El hallazgo de 4 subtipos de autismo mejorará su diagnóstico y atención

11/07/2025
Los trastornos del espectro autista tienen una fuerte base hereditaria, pero las pruebas genéticas que se han hecho hasta ahora solo explicaban el caso de alrededor del 20% de los pacientes. Ahora, un equipo de investigadores de la Universidad de Princeton1 y la Fundación Simons2 ha logrado clasificar el autismo en cuatro subtipos clínicos y biológicamente distintos. Este hallazgo supone un avance fundamental en la comprensión genética del trastorno y abre nuevas vías para un enfoque más personalizado en su diagnóstico y tratamiento.
El estudio se basó en el análisis de datos de más de 5.000 niños participantes en el estudio SPARK3, financiado por la Fundación Simons. Los investigadores no se centraron en un solo rasgo o gen, sino que emplearon un modelo computacional que tuvo en cuenta más de 230 características individuales –desde habilidades sociales, hasta hitos del desarrollo o comportamientos repetitivos– para agrupar a los participantes en función de patrones compartidos.
Este enfoque, que se ha centrado en las personas y no solo en los genes, les permitió identificar subtipos clínicamente relevantes de autismo, cada uno con perfiles genéticos y trayectorias de desarrollo distintas. Los resultados de este revelador trabajo se han publicado en la revista Nature Genetics4.
Cuatro formas diferentes de autismo y sus características
Los investigadores definieron cuatro nuevos subtipos: autismo con dificultades sociales y conductuales, TEA mixto con retraso del desarrollo, autismo con dificultades moderadas y autismo con amplia afección. Cada subtipo incluye rasgos distintivos de desarrollo, médicos, conductuales y psiquiátricos, y, lo que es más importante, diferentes patrones de variación genética.
Sus características principales son:
- TEA con Desafíos Sociales y Conductuales: este grupo presenta rasgos clásicos del autismo, como dificultades para relacionarse socialmente y comportamientos repetitivos, pero su desarrollo (por ejemplo, empezar a caminar o hablar) suele seguir un ritmo similar al de los niños sin autismo. Además, es habitual que reciban otros diagnósticos como TDAH, ansiedad, depresión o trastorno obsesivo-compulsivo. Representa el 37% de los participantes.
- Autismo Mixto con Retraso del Desarrollo: en estos niños se observan retrasos al alcanzar hitos del desarrollo, pero no suelen presentar problemas de ansiedad o comportamientos perturbadores. Las diferencias dentro del grupo residen en la intensidad de los comportamientos repetitivos y los desafíos sociales. Constituye el 19% de la muestra.
- TEA con Desafíos Moderados: estos niños muestran comportamientos vinculados al autismo, aunque de forma menos intensa que en los otros grupos. Su desarrollo es similar al de los niños neurotípicos y no suelen presentar trastornos psiquiátricos añadidos. Engloba al 34% de los casos.
- Personas Altamente Afectadas: este es el grupo más pequeño (10%) y el que afronta mayores dificultades. Sus integrantes presentan un amplio abanico de retos, que incluyen retrasos del desarrollo, problemas de comunicación, comportamientos repetitivos y condiciones psiquiátricas como ansiedad, depresión o desregulación emocional.
Aviya Litman, estudiante de doctorado en Princeton y coautora principal, ha afirmado en una nota publicada por la universidad que “estos hallazgos son contundentes porque las clases representan diferentes presentaciones y resultados clínicos, y, fundamentalmente, pudimos conectarlos con distintas estructuras biológicas subyacentes”.
Un cambio de paradigma en la investigación sobre el autismo
Este estudio da un giro de enfoque sustancial en la investigación sobre el autismo: en lugar de buscar genes individuales asociados al autismo en general, se centraron en encontrar subtipos bien definidos, cada uno relacionado con distintos tipos de mutaciones y rutas biológicas específicas. Por ejemplo, el grupo Altamente Afectado mostraba un mayor número de mutaciones espontáneas (no heredadas), mientras que los niños del grupo Mixto con Retraso del Desarrollo tendían a portar variantes genéticas raras heredadas.
Aunque ambos grupos comparten características como el retraso del desarrollo, estos hallazgos sugieren que el origen biológico de sus síntomas es diferente. “Lo que antes parecía un mismo cuadro clínico ahora entendemos que puede tener mecanismos biológicos distintos”, señaló Litman.
“La posibilidad de definir subtipos de autismo con base biológica es fundamental para avanzar hacia una medicina de precisión en condiciones del neurodesarrollo”
Otra revelación clave del estudio fue que las alteraciones genéticas que influyen en el autismo pueden actuar en distintos momentos del desarrollo cerebral. Generalmente se piensa que los efectos genéticos se producen especialmente antes del nacimiento, pero en el grupo de Desafíos Sociales y Conductuales se encontraron mutaciones en genes que se activan más tarde en la infancia, lo que concuerda con que estos niños suelen recibir el diagnóstico más tarde.
En lugar de buscar una única causa común al autismo, ahora los científicos pueden explorar los mecanismos específicos que explican cada subtipo. Esto tiene implicaciones profundas para el diagnóstico, el seguimiento y la intervención en cada caso. “Estamos empezando a trazar el recorrido del autismo, desde la genética hasta los síntomas observables”, afirmó Chandra Theesfeld, coautora del estudio. “La posibilidad de definir subtipos con base biológica es fundamental para avanzar hacia una medicina de precisión en condiciones del neurodesarrollo”, añadió Natalie Sauerwald, otra de las autoras.
Para las familias con hijos con autismo, conocer el subtipo específico puede aportar mayor claridad, una atención que se adapte más a sus necesidades y mejor orientación para el futuro. “Comprender las causas genéticas de más personas con autismo podría llevar a un seguimiento del desarrollo más específico, tratamientos de precisión, apoyo y adaptaciones personalizadas en la escuela o el trabajo”, afirmó Foss-Feig.
“Podría brindar a las familias, cuando sus hijos con autismo aún son pequeños, información más detallada sobre los síntomas que podrían experimentar, o no, a qué prestar atención a lo largo de la vida, qué tratamientos seguir y cómo planificar su futuro”, añade. Este modelo también se puede aplicar a otras enfermedades complejas para identificar subtipos clínicamente relevantes. Como ha resumido Theesfeld: “Esto abre la puerta a innumerables nuevos descubrimientos científicos y clínicos”.
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- 1«Major Autism Study Uncovers Biologically Distinct Subtypes, Paving the Way for Precision Diagnosis and Care». Princeton University, https://www.princeton.edu/news/2025/07/09/major-autism-study-uncovers-biologically-distinct-subtypes-paving-way-precision.
- 2
jbeaufore. “New Study Reveals Subclasses of Autism by Linking Traits to Genetics.” Simons Foundation, 9 July 2025, https://www.simonsfoundation.org/2025/07/09/new-study-reveals-subclasses-of-autism-by-linking-traits-to-genetics/.
- 3SPARK for Autism. https://sparkforautism.org/portal/page/about-spark/.
- 4
Litman, Aviya, et al. “Decomposition of Phenotypic Heterogeneity in Autism Reveals Underlying Genetic Programs.” Nature Genetics, July 2025, pp. 1–9, https://doi.org/10.1038/s41588-025-02224-z.
Actualizado: 11 de julio de 2025