Mutismo selectivo, cómo abordar la inhibición del habla
En ciertas situaciones sociales algunos niños dejan de hablar, aunque son capaces de comunicarse en otros contextos. Explicamos a qué se debe el mutismo selectivo, un trastorno asociado a la ansiedad, y cómo se trata.

Qué es el mutismo selectivo, causas, síntomas y cómo afecta a los niños

Por: Celia Rodríguez Ruiz

Psicóloga clínica sanitaria, especialista en pedagogía y psicología infantojuvenil

Actualizado: 28 de mayo de 2025

El mutismo selectivo es un trastorno infantojuvenil que se manifiesta como un problema de inhibición del habla sin ninguna causa orgánica que lo explique, y teniendo intactas las capacidades de comunicación verbal. El mutismo selectivo aparece en niños –normalmente en la etapa preescolar– que tienen la capacidad de hablar y la demuestran en contextos seguros para ellos, con personas de confianza, pero en otros contextos o situaciones sociales inhiben sus respuestas verbales.

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El mutismo selectivo puede ser confundido con la timidez extrema, pero es mucho más que eso, se trata de un trastorno asociado a la ansiedad que puede llegar a ser muy limitante y afectar a diferentes áreas de la vida del menor.

Cómo diferenciar el mutismo selectivo de otros trastornos del habla

Es muy importante delimitar el mutismo selectivo y diferenciarlo de otros trastornos o problemas del habla. En el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, se define el mutismo selectivo como “la incapacidad persistente de hablar o responder a otros en una situación social específica, a pesar de hacerlo sin problemas en otras situaciones”. Según los criterios recogidos en dicho manual, para considerarse como mutismo selectivo se deben cumplir las siguientes características:

  • La incapacidad mantenida para hablar en situaciones sociales concretas (en las que se espera que hable, por ejemplo, en el colegio) a pesar de que sí habla en otras situaciones.
  • La incapacidad de hablar afecta a su rendimiento escolar o a la comunicación social.
  • El problema de inhibición selectiva del habla debe prolongarse por lo menos un mes (no ocurre únicamente durante las primeras semanas de colegio).
  • La imposibilidad de hablar no se debe a una falta de conocimiento del lenguaje necesario para desenvolverse en la situación social a la que se enfrenta, ni a que no se encuentre cómodo con dicho lenguaje.
  • La alteración del menor no se explica mejor por presentar un trastorno de la comunicación (por ejemplo, tartamudez), y no aparece únicamente durante el curso de un trastorno generalizado del desarrollo, esquizofrenia, u otro trastorno mental.

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Perfil del niño con mutismo selectivo: cómo les afecta en sus vidas

El mutismo selectivo es un trastorno que puede ser muy limitante e interferir negativamente en la vida del afectado, además de tener importantes consecuencias en su desarrollo y en su futuro. Los niños con mutismo selectivo, suelen ser tímidos, inseguros y con tendencia a la ansiedad. Son niños que se comunican y hablan perfectamente en entornos y situaciones en los que se sienten cómodos y seguros, normalmente con familiares cercanos (padres, hermanos, etcétera). En estos contextos sus interacciones y comunicación son adecuadas y ricas.

Mutismo selectivo

El problema aparece en otros contextos sociales en los que se bloquean y pierden la capacidad de hablar. El mutismo selectivo es un trastorno complejo, una respuesta de ansiedad intensa que controla al niño y le llega a bloquear. No es que el menor elija no hablar para evitar relacionarse, sino que no puede hablar porque está bloqueado; su temor es tan grande que le supera y le impide comunicarse.

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A menudo, el bloqueo empeora la situación, porque el niño se siente observado y juzgado negativamente, y se incrementan sus temores y se intensifica su ansiedad. El mutismo puede confundirse con hostilidad, falta de interés en la comunicación, etcétera, con lo que se empeoran los contactos sociales. Los niños con mutismo selectivo suelen ser incomprendidos, y a menudo juzgados y etiquetados, sus habilidades sociales son escasas y su autoestima se resiente.

Si no se trata de manera adecuada, este trastorno del habla puede afectar al desarrollo del pequeño, y dejar secuelas que se manifestarán en etapas posteriores: serán adolescentes y jóvenes tímidos e inseguros, con baja autoestima y dificultades para relacionarse con los demás, y tendrán más probabilidades de padecer trastornos de ansiedad social, e incluso fobia social en el futuro. 

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Causas del mutismo selectivo en los niños

El mutismo selectivo en los niños es un trastorno complejo, y aunque aparezca sin una causa lógica aparente que lo explique, engloba una explicación compleja en la que intervienen diferentes factores.

Las causas del mutismo son psicológicas, principalmente asociadas a la ansiedad. El niño con mutismo selectivo experimenta ansiedad ante determinadas situaciones sociales, que interpreta como amenazantes. En ese escenario aparece el miedo a ser juzgado por los demás o el temor a no dar la respuesta adecuada, que hacen que la situación sea vivida por el pequeño como una auténtica amenaza, y le produzca el bloqueo o inhibición del habla.

Relación entre ansiedad y mutismo selectivo

El mutismo selectivo aparece asociado a la ansiedad pero, ¿por qué algunos niños manifiestan mutismo selectivo cuando experimentan ansiedad, y otros no? El mutismo selectivo es un comportamiento que aparece como resultado de la combinación de un tipo de vulnerabilidad biológica que hace que el niño tenga una mayor predisposición a la ansiedad, unido a un proceso de aprendizaje, es decir, que este trastorno del habla se produce a consecuencia de una combinación de genética y ambiente.

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Causas del mutismo selectivo en los niños

Algunos niños tienen mayor predisposición a la ansiedad, y los que padecen el trastorno también han experimentado ansiedad social en diferentes situaciones, además de timidez, retraimiento, formas leves o moderadas de ansiedad por separación, e incluso fobia social. Esta predisposición genética se une a la influencia ambiental, que les conduce a aprender respuestas como el mutismo para sobrellevar dicha ansiedad.

El mutismo selectivo puede ser entendido como una respuesta aprendida mediante un proceso de condicionamiento, que puede desempeñar un papel crucial en la adquisición y mantenimiento de la respuesta de inhibición. El niño experimenta ansiedad ante determinadas situaciones sociales, no se siente seguro, y piensa que mantenerse callado en estos casos puede darle resultado, ya que consigue desviar la atención social y evitar futuras situaciones que le producen temor. El pequeño no supera la situación, no se enfrenta a su temor, sino que lo evade, y aparentemente se libra del mismo.

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Además, en muchos casos, el mutismo puede verse reforzado por las conductas de los adultos más cercanos al menor, que le prestan más atención, le evitan las situaciones temidas, le sobreprotegen, etcétera.

Síntomas del mutismo selectivo en el niño

Los niños pueden mostrarse más tímidos y tener cierto recelo en situaciones sociales nuevas y en presencia de personas desconocidas, y esto puede ser algo normal en su desarrollo. Entonces, ¿cuándo debemos preocuparnos por el mutismo selectivo?

Es importante que observes a tu hijo y prestes más atención en aquellos casos en los que aprecies una timidez extrema o una gran inseguridad. Cuando el pequeño se enfrenta a una situación nueva o a personas desconocidas puede responder con timidez y hablar poco, pero esto debería remitir a medida que toma confianza.

Signos de que tu hijo puede sufrir mutismo selectivo

A modo orientativo, seguir estos consejos nos puede ayudar a advertir las señales de alarma:

  • Cuando el niño permanece callado aunque se le pregunte y parece experimentar un gran malestar. Cuando evita hablar, pero responde cuando le preguntamos, aunque lo haga con timidez, no estamos ante un caso de mutismo. En cambio, si el niño se bloquea cuando le preguntan e inhibe el habla, podría tratarse de un caso de mutismo.
  • Si el niño evita situaciones sociales nuevas y responde con gran temor a las mismas. Aparecen síntomas ansiosos como inquietud, transpiración, mutismo, dificultad para separarse de los padres (ansiedad por separación)…, no tiene por qué ser mutismo selectivo, pero es una señal a tener en cuenta.
  • Cuando la inhibición del habla se prolonga por un periodo superior a un mes. A veces, en determinadas situaciones, como el inicio del colegio, el nacimiento de un hermano, etcétera, puede inhibirse el habla, pero esto debería ser pasajero y recuperarse en unos días; si no es así, y la inhibición se prolonga por un periodo superior a un mes, debemos alarmarnos.
  • Si a partir de los cinco años continúa igual. En edades previas también se puede observar el mutismo selectivo, pero puede ser pasajero, sin embargo, si esta conducta se mantiene a partir de los cinco años, es especialmente preocupante.
Síntomas del mutismo selectivo en el niño

En cualquier caso, es aconsejable acudir a un especialista cuando se observen los síntomas mencionados, antes de que tanto la ansiedad como el mutismo selectivo se intensifiquen. 

Creado: 7 de noviembre de 2017

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