Son muchas las causas que pueden originar que aparezcan escaras, desde factores físicos como padecer una discapacidad física, hasta factores psicológicos, como una depresión. Entre todos los factores de riesgo para sufrir úlceras por presión podemos destacar los siguientes, conocerlos te ayudará a poder evitarlas:
- Permanecer inmóvil: estar muchas horas sentado o tumbado sin cambiar de posición, ni realizar movimientos, es la principal causa de la aparición de escaras.
- Sufrir enfermedades mentales: las alteraciones de conciencia, como las que provocan el alzhéimer u otros tipos de demencia, incluso casos graves de depresión, pueden hacer que la persona permanezca inmóvil, sin realizar una actividad física, durante mucho tiempo.
- La edad: las personas más mayores y con problemas de movilidad suelen ser más sedentarias y pasar muchas horas sentadas sin cambiar de posición.
- Hipertermia o hipotermia: sufrir uno de estos trastorno de regularización de la temperatura corporal, que provoca que estés por encima o por debajo de lo considerado como normal, puede originar la aparición de escaras.
- Incontinencia urinaria: así como la falta de control de esfínteres, que puede provocar que la zona permanezca constantemente húmeda.
- Una mala alimentación: junto con un estado de deshidratación hace que la piel esté más sensible y más propensa a lesionarse. Además, si esta mala nutrición provoca estados de obesidad o adelgazamiento extremo, también aumentan las posibilidades de que aparezcan úlceras en la piel.
- Problemas de circulación: favorece la acumulación de sangre, especialmente en las extremidades inferiores, donde aumentan las posibilidades de que aparezcan escaras.
- Higiene inadecuada: especialmente en las zonas del cuerpo donde se forman pliegues (abdomen, bajo el pecho, axilas, etcétera) favorece la aparición de lesiones. En estas zonas, además de una higiene adecuada, es fundamental eliminar el exceso de humedad para evitar la aparición de escaras.
- Radiación: la piel de las personas sometidas a un tratamiento de radiación está más sensible y es más propensa a que surjan escaras.
- Déficit inmunológico: enfermedades que provocan una bajada de defensas, o estar recibiendo ciertos tratamientos, como pueden ser los oncológicos, también es un factor de riesgo frente a las escaras.
Teniendo en cuenta estos factores de riesgo para la aparición de escaras, el perfil de la persona que las sufre es el de alguien dependiente (temporal o permanente), con alguna enfermedad, que no se vale por sí misma para mantener los cuidados básicos de higiene o alimentación, y que no puede mantener una actividad física mínima.