Revelan cómo la personalidad de los padres moldea la vida de sus hijos

Explican cómo la personalidad de los padres –extrovertida o reservada, alegre o malhumorada, responsable o desenfadada, tranquila o neurótica…– puede moldear las vidas de sus hijos y afectarles para bien o para mal.
Padre e hijo vistiendo la misma camisa

28/03/2023

La genética determina en parte nuestra forma de ser y de comportarnos, pero el ambiente familiar y las características de la personalidad de los padres pueden influir mucho en los hijos y tener un impacto clave a largo plazo y moldear su vida para bien o para mal, según revela una nueva investigación en la que se han analizado los datos de 9.395 niños y adolescentes de entre 11 y 17 años, que contestaron, junto a sus progenitores, a una encuesta alemana que se llevó a cabo desde 1984.

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Los autores del estudio tuvieron en cuenta “cinco grandes” características que los psicólogos utilizan para describir la personalidad a grandes rasgos: extroversión, amabilidad, apertura a nuevas experiencias, responsabilidad y neuroticismo, y en la encuesta se preguntó también por factores de la vida de los menores, incluyendo su salud, sus resultados académicos, el tiempo que dedicaban a actividades de ocio diferentes a ver la televisión o navegar por internet, el consumo de alcohol o tabaco y la frecuencia con la que se producían discusiones en el ámbito familiar.

La investigación ha sido liderada por Joshua Jackson, profesor asociado de ciencias psicológicas y del cerebro en Artes y Ciencias en la Universidad de Washington en St. Louis, que ha publicado sus hallazgos en Infant and Child Development y ha explicado los efectos que la personalidad de los padres –extrovertida o reservada, alegre o malhumorada, preocupada o desenfadada– puede tener en sus hijos e influir positiva o negativamente en su forma de vivir.

A los niños les va especialmente bien en la vida si sus padres son extrovertidos, agradables, responsables y con una mentalidad abierta, sin ser neuróticos

Jackson comenzó explicando cómo son los cinco grandes rasgos de personalidad que han analizado y dijo que la extroversión define a las personas sociables y sin problemas para relacionarse, la amabilidad a aquellos que son agradables con los demás, la apertura a nuevas experiencias está relacionada con la imaginación y la creatividad, los individuos diligentes son cuidadosos y organizados, y los neuróticos suelen mostrar ansiedad, nerviosismo y preocupación excesiva. 

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Respecto a los hallazgos, el investigador destaca que han encontrado que la personalidad de los padres tiene un significativo impacto en la vida de su hijo, incluso después de tener en cuenta la personalidad del niño. Comprobaron que los niños cuyos padres eran extrovertidos solían tener calificaciones más bajas, mientras que las puntuaciones de aquellos con padres neuróticos eran relativamente bajas en algunas medidas como las calificaciones académicas, la salud general, el IMC (índice de masa corporal) y el tiempo que dedicaban a actividades de ocio. También había más probabilidades de que los niños estuvieran más saludables si sus padres habían obtenido puntuaciones más altas en amabilidad o apertura a nuevas experiencias, y de que tuvieran pasatiempos que les mantuvieran activos cuando sus padres eran más responsables.

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La personalidad no cambia, pero el comportamiento se puede mejorar

Jackson afirma que a los niños les va especialmente bien en la vida si sus padres son extrovertidos, agradables, responsables y con una mentalidad abierta sin ser neuróticos. Esta podría ser la combinación más adecuada para los menores, pero también presenta algunas desventajas, como la mencionada, es decir, que los hijos de personas extrovertidas tienden a tener peores resultados académicos.

Cuando se centraron en cómo afectaba la propia personalidad del niño o la niña a su vida observaron que también marcaba diferencias y que, por ejemplo, solían sacar mejores notas los que eran extrovertidos, agradables, abiertos y responsables, y que las calificaciones empeoraban si eran neuróticos. En cuanto a los malos hábitos, los menores extrovertidos tenían mayor propensión a fumar o beber, mientras que ser abierto, responsable o amable tenía el efecto contrario.

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Como era de esperar, una buena combinación de personalidad entre padres e hijos es muy beneficiosa, algo evidente en el caso de las discusiones familiares que eran menos habituales cuando todos tenían una puntuación alta en amabilidad. Cuando ninguno de los miembros de la familia era neurótico los niños también sacaban mejores notas, sin embargo, se observó un ejemplo de sinergia negativa: los hijos neuróticos de padres neuróticos solían tener los IMC más elevados.

El investigador concluye que todo esto no significa que los niños absorban la personalidad de los padres y se conviertan en una nueva versión de estos y que eso es algo fácil de comprobar cuando hay varios hermanos, con caracteres muy diferentes; de hecho, señala, no es inusual que padres extrovertidos tengan hijos introvertidos, y viceversa. Sin embargo, asegura  que aunque no podamos cambiar nuestra forma de ser sí es posible cambiar algunos comportamientos, especialmente si nos damos cuenta de sus consecuencias negativas.

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“Descubrimos que es probable que los niños sean más saludables si sus padres son responsables. Eso es muy probable porque los padres responsables animan a practicar ejercicio y a tener una alimentación saludable”. “Es una buena lección para todos. Las personalidades se establecen en gran medida, pero los comportamientos pueden cambiar”.

Actualizado: 5 de mayo de 2023

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