Homeopatía, ¿es de fiar?
La homeopatía es una terapia que consiste en administrar la dosis mínima efectiva de una sustancia, capaz de activar las defensas del paciente. Te contamos en qué casos está indicada y cómo se elaboran sus remedios.

Qué es la homeopatía

Eva Salabert

Por: Eva Salabert

Periodista experta en salud

Actualizado: 28 de febrero de 2023

La homeopatía es un método curativo que consiste en tratar las afecciones administrando al paciente pequeñas dosis (la mínima efectiva en cada caso) de aquellas sustancias que, en dosis mayores, producirían a una persona sana síntomas iguales o similares a los que se pretende combatir.

El médico alemán Christian Friedrich Samuel Hahnemann (1755-1843), padre de la homeopatía moderna, achaca  el origen de la enfermedad a una alteración de la fuerza vital del individuo, y defiende que las enfermedades tienen unas características específicas asociadas a las características propias de la persona que las padece.

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La teoría homeopática de Hahnemann está basada en lo que se conoce como 'ley de los similares' (similia similibus curantur o “lo similar se cura con lo similar’”), que establece que para suprimir una enfermedad o dolencia es preciso emplear una sustancia capaz de provocar los mismo síntomas en una persona sana pero, en este caso, la dosis debe ser mínima para cumplir el objetivo de sanar al afectado sin intoxicarle. El objetivo que persigue el homeópata al administrar esta dosis mínima al paciente es activar las defensas de su organismo para mejorar su capacidad de lucha frente a la enfermedad.

¿Para qué se utiliza la homeopatía?

La homeopatía se suele indicar para tratar ciertas afecciones como cefaleas, trastornos digestivos y enfermedades de origen nervioso, o para estimular el sistema inmunitario para combatir enfermedades infecciosas (aunque no puede eliminar los agentes patógenos que las causan). Sin embargo, no puede combatir el cáncer, los tumores o las psicosis.

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Sus detractores afirman que carece de efectividad y opinan que sus beneficios se deben al efecto placebo (mejora objetiva o subjetiva que experimenta un paciente tras la administración de un medicamento que, en realidad, no tiene ninguna actividad, o no está indicado su uso en la afección que padece), mientras que los expertos en la materia aseguran que su eficacia está comprobada e insisten en cualidades como la falta de toxicidad o efectos secundarios, que hacen que resulte apropiada para mujeres embarazadas, niños o ancianos.

En España los productos homeopáticos, que deben ser prescritos por médicos y dispensados por farmacéuticos, están regulados por el Ministerio de Sanidad y Consumo (Real Decreto 2.208/94, de 16 de noviembre de 1994, publicado en el B.O.E. de 28 de noviembre de 1994). 

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Creado: 28 de enero de 2011

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