Vinculan trastornos digestivos con más riesgo de sufrir alzhéimer o párkinson

28/08/2025
La predisposición genética, así como factores ambientales y de la salud en general influyen en las probabilidades de desarrollar enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer o el párkinson. Ahora, un grupo internacional de investigadores con participación española ha analizado a gran escala cómo problemas relacionados con el sistema endocrino, la nutrición, el metabolismo y el aparato digestivo podrían influir en el riesgo de desarrollar alzhéimer o párkinson, incluso muchos años antes de su diagnóstico.
Los autores también exploraron si ciertos biomarcadores en la sangre son específicos de estas enfermedades o si en realidad están influidos por otros trastornos digestivos o metabólicos, como gastritis, esofagitis, infecciones intestinales bacterianas, gastroenteritis y otras. Finalmente, combinaron información genética, clínica y molecular para crear modelos predictivos más precisos.
Los resultados se han publicado en la revista Science Advances1 y muestran que varios trastornos médicos aumentan el riesgo de alzhéimer o párkinson antes de que aparezcan los síntomas, y que la fuerza de esa asociación depende tanto de la enfermedad, como del momento en que se diagnostica.
Curiosamente, las personas con estas dolencias asociadas tendrían, en promedio, una predisposición genética algo menor que quienes desarrollan alzhéimer o párkinson sin otras enfermedades acompañantes. Además, el perfil molecular en sangre (proteínas relacionadas con estas enfermedades) cambia de manera clara si el paciente también tiene problemas digestivos o metabólicos.
Signos que pueden predecir el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas
Aunque se han identificado genes que aumentan la probabilidad de padecer alzhéimer o párkinson, en la mayoría de los casos la causa es una mezcla de genética, estilo de vida y otros factores de salud. En conjunto, este enfoque multimodal (clínico, genético y molecular) permite predecir mejor quién desarrollará estas enfermedades neurodegenerativas y abre la puerta a un diagnóstico más temprano y a posibles nuevas estrategias de prevención y tratamiento.
En los últimos años, los científicos han puesto el foco en el denominado “eje intestino-cerebro”, un término que se refiere a la red de comunicación entre el sistema digestivo y el sistema nervioso central. No se refiere únicamente a los nervios que conectan ambos órganos, sino también a las señales hormonales, del sistema inmunitario y del metabolismo.
Cuando este eje se altera, pueden aparecer trastornos digestivos, endocrinos o nutricionales que, a su vez, podrían estar relacionados con un mayor riesgo de desarrollar alzhéimer o párkinson, como, problemas de tiroides (tanto el hipotiroidismo como el hipertiroidismo se han relacionado con mayor riesgo de demencia y párkinson) o diabetes, ya que, cuanto más grave es, más aumenta la probabilidad de párkinson.
La diabetes tipo 2 es también un factor reconocido de riesgo para alzhéimer; el déficit de vitamina D es muy común en personas con alzhéimer o párkinson, y los trastornos digestivos aparecen con frecuencia antes que los síntomas del párkinson, y se han relacionado también con demencia. Estos hallazgos sugieren que lo que pasa en el intestino y en el metabolismo podría ser clave para entender, e incluso anticipar, lo que ocurre en el cerebro.
“Los resultados de los estudios realizados demuestran que los trastornos intestinales de diferente índole ya se encuentran presentes años antes del diagnóstico de estas enfermedades neurodegenerativas”
En este estudio, los investigadores trabajaron con datos de tres grandes biobancos de población: el UK Biobank (Reino Unido), el SAIL (Gales) y FinnGen (Finlandia), con el objetivo de examinar si 155 diagnósticos relacionados con problemas digestivos, endocrinos, nutricionales y metabólicos estaban asociados con un mayor riesgo de alzhéimer o párkinson, incluso hasta 15 años antes del diagnóstico.
Para ello analizaron si ese riesgo variaba en función del tiempo transcurrido desde el diagnóstico del problema inicial y observaron si ciertos biomarcadores en sangre (proteínas) eran realmente específicos de alzhéimer y párkinson, o si estaban influidos por estas otras enfermedades. Además, crearon modelos predictivos que combinaran datos clínicos, genéticos y moleculares para lograr una predicción más precisa y, de esta forma poner a disposición de la comunidad científica una herramienta abierta y gratuita para consultar los resultados de forma sencilla.
José Luis Lanciego, investigador Senior del Programa de Terapia Génica en Enfermedades Neurodegenerativas en el Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA), Universidad de Navarra, ha señalado en declaraciones a SMC España2: “Los resultados de los estudios realizados demuestran que los trastornos intestinales de diferente índole ya se encuentran presentes años antes del diagnóstico de estas enfermedades neurodegenerativas. Concretamente, dichas patologías intestinales pueden aparecer incluso hasta 15 años antes del diagnóstico de alzhéimer y párkinson”.
“Estos datos corroboran evidencias existentes acerca del denominado eje intestino-cerebro, de manera tal que se considera importante el prestar atención a estas patologías del intestino con el fin de hacer un seguimiento detallado a los pacientes e intentar realizar un diagnóstico temprano de las enfermedades neurodegenerativas cerebrales”, añade.
“El aparato digestivo con frecuencia es considerado como “el segundo cerebro”, pues cuenta con numerosas neuronas en su capa submucosa. Está conectado con el cerebro bidireccionalmente a través del nervio vago. Hay numerosas evidencias que demuestran un papel principal de la microbiota intestinal y sus alteraciones (conocidas como disbiosis intestinal) a la hora de desencadenar enfermedades neurodegenerativas cerebrales. De hecho, hace pocos días se ha demostrado que cuando una determinada bacteria presente en personas con mala salud bucodental es administrada a ratones, estos desarrollan depósitos de la proteína denominada beta-amiloide en forma de placas muy similares a las presentes en el cerebro de pacientes con enfermedad de Alzheimer”, concluye el experto.
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- 1Mohammad Shafieinouri, Samantha Hong, Paul Suhwan Lee, Spencer M. Grant, y Marzieh Khani. «Gut-Brain Nexus: Mapping Multimodal Links to Neurodegeneration at Biobank Scale». Science Advances, vol. 11, n.º 35, American Association for the Advancement of Science (AAAS), 2025, doi:10.1126/sciadv.adu2937.
- 2SMC España. «Muestran Una asociación Entre Trastornos Digestivos Y El Desarrollo De Las Enfermedades De Alzheimer Y Parkinson». SMC España, https://sciencemediacentre.es/muestran-una-asociacion-entre-trastornos-digestivos-y-el-desarrollo-de-las-enfermedades-de.
Actualizado: 28 de agosto de 2025