El duelo en los niños
La muerte de un ser querido afecta a cada persona de forma distinta, y en el caso de los niños también depende de su edad. Te ofrecemos algunos consejos para explicar a tu hijo esta pérdida y ayudarle a superarla.

Cómo explicar la muerte a niños a partir de 6 años

Maite Nicuesa

Por: Maite Nicuesa Guelbenzu

Doctora en Filosofía y experta en coaching

Actualizado: 28 de junio de 2022

A partir de los seis años de edad, los niños van tomando una idea más clara sobre la muerte. Sin embargo, no es hasta alrededor de los 10 años cuando asumen la muerte como algo universal que afecta a todos.

De hecho, a estas edades, los pequeños también pueden llorar por la noche al imaginar la situación hipotética de que a sus padres les sucede algo. Francis Bacon afirma que "los hombres temen a la muerte como los niños tienen miedo de la oscuridad, y de la misma manera que este miedo natural de los niños es aumentado por las historias que se les cuentan, lo mismo ocurre con el otro".

Cómo explicar la muerte a niños

A continuación, te ofrecemos algunos consejos para explicar la muerte de un ser querido (abuelos, padre, madre, hermano, amigo…) a un niño a partir de los seis años de edad e intentar ayudarles a superar su duelo:   

  1. A nivel individual es posible consultar el caso con un pedagogo o un psicólogo que actúe como agente de apoyo en el proceso de duelo infantil. También existen asociaciones y entidades de ayuda que pueden ser un buen punto de partida para obtener información sobre cómo apoyar a un niño de seis años para superar la muerte de un ser querido.
  2. Conviene realizar planes al aire libre junto a tu hijo en contacto con la naturaleza. Hacer deporte y ejercicio físico también es muy saludable en estos casos.
  3. Reforzar las tutorías con los profesores del colegio, porque en algunos casos la tristeza que sufren los menores también puede notarse en su rendimiento académico. Padres y profesores son un buen equipo basado en el diálogo, que permite conocer la actitud del menor en casa y en el colegio.
  4. Los niños pueden sufrir mucho cuando ven a sus padres llorar de una forma recurrente. Por este motivo, los adultos que sufren por el duelo de un ser querido deben intentar buscar espacios de desahogo personal para mostrar la mayor normalidad posible delante de sus hijos.   
  5. Sin embargo, eso no significa no comunicar a los niños la tristeza. Es mejor utilizar palabras sencillas y no usar mensajes que puedan abrumar la mente infantil. Conviene tener cuidado con algunas metáforas, por ejemplo, es mejor no hablar de la muerte como un viaje, porque todas las personas que se van de vacaciones, vuelven tarde o temprano. Sin embargo, la muerte es para siempre.

    Es óptimo contarle a tu hijo una historia para explicar dónde ha ido el ser querido que ha muerto. Muchas familias recurren a la metáfora del cielo, en algunos casos por sus connotaciones religiosas y, en otros casos, por su simbolismo. Transmite al pequeño el mensaje de que el ser querido está feliz en ese lugar en el que sigue cuidando a su familia.
  6. La sabiduría familiar muestra cómo el recuerdo de una persona sigue vivo mientras se alimenta su memoria. Es decir, es bonito transmitir a los niños todo el amor de ese ser querido ausente a través de anécdotas familiares, compartiendo recuerdos, e integrando su memoria en el día a día.

    También es importante mantener tradiciones, como por ejemplo llevar flores a la tumba de ese ser querido en el día de su cumpleaños. Ante la muerte de un abuelo o de un tío cercano, es posible poner una fotografía en un marco en la habitación del niño como símbolo de cercanía.   
  7. Un momento especialmente crítico después de la muerte de un ser querido cercano es la celebración de las fiestas de Navidad, en las que muchos adultos sienten tal tristeza que no tienen ganas de festejar nada. Sin embargo, en ese momento hay que pensar en los más pequeños de la casa para crear un ambiente de fiesta, símbolo de una infancia feliz.

    Por ejemplo, es posible organizar el plan de decorar la casa de acuerdo a la Navidad, escribir con tiempo la carta a los Reyes Magos, hacer las visitas familiares típicas de estas fiestas, visitar los belenes expuestos en la ciudad, y pasear disfrutando de la ambientación navideña.

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Creado: 29 de octubre de 2013

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