El duelo en los niños
La muerte de un ser querido afecta a cada persona de forma distinta, y en el caso de los niños también depende de su edad. Te ofrecemos algunos consejos para explicar a tu hijo esta pérdida y ayudarle a superarla.

Cómo explicar la muerte a un niño de 3 a 5 años

Maite Nicuesa

Por: Maite Nicuesa Guelbenzu

Doctora en Filosofía y experta en coaching

Actualizado: 28 de junio de 2022

Cuando se pierde a un abuelo, un padre o madre, un hermano o incluso a un amiguito de la escuela o del barrio es una situación muy difícil de exponer a un hijo, especialmente si aún es de corta edad. Aquí tienes algunos consejos para explicar la muerte de un ser querido a un niño de 3 a 5 años:

  1. Debes tener en cuenta que mientras que en la etapa adulta una persona tiene más desarrollada su empatía, el niño que tiene entre 3 y 5 años observa su realidad dando mucho peso a la palabra yo, y siente que todo el mundo gira a su alrededor. De esta forma, a esa edad todavía no son conscientes de lo que implica la muerte como algo definitivo, porque tampoco tienen una noción real de qué es el tiempo. 
  2. Explícale la muerte de un ser querido dando información de acuerdo a su edad. Para ello, puedes ayudarte de historias que sirvan para ejemplificar la situación que quieres transmitir, por ejemplo el cuento de Bambi, comentando esta historia con él.
  3. Es importante comunicar la noticia a tiempo porque, en caso de no hacerlo, los niños notarán la tristeza en los adultos y se preguntarán qué ha pasado. La información aporta seguridad emocional a cualquier pequeño.
  4. Expresa el mensaje de una forma breve, sencilla y directa para que el pequeño comprenda mejor la idea.
  5. Una noticia de estas características puede producir efectos diferentes en el niño. Por ejemplo, puede que reclame más atención. En ese caso, comparte más tiempo con tu hijo, dale más muestras de cariño y acompáñale.
  6. No es positivo excluir al niño del proceso de duelo familiar porque también forma parte de la historia. Los adultos deben valorar si quieren que el pequeño vaya o no al funeral. Ambas opciones son igualmente factibles. Sin embargo, más allá de ese punto, sí es positivo que una familia tenga detalles de recuerdo hacia el ser querido en los que el menor pueda participar. Algo tan sencillo como ver fotografías de la persona fallecida o hablar de ella con naturalidad ayuda a dar normalidad a la situación.
  7. Cada caso es distinto y no hay nadie que conozca tan bien a su hijo como sus padres. Por esta razón, sabrán comunicar la noticia de la muerte de un familiar o amigo lo mejor posible, porque el amor es muy positivo para superar el proceso de duelo. Un niño que se siente querido sabe que está arropado por su entorno. Es decir, se da cuenta de que a pesar de que ha muerto un ser querido, su mundo no ha cambiado tanto y sigue sintiendo seguridad. 
  8. Existen recursos pedagógicos que pueden servir de ayuda a la hora de explicar la muerte a los hijos. Hay libros que tratan esta temática y son muy instructivos porque ayudan al crío a asimilar una realidad humana como la muerte. Por ejemplo, Así era mi abuelito, escrito por Joan de Deu Prats, y recomendado para niños de 0 a 4 años de edad. Otra fuente de interés es ¿Dónde está güelita Queta?, escrito por Nahir Gutiérrez, que está recomendado a partir de los 5 años, y es una historia centrada en las preguntas habituales de los niños ante la muerte. O '¡Gracias, vida!' (Babidibu), de Rosa Rodríguez, que explica el cáncer de una madre a su hija a su hija de 7 años y el proceso de la muerte para acabar superando el duelo.
  9. Existen dibujos animados, como Heidi, que muestran el poder de la despedida. Del mismo modo, El Rey León también ofrece una reflexión sobre la muerte interesante.  

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Creado: 30 de octubre de 2013

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