La adicción a las compras da un placer similar al sexo

Las personas con adicción a las compras liberan sustancias como dopamina y endorfinas, las mismas que segrega el organismo durante actividades placenteras como el sexo o comer chocolate.
Mujer con varias bolsas en cada mano en un centro comercial
El adicto a las compras genera dopamina y endorfinas mientras realiza su actividad favorita.

Un 7% de los españoles podría sufrir de adicción a las compras, según revela un estudio realizado por el Hospital de Bellvitge de Barcelona que también señala que, de estos, el 8% serían mujeres. Este trastorno, explica el Dr. Ildefonso Muñoz, psicólogo de Quirónsalud Campo de Gibraltar, se puede originar bien porque el afectado experimenta un enorme placer al comprar y su cerebro libera dopamina y endorfinas –que son las mismas sustancias químicas que produce el organismo cuando realizamos actividades como el sexo o comer chocolate, por ejemplo–, o bien porque el adicto se siente mal psicológica e incluso físicamente por no comprar.

Las personas con esta conducta compulsiva buscan un placer que les evada de las situaciones desagradables de su vida cotidiana, y su malestar solo desaparece mientras compran

Las personas con esta conducta compulsiva buscan al comprar un placer que les evada de las situaciones desagradables que se producen en su vida cotidiana; su malestar solo desaparece mientras compran y se puede diagnosticar como una adicción denominada oniomanía, que en ocasiones se asocia a otros trastornos psicológicos o emocionales como ansiedad, depresión, trastorno bipolar o de personalidad.

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La adicción a las compras se puede detectar cuando la persona hace de esta actividad un remedio para su tristeza, enfado o frustración, o lo convierte en un pasatiempo habitual y en su placer principal, y necesita adquirir con frecuencia objetos o prendas que no son útiles y que después se arrepiente de haber comprado, solo para sentirse mejor.

Las agresivas técnicas de marketing que dirigidas a captar la atención de los consumidores e inducirles a comprar son especialmente peligrosas para las personas con oniomanía, por lo que deben evitar los centros comerciales y utilizar dinero en efectivo en lugar de tarjetas de crédito para controlar mejor sus gastos.

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Actualizado: 25 de abril de 2017

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