manera de respirar

Respirar es una función a la que no prestamos atención a pesar de ser imprescindible para continuar con vida. Sin embargo, debes saber que la manera en que lo hacemos, el ritmo o la profundidad de nuestras inspiraciones son un indicativo sobre nuestro estado de salud y que las 'maneras de respirar' se clasifican en patrones, que se consideran normales o anormales1. 

Pero, además, cada uno de nosotros tiene una forma única de respiración nasal que sería comparable a una huella dactilar a la hora de identificar a un individuo y un equipo de investigadores del Instituto Weizmann2 ha desarrollado una técnica para identificar con precisión ese patrón olfativo personal, al que han denominado "huella olfativa".

Cada uno de nosotros cuenta con unos seis millones de receptores olfativos en la nariz, distribuidos en aproximadamente 400 tipos diferentes. La proporción de estos receptores varía de una persona a otra, lo que significa que el sentido del olfato es prácticamente único en cada individuo, y en esto se han basado para diseñar su patrón estos científicos, como explican en un artículo que han publicado en la revista Current Biology3. 

Su hallazgo no solo ayuda a comprender mejor nuestro sentido del olfato, sino que también podría tener importantes aplicaciones médicas. Por ejemplo, abre nuevas vías al desarrollo de herramientas diagnósticas para detectar precozmente las enfermedades neurodegenerativas, e incluso a métodos no invasivos que permitan evaluar la compatibilidad entre donantes y receptores de órganos.

Una huella olfativa de 378 dimensiones

En la primera parte del estudio, los participantes evaluaron 28 olores distintos utilizando 54 palabras descriptivas, como “limonoso” o “masculino”. A partir de estas descripciones, el equipo liderado por el Dr. Lavi Secundo, junto con los doctores Kobi Snitz y Kineret Weissler, y bajo la dirección del Prof. Noam Sobel del Departamento de Neurobiología, elaboró una fórmula matemática compleja capaz de calcular las similitudes o diferencias que presentaban dos olores para el ser humano.

Lo interesante es que esta fórmula no depende de que todos coincidan en el significado de cada palabra; es decir, la comparación entre olores se basa únicamente en los olores en sí, sin importar el idioma ni los términos empleados para describirlos. Comparando todas las combinaciones posibles entre los 28 olores, los investigadores obtuvieron 378 pares distintos, cada uno con su propio nivel de semejanza.

Los investigadores estiman que con solo 28 olores se podría identificar a unos dos millones de personas, y con solo 34 olores sería suficiente para diferenciar a cualquier ser humano del planeta

Este conjunto de datos genera lo que ellos llaman una huella olfativa de 378 dimensiones. Gracias a esta sensibilidad extrema, pudieron demostrar que cada persona tiene un patrón olfativo exclusivo. Además, según sus cálculos, con solo 28 olores se podría identificar a unos dos millones de personas, y con solo 34 olores sería suficiente para diferenciar a cualquier ser humano del planeta.

Un futuro diagnóstico a través del olfato

En una segunda fase, el equipo exploró la posible conexión entre la huella olfativa y el sistema inmunológico, que también varía de persona a persona. Descubrieron, por ejemplo, que ciertos perfiles olfativos están asociados a un antígeno inmunológico llamado HLA, el cual se utiliza en la actualidad para evaluar la compatibilidad en trasplantes. Esta parte del estudio se realizó en colaboración con el Dr. Ron Loewenthal, la Dra. Nancy Agmon-Levin y el Prof. Yehuda Shoenfeld del Centro Médico Sheba.

Los investigadores creen que esta técnica no solo podría servir para identificar personas, sino también para detectar precozmente enfermedades como el párkinson o el alzhéimer. Además, podría aplicarse en pruebas no invasivas que ayuden a determinar si un donante vivo es compatible para trasplantes de médula ósea u órganos.