Tener un sentido de propósito en la vida te puede proteger contra la demencia

26/08/2025
Existen lugares, como la isla de Ikaria en Grecia o la de Okinawa en Japón, que son conocidas por la longevidad de sus habitantes y que se han encuadrado en lo que se denomina Zonas Azules o regiones del mundo donde las personas suelen vivir más tiempo1. Las investigaciones realizadas sobre estas localizaciones han revelado que contar con un propósito vital puede prolongar la vida y, ahora, un trabajo realizado por la Universidad de California en Davis2 añade un beneficio extra: podría reducir el riesgo de desarrollar demencia.
Los investigadores siguieron durante hasta 15 años a más de 13.000 adultos de 45 años o más. Los participantes formaban parte del Health and Retirement Study, una encuesta nacional financiada por el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de EE. UU., y todos partían con buena salud cognitiva al inicio del estudio.
Los resultados se han publicado en el American Journal of Geriatric Psychiatry3 y revelaron que quienes afirmaban tener un mayor sentido de propósito en la vida presentaban un 28% menos probabilidades de sufrir deterioro cognitivo, que incluye desde problemas leves de memoria, hasta demencia. Este efecto protector se observó en diferentes grupos raciales y étnicos, y se mantuvo incluso después de tener en cuenta factores que podrían haber influido, como la educación, la depresión o la presencia del gen APOE4, que está asociado a un mayor riesgo de alzhéimer.
“Nuestros hallazgos demuestran que tener un sentido de propósito ayuda al cerebro a mantenerse resiliente con la edad”, ha asegurado Aliza Wingo, autora principal y profesora del Departamento de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento de UC Davis, en una nota publicada por el centro. “Incluso en personas con riesgo genético de alzhéimer, el sentido de propósito se relacionó con una aparición más tardía y una menor probabilidad de desarrollar demencia”.
Algo que dé sentido a la vida para tener un envejecimiento saludable
Los investigadores no preguntaron específicamente qué actividades daban sentido a la vida de los participantes. Sin embargo, estudios previos han identificado una amplia variedad de fuentes de propósito, también conocidas en Japón como ikigai. Entre ellas destacan: las relaciones personales (cuidar de la familia, compartir tiempo con los nietos o apoyar a un ser querido), el trabajo o voluntariado (la actividad profesional, asesorar a otros o colaborar en causas comunitarias), espiritualidad o fe (prácticas religiosas o participar en comunidades de fe), las metas personales (aprender nuevas habilidades, desarrollar aficiones o alcanzar retos), ayudar a los demás (cuidado de personas dependientes, actividades solidarias…).
El estudio también mostró que quienes tenían un mayor sentido de propósito tendían a experimentar deterioro cognitivo más tarde que quienes no lo tenían. La diferencia media fue de alrededor de 1,4 meses en un período de ocho años, una cifra modesta, pero significativa si se compara con los actuales tratamientos farmacológicos.
“El propósito en la vida es algo que podemos cultivar. Nunca es demasiado pronto, ni demasiado tarde, para empezar a pensar en lo que le da sentido a la vida”
“Si bien medicamentos como lecanemab y donanemab pueden retrasar levemente los síntomas del deterioro cognitivo en la enfermedad de Alzheimer, conllevan riesgos y costes”, afirmó Nicholas C. Howard, primer autor e investigador de salud pública en UC Davis. “El propósito en la vida es gratuito, seguro y accesible. Es algo que las personas pueden construir a través de relaciones, metas y actividades significativas”.
Para medir el sentido de propósito se usó un cuestionario de siete preguntas sobre bienestar psicológico, con respuestas que iban desde “totalmente de acuerdo” hasta “totalmente en desacuerdo” en afirmaciones como: “Soy una persona activa en cumplir los planes que me propongo” o “Tengo un sentido claro de dirección y propósito en mi vida”. La evolución cognitiva de los participantes se evaluó cada dos años mediante pruebas telefónicas.
Aunque el estudio cuenta con puntos fuertes, como el gran número de participantes, los autores subrayan que la relación encontrada no prueba que tener un propósito sea la causa directa de la reducción del riesgo de demencia. Aun así, los resultados apoyan la idea de que el bienestar psicológico es fundamental para un envejecimiento saludable.
“Lo emocionante de este estudio es que las personas podrían ser capaces de ‘pensar’ en sí mismas para mejorar su salud. El propósito en la vida es algo que podemos cultivar. Nunca es demasiado pronto, ni demasiado tarde, para empezar a pensar en lo que le da sentido a la vida”, concluye Thomas Wingo, coautor y profesor de neurología en UC Davis Health.
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- 1Blue Zones – Live Better, Longer. https://www.bluezones.com/.
- 2Lisa Howard. «Having a Sense of Purpose May Protect Against Dementia». News, vol. 33, n.º 10, Elsevier BV, 2025, pp. 1021–1031+, https://health.ucdavis.edu/news/headlines/having-a-sense-of-purpose-may-protect-against-dementia/2025/08.
- 3
Howard, Nicholas C., et al. “Life Purpose Lowers Risk for Cognitive Impairment in a United States Population-Based Cohort.” The American Journal of Geriatric Psychiatry, vol. 33, no. 10, Oct. 2025, pp. 1021–31, https://doi.org/10.1016/j.jagp.2025.05.009.
Actualizado: 26 de agosto de 2025