Autismo en niños: características e indicadores
Autismo en niños

Actualizado: 31 de marzo de 2023
El autismo es un trastorno neuropsiquiátrico, que generalmente se manifiesta durante los tres primeros años de vida, y que afecta la capacidad de una persona para comunicarse, socializar e interactuar con el mundo que lo rodea. Se considera un trastorno del espectro autista (TEA) porque puede variar en gravedad y presentación, afectando a cada persona de manera diferente. Se caracteriza por:
Las personas con autismo pueden tener dificultades para entender las normas sociales y las señales sociales sutiles, lo que puede afectar su capacidad para establecer y mantener relaciones sociales significativas. Pueden tener dificultades para comunicarse verbalmente y no verbalmente, lo que puede hacer que les resulte difícil compartir pensamientos y sentimientos con los demás.
Las personas con autismo también pueden tener intereses y comportamientos repetitivos y estereotipados, lo que puede limitar su flexibilidad en las actividades diarias. Además, pueden tener problemas para procesar la información sensorial, lo que puede hacer que ciertas experiencias sensoriales (como la luz, el sonido o el tacto) sean abrumadoras o incómodas.
Es importante tener en cuenta que las personas con autismo pueden tener fortalezas y habilidades únicas, como una gran atención al detalle y una excelente memoria visual. Con el diagnóstico y los tratamientos adecuados, las personas con autismo pueden alcanzar un alto nivel de funcionamiento y llevar vidas plenas y significativas.
Causas del autismo en niños
No se conocen con exactitud las causas del autismo, pero se sabe que es probable que tanto factor genéticos como ambientales desempeñen un papel fundamental en este trastorno del desarrollo neurológico complejo.
Se ha descubierto que existen ciertos genes o anomalías genéticas que están relacionados con el desarrollo del autismo. Y se ha demostrado que hay una mayor incidencia de autismo en familias con antecedentes de trastornos del espectro autista. Además, los estudios también han identificado factores ambientales que pueden aumentar el riesgo de autismo, como la exposición prenatal a sustancias tóxicas y la edad avanzada de los padres.
Además, estudios realizados a personas con autismo demuestran que tienen irregularidades en varias regiones del cerebro. En concreto, se cree que las anormalidades en la conectividad neuronal y el desarrollo cerebral pueden contribuir al autismo. En particular, se ha observado una disfunción en la comunicación entre las neuronas y una sobreconexión entre ciertas regiones del cerebro en individuos con autismo. Estos cambios pueden afectar la forma en que el cerebro procesa la información sensorial y afecta la cognición y el comportamiento social.
Prevalencia del autismo
A nivel mundial se estima que 5 de cada 10.000 personas presentan autismo clásico. La prevalencia aumenta si se tiene en cuenta a los niños que tienen síntomas más leves, aumentando entonces la cantidad a 21 de cada 10.000 personas. Según datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos, la prevalencia del autismo es de aproximadamente 1 de cada 54 niños.
Este trastorno lo pueden presentar individuos de cualquier raza y cultura, y con diferentes niveles socioeconómicos. Sin embargo, la incidencia en niños es cuatro veces mayor que en niñas, y las tasas de prevalencia son más altas en niños afroamericanos e hispanos que en niños blancos no hispanos.
También se ha observado un aumento en la detección y el diagnóstico del autismo en las últimas décadas, lo que puede explicar parte del aumento en la prevalencia. Sin embargo, se cree que hay factores genéticos y ambientales que también contribuyen al aumento en la prevalencia del autismo.
Síntomas del autismo en los niños
Existen diversos síntomas que pueden ayudar a saber si un niño padece autismo:
Indicadores precoces:
Indicadores tardíos:
Diagnóstico del autismo en niños
El médico hará un cuestionario a los padres para reunir toda la información posible sobre la conducta y el desarrollo del menor. Si existen sospechas de que el niño pudiera padecer este trastorno se le someterá a una evaluación integral, en la que participan un psicólogo, un neurólogo, un psiquiatra, un terapeuta del lenguaje, y otros especialistas capacitados para diagnosticar a los niños con autismo.
Es importante tener en cuenta que el diagnóstico del autismo puede ser un proceso largo y complejo. Lo mejor es intentar alcanzar un diagnóstico precoz, y ya se dispone de medios para detectar este trastorno antes de los 24 meses de edad.
En general, el diagnóstico del autismo se realiza mediante una evaluación multidisciplinaria, que puede incluir:
- Evaluación de un especialista en trastornos del espectro autista (TEA): este especialista es a menudo un psiquiatra, psicólogo, o neurólogo con experiencia en el diagnóstico y tratamiento de TEA.
- Evaluación del desarrollo y la conducta: esto implica realizar pruebas estandarizadas para evaluar el comportamiento, habilidades sociales y comunicativas, y el desarrollo del lenguaje.
- Evaluación médica: esto puede incluir exámenes médicos y pruebas de laboratorio para descartar otras condiciones que puedan afectar el desarrollo o el comportamiento.
Tratamiento del autismo en la infancia
Una intervención a tiempo, apropiada e intensiva, mejorará el pronóstico de los menores con autismo. Actualmente, existen diferentes programas educativos y de comportamiento para tratar al niño autista, que incluyen actividades constructivas y ayudas visuales que resultan útiles.
Pronóstico del autismo
La evolución de la enfermedad depende de cada persona; algunas necesitarán asistencia cuando sean adultas, mientras que otras conseguirán vivir de manera independiente. El pronóstico será peor en los niños cuyo cociente intelectual sea bajo, y en aquellos que no sean capaces de hablar de manera comprensible antes de los 5 años.
Los niños con autismo que reciben intervenciones tempranas y adecuadas, como terapia conductual y ocupacional, terapia del habla, programas educativos y apoyo familiar, pueden mejorar significativamente su funcionamiento y calidad de vida. Sin embargo, los niños con autismo grave pueden enfrentar mayores desafíos y necesitarán apoyo constante durante toda su vida.
En resumen, el pronóstico del autismo en niños es altamente variable y depende de muchos factores, incluyendo la edad de inicio, la gravedad de los síntomas, la presencia de otras condiciones médicas o psicológicas y la calidad y tempranez de los tratamientos y apoyos recibidos. Es importante que los niños con autismo reciban un diagnóstico y tratamiento tempranos para maximizar su capacidad de mejora.
Ver más información en nuestro especial sobre el autismo.
Creado: 5 de octubre de 2010