Homeopatía, fitoterapia, acupuntura… las terapias alternativas también tienen su aplicación en la lucha contra la infertilidad. Descubre cómo se emplean para lograr un embarazo de una manera natural.
La homeopatía es un sistema de conocimientos médicos que busca estimular la curación del organismo a través de compuestos naturales (productos médicos preparados por laboratorios especializados), centrándose en tratar la causa de la enfermedad y no sus manifestaciones. Esta medicina natural acepta y reconoce la capacidad inherente del organismo para salvaguardar su equilibrio, aprovechando la potencia curativa de la propia naturaleza. La homeopatía sigue la ley de la similitud: lo similar cura lo similar.
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La homeopatía cura al paciente tomando en cuenta tanto el plano emocional como el físico, y sobre todo, la personalidad del paciente. Algo similar ocurre en el caso de la infertilidad, ya que cada pareja es diferente, tienen distintas patologías y no las viven de igual forma, y esto el homeópata debe tenerlo en cuenta para que el resultado sea efectivo.
Los compuestos homeopáticos se pueden encontrar en los siguientes formatos: gotas, gránulos, pomadas, glóbulos y jarabes.
Existen decenas de compuestos que mejoran la fertilidad, pero cada persona es única y la homeopatía es una terapia muy personalizada, y puede suceder que dos mujeres con la misma patología requieran compuestos distintos, e incluso a diferentes dosis. No obstante os presentamos algunos ejemplos, los más significativos, pero existen muchos más:
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Sepia: este remedio homeopático ayuda a los hombres a aumentar su libido. En la mujer mejora los trastornos menstruales y regula la ovulación, en los casos de ovarios poliquísticos.