Cómo actuar si tu hijo tiene un tic nervioso
Actualizado: 10 de abril de 2023
La mayoría de tics nerviosos remiten de forma espontánea antes de llegar a la adolescencia sin llegar a requerir ningún tratamiento. Por ello, la recomendación general sobre cómo actuar ante la aparición de un tic nervioso en tu hijo es “no hacerle caso”, ya que insistir al niño en que deje de hacerlo puede intensificar su angustia y empeorar el problema.
El castigo por parte de los padres o profesores no lleva a ningún lado, sino que puede conducir a un círculo vicioso difícil de solucionar. Se ha comprobado que cuanta menos importancia se le de al tic, más pronto desaparecerá, en un periodo que varía entre unos meses y un año. Si el niño pregunta qué puede hacer, los padres deberían tranquilizarle y minimizar el problema.
Por ello, algunas pautas de actuación ante un niño que presenta un tic son:
¿Debo llevarle al pediatra si presenta tics?
En la mayoría de los casos no es necesario acudir al pediatra, ya que el hecho en sí mismo de considerarlo como un problema a ojos del niño puede hacer que su tic o tics empeoren. Sin embargo, en algunas situaciones será necesario consultar con un especialista:
El síndrome de Tourette es un trastorno neurológico que se caracteriza por la asociación de tics motores múltiples y tics vocales complejos, especialmente coprolalia (dice obscenidades). Un porcentaje de casos también se asocia a TOC (trastorno obsesivo-compulsivo), que tiene un tratamiento médico y psicológico más específico.
Sólo en algunos casos muy seleccionados, los tics nerviosos precisarán tratamiento. Hay que tener en cuenta que la medicación trata el síntoma, pero no la causa; para ello pueden utilizarse relajantes musculares, neurolépticos, sedantes… Para tratar la causa del tic se emplean técnicas psicológicas de autocontrol, como el “procedimiento de la inversión del hábito”, aunque es difícil de aplicar en niños.
Afortunadamente, en la mayoría de casos a medida que el niño madura el tic nervioso se va atenuando hasta desaparecer de forma espontánea antes de la adolescencia, sin precisar ningún tratamiento.
Creado: 13 de enero de 2014