Microplásticos en la sangre podrían llegar al cerebro y causar trombos

24/01/2025
Los microplásticos son diminutas partículas de plástico que miden menos de 5 milímetros. Su origen es diverso, ya que, por una parte, se fabrican para incluirlos en algunos productos, como exfoliantes cosméticos, microesferas que se usan en medicamentos o pellets de plástico que emplea la industria como materia prima. Además, se generan por la descomposición de superficies plásticas más grandes tras exponerlas al sol, el viento o el agua. Es el caso de las bolsas y las botellas de plástico, o redes de pesca de este material, que se degradan con el paso del tiempo.
No es de extrañar, por lo tanto, que estén por todas partes, y que se introduzcan en nuestro organismo de diferentes maneras, como al ingerir alimentos o agua, o con el uso de cosméticos y artículos de higiene personal, incluida la pasta de dientes, ya que todos estos productos pueden contener microplásticos, que se encuentran hasta en el aire que respiramos.
Diversos estudios han advertido de los riesgos de los microplásticos para la salud humana y, de hecho, en 2023 la Comisión Europea restringió la venta de juguetes, cosméticos u otros productos a los que se añadieran microplásticos. Una decisión muy acertada, ya que un grupo de científicos de la Academia China de Investigación en Ciencias Medioambientales ha descubierto que estos microplásticos pueden entrar al torrente sanguíneo y acumularse en órganos como el cerebro, donde pueden causar problemas como obstrucciones en los vasos sanguíneos y alterar funciones cerebrales.
Los microplásticos pueden provocar deterioro neurológico
Los investigadores observaron que los microplásticos se introducen en el cerebro a través de la sangre y son “ingeridos” por células del sistema inmunitario. Estas células, al llenarse de microplásticos, se atascan en los pequeños vasos sanguíneos del cerebro y esto bloquea el flujo de sangre. Estas obstrucciones reducen el suministro de oxígeno al cerebro, lo que puede causar daños cerebrales y provocar síntomas como ansiedad, depresión y pérdida de memoria. Los hallazgos se han publicado en Science Advances.
Para realizar el estudio emplearon técnicas de microscopía bifotónica en miniatura (mTPM) y obtuvieron imágenes de los microplásticos en el cerebro de ratón in vivo mientras el animal estaba despierto y pudieron ver los microplásticos en los vasos sanguíneos de la corteza cerebral del ratón. Mediante el rastreo del movimiento a alta velocidad de los microplásticos en los vasos sanguíneos, descubrieron este nuevo mecanismo que puede generar disfunción cerebral y deterioro neurológico. Aunque algunas obstrucciones desaparecen con el tiempo, otras pueden permanecer durante semanas, afectando la salud del cerebro y otras funciones corporales.
“Varios de los aditivos químicos utilizados como retardantes de llama o plastificantes producen efectos neurotóxicos y son capaces de atravesar la membrana hematoencefálica y llegar al cerebro”
Por ejemplo, observaron que los bloqueos cerebrales inducidos por microplásticos pueden mantenerse durante más de siete días y disminuir lentamente hasta los 28 días, aunque sin desaparecer por completo. En este tiempo, los ratones afectados mostraron deterioro en pruebas de memoria y menor función motora. Además, el tamaño de las partículas importa, ya que las partículas más grandes (de hasta 5 micrómetros) son las que causan más bloqueos en comparación con las más pequeñas. Esto sugiere que el tamaño de los microplásticos es determinante para evaluar sus efectos.
Ethel Eljarrat, directora del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC) opina que este estudio constituye “un avance en el conocimiento del impacto de los microplásticos en la salud humana”, según ha declarado a Science Media Centre España. La experta añade que en los futuros estudios se debería también focalizar sobre “los posibles efectos que pueden causar los aditivos químicos asociados a estos microplásticos. Según los resultados de estudios previos de nuestro grupo de investigación, sabemos que varios de los aditivos químicos utilizados como retardantes de llama o plastificantes son capaces de atravesar la membrana hematoencefálica y llegar al cerebro. Y varios de estos compuestos se sabe que producen efectos neurotóxicos, por lo que es necesario no limitar únicamente las futuras investigaciones en los posibles efectos físicos que puede causar la presencia de microplásticos en el cerebro, sino también centrarse en los efectos químicos de los aditivos asociados a los microplásticos”.
Actualizado: 24 de enero de 2025