El padre contribuye a la microbiota del bebé en su primer año de vida
13/06/2024
La contribución materna a la composición de la microbiota del recién nacido está ampliamente documentada, pero un nuevo estudio ha revelado ahora la significativa influencia paterna en los microorganismos que colonizan el intestino de un bebé, y confirma también que la transferencia de microbiota fecal materna (FMT, por sus siglas en inglés) en bebés nacidos por cesárea puede corregir las alteraciones microbianas comunes en estos recién nacidos.
La investigación es fruto del trabajo de un equipo internacional de investigadores de las Universidades de Wageningen, Helsinki y Trento, en colaboración con la Universidad Pompeu Fabra, el Hospital Universitario de Helsinki, el Instituto Finlandés de Salud y Bienestar, y el Instituto Europeo de Oncología IRCCS.
Los fetos poseen tractos gastrointestinales estériles y los cuerpos de los bebés se colonizan durante y poco después del nacimiento. Aproximadamente, la mitad de las cepas microbianas en los bebés provienen del intestino materno. Esta observación llevó a los investigadores a plantear la hipótesis de que otras personas cercanas al bebé podrían contribuir al resto, proporcionando cepas microbianas beneficiosas para la salud.
“Este estudio ofrece datos cruciales sobre cómo se coloniza un recién nacido”, indica Willem M. de Vos, autor principal y coautor del estudio, de la Universidad de Wageningen y la Universidad de Helsinki. “Aunque la contribución del padre pueda parecer pequeña, no debe subestimarse. Es probable que personas cercanas también desempeñen un papel importante en esta colonización”.
“Estamos muy satisfechos de haber identificado esta conexión”, añade Nicola Segata, coautor del estudio, de la Universidad de Trento. “Esto destaca la importancia de investigar otras fuentes de microbiota, como hermanos y compañeros de guardería”. El equipo de Segata se encargó del análisis computacional, mientras que el equipo de de Vos diseñó el estudio.
“El año pasado demostramos que existe una amplia transmisión del microbioma entre adultos con estrecho contacto social. Ahora, confirmamos que esto también ocurre en los recién nacidos: reciben su primera microbiota de sus madres, pero individuos cercanos, como los padres, complementan esta contribución. Esto es crucial para los bebés nacidos por cesárea”, añade Mireia Vallès-Colomer, investigadora de la Universidad Pompeu Fabra y coprimera autora del estudio, cuyos hallazgos se han publicado en Cell Host & Microbe.
Mejorar la microbiota intestinal en los bebés nacidos por cesárea
La interacción padre-hijo es esencial para completar el microbioma del neonato. Inspirado por su experiencia como padre, de Vos ha estudiado durante años la microbiota de los bebés y cómo se coloniza su tracto gastrointestinal después del nacimiento. En octubre de 2020, él y su equipo publicaron un estudio anterior en Cell que confirmaba que exponer a los recién nacidos por cesárea a la microbiota materna tras el parto es seguro y eficaz para dar a los bebés una composición microbiana similar a la de los nacidos por vía vaginal. Los bebés recibieron una pequeña cantidad de microbiota fecal de sus madres poco después de nacer.
Este nuevo estudio proporciona datos de seguimiento de esa investigación, así como nuevos hallazgos sobre la contribución paterna a la microbiota de los bebés. Los autores señalan que, dado que los partos por cesárea representan una cuarta parte de los nacimientos en todo el mundo, es importante prestar más atención a crear un equilibrio saludable de la microbiota intestinal en estos bebés.
Los investigadores llevaron a cabo análisis metagenómicos de muestras fecales de recién nacidos y sus padres, buscando una amplia variedad de cepas bacterianas a lo largo del tiempo. En el caso de los bebés del estudio anterior, confirmaron que la FMT materna reducía significativamente los niveles de cepas potencialmente patógenas hasta un año después.
“Saber que el padre contribuye sustancialmente al microbioma en desarrollo del bebé subraya la importancia de las interacciones físicas y sociales entre el recién nacido y su padre, así como con otros miembros de la familia”
En este estudio reciente, se compararon los microbiomas fecales de bebés nacidos por cesárea (21) y por vía vaginal (52), con muestras tomadas durante un año, junto con las de sus madres y padres. Descubrieron que muchas cepas encontradas en los bebés de 3 semanas, 3 meses y 12 meses provenían del padre, no de la madre. Entre ellas, se identificó Bifidobacterium longum, que utiliza los oligosacáridos de la leche materna, aunque puede provenir del padre.
“Saber que el padre contribuye sustancialmente al microbioma en desarrollo del bebé subraya la importancia de las interacciones físicas y sociales entre el recién nacido y su padre, así como con otros miembros de la familia”, afirma Segata. “Esperamos que este estudio aumente la concienciación sobre estas importantes contribuciones”.
En declaraciones a SMC España Toni Gabaldón, Profesor de investigación ICREA y jefe del grupo de Genómica Comparada del Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona) y del Barcelona Supercomputing Centre (BSC-CNS), que no ha participado afirma en este estudio afirma que “arroja resultados interesantes, como un papel relevante de los padres que es más tardío e inicialmente más modesto que el de las madres, pero que se iguala cuantitativamente cuando el niño o niña tiene un año de edad. Se observa que madre y padre aportan especies diferentes a la microbiota del infante y, por tanto, podrían ser complementarias. Quizás de manera esperada, el uso de antibióticos antes o durante el parto tiene un impacto claro en la microbiota infantil, pero consigue reducir la abundancia de patógenos. De forma similar, el trasplante fecal consigue reducir también la presencia de especies patógenas oportunistas. Sin embargo, en partos con cesárea no consigue restaurar una microbiota similar a la de un parto vaginal, sino una distinta, rica en especies y pobre en patógenos, pero distinta”.
“Dada la limitación del tamaño muestral, las observaciones deberían corroborarse en otros estudios, pero apuntan a posibles vías de restauración de una microbiota natural en partos no vaginales y llaman a la necesidad del estudio del efecto del uso de diferentes antibióticos durante el parto, que se usó en todos los partos con cesárea de este estudio, pero también en casi la mitad de los partos vaginales. El papel de los padres en el establecimiento de la microbiota de los bebés no es sorprendente, pero plantea preguntas sobre las implicaciones sobre la salud. Así mismo sería interesante estudiar casos con otras conformaciones familiares, como monoparentales u homoparentales”.
“Tradicionalmente se ha atribuido a las madres el papel de inocular a los bebes, bien a través de la microbiota vaginal durante el parto, bien por el contacto de la piel al mamar, o por la leche que contiene bacterias del intestino de la madre. Es una muy buena aportación estudiar la influencia de la microbiota paterna, si bien se conocía que los familiares también condicionan a la microbiota final del niño, es la primera vez que se pone de manifiesto la influencia del padre. Eso en cierta medida, iguala la responsabilidad de ambos padres de dotar de buenas bacterias al niño”, añade Rosa del Campo Moreno, investigadora clínica del Hospital Ramón y Cajal, en declaraciones al mismo medio.
Fuente: Universidad Pompeu Fabra
Actualizado: 13 de junio de 2024