Señalan al sedentarismo como un factor de riesgo independiente del alzhéimer

14/05/2025
Un estilo de vida marcadamente sedentario, que se caracterice por pasar muchas horas sentado o recostado, está relacionado con un deterioro cognitivo más acusado y una mayor atrofia cerebral en zonas asociadas al desarrollo de la enfermedad de Alzheimer, según revelan los resultados de un estudio publicado en la revista Alzheimer’s & Dementia1.
Los investigadores, liderados por la doctora Marissa Gogniat, profesora de Neurología en la Universidad de Pittsburgh y la doctora Angela Jefferson, fundadora y directora del Centro de Memoria y Alzheimer de la Universidad de Vanderbilt, analizaron los niveles de actividad de 404 adultos mayores de 50 años.
Para ello, los participantes llevaron durante una semana un dispositivo que monitorizaba su movimiento de forma continua. Posteriormente, los investigadores relacionaron el tiempo que pasaban inactivos con su rendimiento cognitivo y con imágenes cerebrales tomadas a lo largo de siete años.
Los resultados mostraron que quienes permanecían más tiempo inactivos tendían a sufrir un mayor deterioro cognitivo y signos de neurodegeneración, independientemente de si realizaban ejercicio físico en otros momentos del día. Este efecto fue más evidente en personas portadoras del alelo APOE-e4, un factor genético que incrementa el riesgo de padecer alzhéimer. Esto sugiere que reducir el tiempo que pasamos sentados puede ser especialmente relevante para quienes tienen una predisposición genética a la enfermedad.
Cómo influyen nuestros hábitos en la salud del cerebro
Las autoras del estudio han explicado que para reducir el riesgo de alzhéimer no es suficiente con hacer ejercicio una vez al día, sino que también es importante limitar el tiempo que pasamos sentados, ya que, esto reduce las probabilidades de desarrollar la enfermedad, con independencia del ejercicio que hagamos diariamente.
También han subrayado la importancia de investigar cómo los hábitos diarios influyen en la salud del cerebro a medida que envejecemos, porque su estudio sugiere que reducir el tiempo que pasamos sentados puede ser una estrategia eficaz para prevenir la neurodegeneración y el deterioro cognitivo posterior.
De hecho, investigaciones anteriores vinculan un comportamiento sedentario con más riesgo de padecer diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares2. Por ello, recomiendan hacer pausas activas a lo largo del día y evitar el sedentarismo como una estrategia clave para proteger la salud del cerebro en particular, y del todo el organismo en general.
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- 1Marissa A. Gogniat, Omair A. Khan, Judy Li, Chorong Park, y Hudson Robb. «Increased Sedentary Behavior Is Associated With Neurodegeneration and Worse Cognition in Older Adults over a 7‐year Period Despite High Levels of Physical Activity». Alzheimer’s & Dementia, vol. 21, n.º 5, Wiley, 2025, doi:10.1002/alz.70157.
- 2Beate Henschel, Anna M. Gorczyca, y Andrea K. Chomistek. «Time Spent Sitting As an Independent Risk Factor for Cardiovascular Disease». American Journal of Lifestyle Medicine, vol. 14, n.º 2, SAGE Publications, 2017, pp. 204–215+, doi:10.1177/1559827617728482.
Actualizado: 14 de mayo de 2025