Manifestaciones psicológicas en sanitarios por el COVID-19

Las personas que velan por nuestra salud en un hospital, desde los profesionales sanitarios, al resto de trabajadores  –limpiadores, administrativos, cocineros…–  que desempeñan su tarea en estos centros, ven a diario escenas muy tristes a consecuencia de la pandemia por coronavirus y se enfrentan a circunstancias que probablemente no olvidarán pero que, dependiendo de cómo las gestionen, tendrán un impacto emocional más o menos intenso.

Los sanitarios están constantemente echando un pulso con el COVID-19 y sus consecuencias, y aunque seguro que no es la primera vez que su trabajo en el hospital les provoca estrés, ahora se enfrentan a una emergencia que agota sus recursos materiales, técnicos, asistenciales, y emocionales, y que puede tener repercusiones sobre su salud física –datos del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad de mediados de abril señalan que 26.672 sanitarios han contraído la enfermedad por coronavirus en España– y mental a largo plazo.

De hecho, una investigación publicada en JAMA Network, realizada en 34 hospitales de China y en la que participaron 1.257 profesionales sanitarios que habían atendido a pacientes con COVID-19, ha revelado que el 50,4% de ellos presentaba depresión, el 45% sufría ansiedad, y el 35% afirmaba tener problemas de insomnio.

Por ello, si eres un profesional sanitario, o trabajas en un centro sanitario expuesto a pacientes infectados por el SARS-CoV-2, es importante que conozcas cuáles son las manifestaciones emocionales frecuentes que puedes experimentar en este momento, y las que se espera que manifiestes en un futuro, así como qué puedes hacer para aliviarlas. Conocer y normalizar tus reacciones emocionales será una herramienta esencial que te ayudará a reducir las emociones negativas.

Factores que alteran emocionalmente a los profesionales sanitarios

Las circunstancias laborales en las que se encuentran ahora los trabajadores de los centros sanitarios son extraordinariamente estresantes, y exceden sus recursos psicológicos y emocionales, por lo que pueden llegar a afectar a su salud mental. La mayoría de estos factores estresantes tienen que ver con el contexto de trabajo, pero existen otros relacionados con las características del propio profesional, y que pueden hacer más o menos difícil sus tarea:

• Referidos al contexto asistencial generado por el COVID-19:
• Sobrecarga asistencial.
• Falta de recursos humanos, materiales y de protección.
• Ausencia de control sobre la enfermedad.
• Necesidad de toma de decisiones rápidas con un grado de incertidumbre elevado.
• Falta de recursos para comunicar malas noticias.
• Desconocimiento de los procedimientos y escasez de tiempo para ofrecer apoyo emocional a los familiares.
• Falta de control de la enfermedad.
• Referidos a las características individuales de cada profesional:
• Capacidad individual de manejo del estrés y adaptación a las circunstancias cambiantes.
• Psicopatología o inestabilidad emocional previa.
• Experiencia y conocimientos sobre el área.
• Identificación del paciente con un familiar.
• Presencia de duelos personales en curso en el profesional.
• Edad del profesional sanitario; si es demasiado joven tiene falta de experiencia, y si es demasiado mayor cansancio y más riesgo de contagio y de que sus consecuencias sean más graves.

La respuesta emocional de los profesionales sanitarios y del resto de trabajadores del centro sanitario va a depender de los factores señalados en el apartado anterior, así como de las habilidades personales y las estrategias del equipo para estimular la confianza y la comunicación, y apoyar a familias y pacientes.

Los médicos deben tomar decisiones duras sobre el tratamiento del paciente e informar a los familiares de la progresión del mismo y, en el peor de los casos, del fallecimiento. A su vez, personal de enfermería y auxiliares, además de hacer su trabajo, intentan desde su vocación acompañar al paciente, intentado sustituir el vacío de este por no poder estar junto a su familia. Esto hace que todos ellos se vean expuestos a circunstancias en las que los conocimientos técnicos sanitarios no son suficientes para poder hacer ese acompañamiento emocional y gestionar sus propias emociones.

Manifestaciones emocionales por el coronavirus, presentes y futuras

A continuación detallamos las principales consecuencias emocionales que pueden estar experimentando los profesionales que trabajan en el ámbito de la salud, y que es posible que experimenten con posterioridad. Diferentes universidades como la Universidad Pontificia de Comillas han iniciado ya investigaciones para conocer las secuelas emocionales del COVID-19 en el personal sanitario, que ayudarán a desarrollar estrategias de intervención para el manejo emocional de estos profesionales.

¿ Qué emociones son normales en la situación actual?

• Ansiedad / angustia.
• Frustración.
• Irritabilidad.
• Sensación de apoyo social y reconocimiento.
• Culpa: esta emoción es más frecuente en una etapa posterior. Puede aparecer cuando te vas del lugar de trabajo.
• Falta de control, indefensión.
• Sensación de bloqueo o dificultad para tomar decisiones.

Solicita ayuda si manifiestas:

• Crisis de ansiedad.
• Alteraciones en el sueño o en el patrón alimenticio.
• Llanto frecuente que interfiere en tu rendimiento.

¿Qué emociones puedes sentir cuando todo pase?

• Tristeza / vacío.
• Embotamiento afectivo: sensación de que tus emociones están acorchadas, como si no pudieras sentir.
• Distanciamiento emocional: sensación de que nadie de tu entorno te entiende, excepto las personas que han trabajado contigo.
• Culpa por no haber podido hacer más.
• Recuerdos y repaso mental de las sensaciones vividas, de cómo lo hiciste, etcétera.
• Descenso de la sensación del apoyo social o reconocimiento que tuviste mientras intervenías.

Solicita ayuda si manifiestas:

El principal riesgo emocional al que está sometido el personal sanitario es el desarrollo de trastornos de ansiedad, entre ellos, trastorno de estrés agudo o trastorno de estrés postraumático, así como trastornos del estado de ánimo. Por ello, solicita ayuda si te encuentras muy triste, con culpabilidad intensa, con dificultad para experimentar emociones positivas, hiperactivado (crisis de ansiedad, activación ante los ruidos, insomnio), tienes flashbacks (recuerdos muy reales) sobre imágenes que viviste durante la intervención o manifiestas alguna reacción emocional que no te permita llevar a cabo tu vida con normalidad.