Burnout: consumidos por el trabajo
El síndrome de estar quemado (burnout) o del trabajador desgastado hace referencia a aquellas personas que viven una situación de estrés continuado tal en el trabajo que les desmotiva e incapacita laboral y socialmente.

Cómo prevenir el burnout

Actualizado: 28 de marzo de 2023

El burnout o síndrome del trabajador quemado debe prevenirse principalmente desde la empresa. Por ello, el primer nivel de prevención tiene que venir de mano de la organización actuando sobre el ambiente laboral, teniendo en cuenta los factores anteriormente descritos. Mediante la observación y análisis de recursos, la organización debe identificar y reducir el estrés y sobrecarga laboral.

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Por otro lado, podemos señalar un segundo nivel de intervención preventiva sobre el propio grupo de trabajo, cuyo objetivo es detectar a las personas estresadas reduciendo las fuentes de estrés sobre ellos (por ejemplo mejorando las interacciones entre los grupos de trabajo). Además, se puede establecer algún tipo de mecanismo para recibir un feedback del resultado del trabajo, y que el empleado conozca el valor o utilidad de su labor.

Trabajador_quemado_burnout

Una vez se han logrado los objetivos anteriores es importante actuar sobre los efectos del estrés en el individuo o trabajador ofreciéndole la formación adecuada para ayudarle a prevenir el estrés (formación en emociones), conseguir un equilibrio en sus áreas vitales (familia, trabajo…), etcétera. Así como fomentar el trabajo en equipo e informar de posibles planes de promoción.

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Cómo puede el trabajador evitar el síndrome de burnout

Como trabajadores, a nivel individual, también podemos prevenir el burnout o síndrome de desgaste emocional. Para ello:

  • Se asertivo: es importante adoptar un estilo asertivo ante nuestros compañeros y superiores con el fin de que las relaciones laborales y el trabajo en sí no se vea deteriorado por los malos entendidos.
  • Pon límites: también es fundamental no comprometernos a hacer cosas sobre las que realmente no nos sentimos capacitados o bien no consideramos que sea nuestro trabajo hacerlo.
  • Ajusta tus expectativas: en lo que respecta a las expectativas e ideales estas no deben suprimirse, pero debemos saber ajustarlas. Es bueno que tengamos una meta a la que queramos llegar, un ideal de trabajo, pero también es importante plantearse si lo que tenemos no está mal. La expectativa laboral nos debe ayudar a crecer, no a decrecer profesionalmente.

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  • Renúevate: si te sientes estancado una buena opción es reciclarse y apuntarse a programas de formación para ampliar tus habilidades y perspectivas. 
  • Relájate: no siempre es fácil afrontar determinadas situaciones profesionales con tus compañeros o con clientes, algunos técnicas de relajación, como el yoga, pueden ayudarte a controlar ese estrés.

Creado: 22 de septiembre de 2012

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